Camino a la perdición... [A GABENATH LEMON BOOK] [+18]

Gabeyura

"Dueños de la noche"

A/N: aquí vengo de nuevo jaja. En este escenario Mayura no tiene el miraculous dañado y es la única villana de París, bueno no tanto, es más como una antiheroína. El miraculous de la mariposa nunca se perdió y está en la caja de prodigios, así que Gabriel nunca fue Hawk Moth, pero si perdió a Emilie. Desde que es viudo, ha desarrollado cierto interés por nuestra azulada dama.

*POV de Mayura*

Era una bella noche como otra en París. El trabajo me estaba matando, necesitaba sentir la brisa en mi rostro, liberarme un poco.

Tomé mi prodigio y mi kwami apareció, al parecer estaba lista para algo de acción, igual que yo. Estaba muy cansada como para ir a molestar a ese par de héroes adolescentes, y tampoco se veía tan peligrosa la ciudad para detener a uno que otro ladrón. Así que sólo sería un paseo.

Abrí las puertas de mi balcón y salí, tomé mis anteojos y los lancé hacia mi habitación, que cayeron afortunadamente sobre mi cama, y recité mi frase de transformación.

"¡DUUSU, ESPARCE MIS PLUMAS!"

Una luz me rodeó y me transformé en mi maravilloso alter ego: Mayura.

Di un gran salto y llegué al techo del edificio en frente de mi departamento. Entonces empecé a brincar de techo en techo, no tenía un camino fijo, solo seguía hasta donde el destino me llevara.
Pasé por la torre Eiffel, por el Arco del Triunfo, el Museo de Louvre.

Después de un par de horas, me estaba quedando sin energía, debía reponerme para regresar a casa. Llegué a un jardín lleno de todo tipo de flores. Tomé mi abanico y lo abrí para abanicarme un poco. Pero todo se me hacía demasiado familiar. Giré y me di cuenta donde había llegado, era en donde trabajo: la mansión Agreste.

Sentí un escalofrío por todo mi cuerpo. Si el señor Agreste lograra verme así... O peor, ¡Adrien! No sabría cómo reaccionar.

Estaba a punto de partir cuando una voz detrás mío se escuchó. Me di golpes mentalmente, es como si el destino hubiera escuchado mis pensamientos y quisiera tenderme una trampa.

"¿Disculpe, Mayura?"

Estaba estática, mis piernas no respondían. Giré mi torso y lo vi. Era Gabriel Agreste, mi jefe.

"¿Cómo sabe mi nombre?" qué tonta pregunta hice, me di otra palmada mental en el rostro.

"Bueno, supongo que es más que obvio, es usted la villana más temida de París" caminaba lentamente hacia mi.

"¿Con qué así me tiene la ciudad catalogada? Me considero más como una antiheroína, la verdad..."

"Yo no creo eso de que sea villana, pero temible para algunos si"

"Y al parecer usted no parece estar asustado con mi presencia en su casa, señor Agreste."
Mis piernas por fin respondieron y giré completamente para estar frente a él. Podía apreciarlo de más de cerca, cada facción, su cabello, ni una arruga, esos ojos...

"Está en lo correcto señorita Mayura, no le temo en lo más mínimo. Desde el día que su imagen apareció por primera vez en los noticieros y periódicos" confesó con algo de pudor y fascinación.

Y sí, era cierto. Su semblante siempre cambiaba mientras leía alguna nueva noticia de Mayura en su oficina. Paraba lo que sea que estuviera haciendo para detenerse a leerla con fascinación, yo lo observaba desde mi escritorio con una gran sonrisa. Se sentía lindo que alguien tenía gran admiración por ti. Creo que hasta Gabriel llegó a sentir algo de atracción hacia Mayura. Pero si se entera que su amor platónico no es nada más ni nada menos que su aburrida asistente, todo acabaría, y para mal.