Satisfied [Aosaku] 💔Terminado💔

💔I💔

Atención: si ya sabes que sucederá en este capítulo, por favor no comentes nada al respecto, pues estarías arruinando la lectura de aquell@s que no saben que pasará. Gracias por la atención.

En aquel manto oscuro, la luna iluminaba todo, junto a las hermosas estrellas, dando así el mejor paisaje para celebrar aquella fiesta que estaba llena de risas, aplausos y múltiples felicitaciones hacia dos individuos que no habían parado de sonreír mientras pasaban a saludar a los múltiples invitados. Después de varios minutos en ello, todos tomaron asiento en las múltiples mesas, dando paso a las palabras de sus amigos cercanos. Fué entonces que por fin, alguien no tan ebrio, fué quien le dió entrada a él.

-...Muy bien, muy bien...—Habló un poco embriagado Imayoshi—...De eso estamos hablando...—Su forma de hablar ocasionó un par de risas entre los demás invitados—...Ahora, cállense todos y denle un aplauso al damo de honor...—Levantó su copa de champagne, haciendo que un poco de su contenido cayera sobre su cara—...¡Sakurai Ryo! —Anunció feliz, haciendo aplaudir a todos los demás invitados.

-...¡Un brindis por él! —Exclamó, haciendo, levantando su propia copa.

-...¡Por él! ¡Por él! ¡Por él! —Coreaban los hombres. El moreno sonreía adorablemente, viéndole desde su puesto.

-...¡Y su mujer! —Volvió a exclamar el castaño.

-...¡Su mujer! ¡Su mujer! ¡Su mujer! —Corearon las mujeres esta vez. La chica se sonrojó por ser nombrada, desviando la mirada, apenada.

-...¡De su hermano! —Siguió exclamando.

-...Ryo-Chan, Ryo-Chan, Ryo-Chan...—Corearon los demás, haciéndolo reír un poco.

-...¡Que a su lado siempre está!...—Salió del lugar en donde estaba y se colocó en medio de la pista de baile para seguir hablando.

-...Siempre está, siempre está...—Seguían coreando.

-...¡Por su unión! —Mencionó, dando una vuelta, lentamente.

-...¡Por su unión y la revolución! —Exclamaron varios, entusiasmados.

-...Y el deseo que...—Sonrió encantadoramente.

-...El deseo que, el deseo...—La armonía que sonaba al corear, era simplemente hermosa.

-...Satisfechos...—Sus ojos se cerraron mientras se colocaba frente a la pareja, mientras tras de sí se escuchaba un coro diciendo "Siempre~" de forma armonioza—...Siempre estén...—Al abrir sus ojos lentamente, se percató que se trataba del moreno peli-azul junto a la joven pelirrosa.

La sonrisa que adornaba sus labios fué desapareciendo lentamente. Su latir comenzó a acelerarse al punto que creyó que se le saldría el corazón del pecho. Sintió un hueco en el estómago que se fué llenando de una amargura tal que pudo haber vomitado ahí mismo. Frío azotó su cuerpo, haciendo doler sus huesos, solo agregándole otro grado de dolor a su estado. Empezaba a dolerle la cabeza ¿Estaba enfermando? No, esto era genuina decepción ¿De qué?

Atrás~

Podía imaginarse miles de escenarios diferentes, pero era solo capaz de recordar uno que solo incrementaba su dolencia.

Atrás~

Sus pupilas se hicieron cada vez más pequeñas, al punto de solo quedar siendo un pequeño punto oscuro. Podía escuchar miles de voces susurrando a su alrededor, a su oído, todas mencionando la estupidez que había comentido hacía un tiempo.

Indefensa~

Sintió como su cuello era rodeado por un par de delicados brazos que lo hicieron voltear inconscientemente, notando que no había nadie tras de sí ¿Estaba enloqueciendo?

Enamorar~

Lentamente, su entorno comenzó a oscurecerse, logrando sumergirlo cada vez más en la agonía que había creado para él. Más voces, más dolor.

Todo era más intenso e iba empeorando cada vez más.

Atrás~

Sus párpados se cerraron con fuerza mientras sujetaba su cabeza, a la vez que su mandívula se apretaba, haciéndole doler los dientes, todo esto buscando tratar de callar las voces, de apartar el dolor.

De sentirse bien nuevamente.

Fué entonces que cayó en cuenta de algo que había tratado de olvidar.

Me acuerdo de esa noche, creo qué...

Estaba cada vez más cerca, podía sentirlo.

Me acuerdo de esa noche, creo qué...

Era su culpa...Él había creado todo eso y ahora pagaba las consecuencias de su estupidez.

Me acuerdo de esa no-

Me acuerdo de esa...

Sus párpados, los cuales se había cerrado de pronto, nuevamente se abrían lentamente, dejándolo ver un entorno diferente, el cual sabía que se trataba de un recuerdo.