-Rider, pasa la otra cerveza- Uno de los camaradas le gritó sacándolo de sus pensamientos.
-Venga, va- La lanzó con fuerza para luego destapar una para él, aunque estaba en la fiesta su cabeza estaba en Isamar. No era una humana común, ¿Cómo era posible que no le tuviera miedo? o peor, dicho sentimiento se despejó cuando se enteró que él era un lobo. Su parte animal estaba ansiosa de salir y curiosear a dicha mujer, ni siquiera se daba cuenta que las lobas de su alrededor deseaban cogérselo. Bebió todo el licor y lanzando la lata miro la luna que estaba reluciente en su cuarto menguante. ¿Estaría dormida la morena de ojos verdes?Miró la calle, no era mucho tramo y en su forma animal sería aún más rápido. Debía estar con su manada pero la necesidad de ver a la chica era aún más fuerte ¿Qué carrizo le estaba pasando?
-Ya regreso, no me esperen- Le dijo a su mano derecha para caminar a paso rápido y mezclarse entre las sombras. Acarició su collar y en un pestañeo un enorme lobo negro de ojos dorados se paseaba corriendo por la calle. Olfateó hasta llegar a la casa de Isamar que yacía algo somnolienta viendo hacia la ventana, pudo sentir la necesidad igual en ella de verle, jadeo y gruñó haciendo que la ojiverde se levantara.
-Rider- Susurró al ver un hermoso lobo negro reposar cerca de su ventana, tomó su kimono de dormir y bajó las escaleras con cuidado de no despertar a su madre. Abrió la puerta y le hizo señas que pasara, el animal instintivamente entendió y subió rápidamente hasta su cuarto –Entonces si eres un lobo...- Lo contempló con un brillo en sus ojos, era precioso y enorme. Así como siempre lo había imaginado, se acercó y lo acarició suavemente, su pelaje era como seda entre sus dedos y por alguna razón estaba tibio, Olía a tierra mojada y plantas –Que hermosa forma de animal- Susurró para luego echarse hacia atrás cuando aquellas pupilas doradas y fieras la miraron.
-Gracias- El animal susurró para luego brillar y dejar paso al hombre sensual e imponente.
-Que impresionante, me encantan los de tu especie, incluso tengo un personaje así como tú- Le dio la espalda para buscar su portátil, allí le mostro un lobo de ojos dorados que había dibujado años atrás-
-¿Cómo es que no me tienes miedo humana?- Miró la computadora para luego girar su mirada y ver en la pared varios afiches de películas de lobos.
-Es que amo a los de tu especie. Soy fan de las películas, libros y lo que le incluyan. Mi mamá dice que voy a tener un lobito en vez de bebe- Se rio para luego sentarse en la cama. Rider era enorme en todo el sentido de la palabra, fácilmente estiraba los brazos y tocaba el techo, su cuerpo era duro y bien formado; estaba tan en forma que la hacía estremecer y por un instante se lo imaginó sobre ella haciéndola morder levemente su labio inferior. Rider olfateo su deseo y la miró con ojos achinados, jamás en sus años había estado con una humana. Siempre había visto como lo deseaban pero los humanos son frágiles y fácilmente podría hacerle daño a alguna, en el sexo los de su especie eran rudos y salvajes. La hembra solo deseaba ser saciada por el macho y este debía mostrar su valía haciéndola suya hasta el amanecer; sabía que los humanos eran todo lo contrario, se besaban y se acariciaban lo que le cabreaba porque lo veía bastante cursi y ridículo.
-Los humanos son extraños, tu no me tienes miedo y huelo deseo en ti- Isamar se sonrojó y miró hacia la ventana, que vergüenza sintió al percatarse de lo que había pensado. Su garganta carraspeó y sonrió internamente, por alguna razón que desconocía ese hombre la hacía sentir muy atraída.
-Lo siento, es solo que recordé los diversos pasajes que he leído sobre vosotros- Lo miró sonriendo para luego levantarse y abrir el ropero de su cuarto –Estaba por aquí, aquí está- Se giró con una daga de plata en su mano y se acercó hasta quedar frente a Rider– ¿La plata les hace daño?-
-Para nada, solo son patrañas de fábulas- Tomó la daga y jugó con ella para luego lanzarla y clavarla en la pared.
-Wow que fuerza- La morena se acercó para intentar sacar la daga de la pared -¿Qué les hace daño entonces?-
-Eso es confidencial- Olfateo el cuarto, olía a perfume y cosas femeninas pero había otro olor que le llamaba la atención. El leve deseo y la excitación creciente que estaba en Isa; si bien es cierto que la había olfateado en otras mujeres, en la morena era diferente. Ella le encantaba su especie y era más allá de apariencias lo que Isa emanaba. Eso le estaba gustando y quería curiosear más, su animal interno le pedía que le arrancara la ropa y la explorara pero su parte humana lo controlaba ¿Qué impresión le iba a dar? O mejor dicho no le podía demostrar que era igual que los tres anteriores.
-Oh ya veo, ¿Y a que te dedicas? Tu lado humano ¿Qué le gusta hacer?-
-Soy Arquitecto e ingeniero civil ¿Tú?-
-Dibujante profesional, trabajo para Marvel-
-Eso es excelente, me encantan las películas-
-¿Y las películas sobre lobos las has visto? Ven, no te quedes allí plantado- Palmeó la cama invitándolo a sentarse sobre el colchón.
-He visto algunas pero casi todas se equivocan, no somos ningunas bestias incivilizadas, tampoco vivimos en suburbios o somos marginales. Tienen una idea errónea sobre nuestra especie, mírame un momento, soy profesional y lobo- Tomó asiento a su lago cruzando sus brazos.
-Amo tus ojos, son como oro fundido. ¿Son naturalmente así o es lo que denota tu rango?-
-Es lo que denota mi rango, los alfas tenemos ojos llamativos. En mí caso debido a mi linaje son dorados ya que pertenezco a la rama original-
-¿Rama original?- Lo miró curiosa y muy atenta en sus pupilas doradas.
-Sí, soy totalmente Lobo, hay muchos de mi estirpe que son mestizos, es decir ligados con humano y eso los hace más débiles. Yo solo tengo ese lado humano porque somos hombres-lobos pero mi ser es totalmente animal-
-Que hermoso, podría pasar toda la noche escuchándote. ¿Y cómo seleccionas a tu hembra?-
-Ella me elije a mí, sabemos que somos compatibles porque pasamos toda la noche teniendo sexo-
-¿Toda la noche?- Los ojos de la chica se abrieron como platos -¿Cómo hacen eso?-
-No somos humanos Isamar, el sexo nos revitaliza y nos hace más poderosos. En mi caso como macho debo de ser capaz de satisfacer a mi hembra toda la noche, eso dice mucho de mí y crea que los demás varones me respeten-
-Caramba que impresionante, toda la noche- Miro el afiche que reposaba en su pared y sintió como su imaginación comenzó a crear escenas de ella desnuda con Rider sobre su cuerpo saboreándola. Se acordó que podía oler lo que sentía y rápidamente meneo su cabeza para despejar semejante locura.
-Descuida, es normal que una humana sienta curiosidad por mí o deseo- La miró y la desarmó con una sonrisa varonil junto a una ceja arqueada de niño malo.
-Ya, pero en mi caso no debo- Se levantó y buscó en un pequeño refrigerador un vaso de agua.
-¿Por qué razón no puedes?-
-Porque soy humana y fuera de fantasía hay que ser realista. Sería imposible, al menos para mí- Guardó su vaso y se acercó a la ventana para contemplar la luna. Notó a través del vidrio como la enorme silueta masculina se posaba detrás suyo y aquellos poderosos ojos la observaban con ansias.
-Entonces explícame ¿Por qué huelo una creciente excitación en ti?- Olfateó su dulce melena rizada que iba alborotada y posó sus manos en sus hombros.
-Te lo dije en un principio, amo a los de tu especie- Giró su mirada hacia otra parte, esos ojos la hacían temblar y sentirse aún más excitada. Trataba de tomar el control de su cuerpo pero la cercanía con el titan la estaba haciendo perder la batalla. Se deslizó lejos y terminó sentada en el borde de la cama. Rider sonrió, estaba huyendo de él y eso solo hacía que su animal interior despertara y ansiara probar cada parte de su cuerpo. Ahogó un grito al verse estampada contra el colchón, ni siquiera lo vio venir ¿Se había teletransportado? Sintió una brisa fresca por todo su piel, ¿En qué momento perdió su ropa?
AY CARAMBA...
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Querido Lobo (Mini historia)
Short StoryPara un alfa como Adirael, estar con humanas es algo ridículo y cursi; siempre le contaron que son frágiles y debes de acariciarlas mucho, en su mundo el sexo es recio y lleva mordiscos y arañazos. Isamar, una artista y dibujante apasionada con los...