Camino a la perdición... [A GABENATH LEMON BOOK] [+18]

Hawkyura

"¿La última vez?"

-No puedo creerlo, Mayura... ¡Lo hemos conseguido!- una voz victoriosa masculina sonó por toda la guarida tan fría y oscura de Hawk Moth.

Una figura femenina se pone frente suyo y lo toma de los brazos, sonriéndole en respuesta.
-Te prometí que ganaríamos al final. Juntos, somos más fuertes. Esa chica Lila Rossi hizo una maravillosa jugada, nos consiguió ambos prodigios. Lástima que no nos dijo las identidades verdaderas de ellos...-

-Eso no importa ya, ahora, ¡es que por fin tendré el poder absoluto!- rió de manera malvada el villano más temido de todo París. La villana azulada le sonrió de lado, pero de manera falsa.

Sí, tal vez su prodigio estaba reparado y ya no sufría más, pero aún así, con el poder absoluto hay un precio que pagar. Y ella estaba más que dispuesta a ser ese sacrificio.

La azulada se entristeció y dio media vuelta dando un par de pasos para alejarse de ese hombre. Lo extrañaría, pasaron por demasiado juntos, y... En otros aspectos más íntimos también se habían acercado, o mejor dicho conocido. Ambos eran adultos y a esta edad necesitan saciar ciertas necesidades.
Extrañaría al hombre detrás de la máscara... Gabriel. Amaba demasiado a ese hombre, pero si recuperar a su esposa le otorgaba de nuevo toda su felicidad, estaba más que lista para entregarse.

-Mayura, ven aquí...- dijo el villano tratando de acercarse a ella, pero no sabía si avanzar hasta ella sea lo correcto. Él hizo hasta lo imposible de convencerla de que ella no sea el sacrificio, pero lamentablemente no había nadie más, no intercambiaría a su hijo. No quería perderla a ella también, pero era ella o su esposa...

Por fin decidió y se acercó hasta la villana, tomándola del hombro. Esta al sentir su tacto vuelve a voltear a mirarlo, esta vez con una sonrisa sincera, pero con ojos cristalinos llenos de tristeza.
-Le voy a extrañar demasiado, señor... Fue un honor servirle hasta el final- asiente la cabeza.

-Sabes que no quiero que te vayas...- replicó con tristeza.

-No hay otra manera, soy yo, o Adrien, u otro inocente... O usted mismo...- bajó la cabeza.

-¿Hay algo que pueda hacer por ti antes de... De... De que te vayas?-

Mayura pensó en todo lo que pasaron de nuevo, y mágicamente una imagen muy íntima de ellos hace poco se reprodujo automáticamente en su mente.
-Sólo, una cosa, Hawk Moth...- Mayura rodea con sus brazos la nuca del villano y lo acerca a ella para besarlo, y sin dudarlo, el contrario la besó de regreso.

Había empezado con un tierno beso lleno de un sinfín de sentimientos, pero poco a poco se tornó más apasionado, ambos luchaban por dominancia, pero al final, Mayura resultó victoriosa.
El ventanal con forma de mariposa estaba abierto y sólo los alumbraba la luz de la luna, Hawk Moth tomó a su compañera de la cintura y empezó a bailar con ella. Pero en cada tercera vuelta, paraban a besarse. Bailaban y se atacaban a besos.
Luego, el villano le dio vueltas a la azulada y su espalda chocó contra la pared. Este sonrió de lado, su plan había funcionado y la tenía en donde quería.

Este la inmovilizó de las muñecas, sujetando a ambas con fuerza mientras que con la otra mano bajaba hacia cierta región que extrañaba sentir. Todo eso mientras devoraba el cuello de la pavo real.
-Santo cielo...- gimió la contraria.

-Y la diversión aún no empieza, querida- el villano guiñó un ojo, mientras arrancaba la ropa interior de la dama y sentía aquella intimidad con sus dedos que un par de guantes de cuero cubrían.
El cuero se sentía frío y provocaba más sensaciones en Mayura, y no fue hasta que Hawk Moth encontró su botón de placer y lo masajeó justo cómo él sabe que le gusta a la contraria.