🌸05🌸

407 42 8
                                    

El camino hacia la estación de tren más cercana no es largo en lo absoluto, de forma que mientras caminan uno junto al otro a un ritmo medianamente rápido a Yoon el tiempo le parece suficiente como para contarle al menor como es que sus dos pequeñas y demasiado adorables hermanas mellizas de las que él no tenía idea mínima de su existencia han sido las responsables de retrasarlo aquella mañana provocando su llegada tardía al trabajo.

De alguna manera para el alivio del pelirrojo el potente interés que muestra Hong por saber más acerca de las dos pequeñas niñas le parece sumamente encantador, y él le ofrece en medio de un murmullo visitar su casa en los próximos días para que las conozca y trate con ellas. Joshua se ve totalmente convencido de que es una idea fantástica, pero no planean nada ni agregan un último detalle porque pasados exactos veinte minutos se encuentran en la estación del tren y la atención de JeongHan parece tomarle más importancia a las flores que observa que a Joshua.

Parado bajo el umbral del arco enorme que forma la entrada de la estación del subterráneo hay un tipo joven y de cabellos rubios demasiado desordenados y con distintas tonalidades de amarillo, que van desde el más pálido casi blanco hasta el que es casi color huevo y con ello le indican que claramente no es una cabellera rubia natural. Sin tener nada en contra de eso, su organismo encuentra una agradable calma que no sabía que estaba necesitando en el hecho de analizar al tipo profundamente a medida que se acercan.

Mientras van a paso tranquilo hacia el muchacho, Jisoo consigue escuchar vagamente que JeongHan le explica en un murmullo que las flores que están viendo son magnolias blancas, o algo así.

A pocos metros de distancia, puede darse cuenta que el de los cabellos teñidos tiene una fuerte mirada azul tan brillante que lo hace dudar entre que además use lentes de contacto, o que el tipo sea una mezcla sanguínea extraña de alguna mujer asiática con uno de esos hombres bien sea rusos o americanos, sabiendo a la perfección que aquel rasgo tan fuerte de una mirada tan cristalina solo podía venir de algún sitio así.

Más allá, en otro nivel de pureza y claridad, estaba la mirada ambarina de Yoon JeongHan y la manera hermosa en la que sus orbes dorados brillaban como el oro debajo de los rayos del sol.

No obstante, de no ser porque el muchacho más bajo que había estado llevando de la mano los últimos veinte minutos le hubiese dicho tiempo antes que se reuniría con el teñido por el motivo exclusivo de que él se encargaría de hacer de emergencia los arreglos florales de las mesas para el día de su boda, habría hecho que a la sonrisita socarrona que le había dado el tipo a su hombre le faltaran dientes.

Por suerte sabía que era heterosexual, que iba a casarse muy pronto y que su único interés en JeongHan era que él hiciera magia con las benditas flores que había ido a llevarle para que las mesas de su evento no se vieran sosas y desaliñadas. Había tenido suerte aquel tipo, no cualquiera le sonríe a Yoon JeongHan, le lleva cerca de doscientas magnolias y sale salvo de haberse encontrado con su puño.

Cuando llegan frente al hombre y este toma la frágil mano diestra de JeongHan entre las dos suyas, Hong se encuentra dándose cuenta de que le parece un abuso de su parte y una acción demasiado exagerada el apretar la mano del más bajo de esa manera por más agradecido que se encuentre ahora. También, aunque nadie se lo está preguntando y puede que su cara seria no sea lo suficientemente obvia en conjunto de sus hombros anchos metidos tensos dentro del traje, reconoce abiertamente que está celoso y quiere que lo más inmediato posible el tipo le quite las manos de encima al pelirrojo.

Cuando escucha la voz del rubio dirigirse a JeongHan, el timbre de sus palabras le parece igual de irritante que su cara. — Muchas gracias, JeongHan. Estás salvándome la vida al hacer este trabajo.

Blomster ❞. ₊ [ JiHan ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora