¿Crees que valió la pena? [Devildice]

De vuelta a mi primer hogar

Los hermanos corrían por el extenso bosque de su isla natal, sus mentes llenas de emoción por resolver el misterio del principe los llenaba de energía, aunque tenían en cuenta que podía a ver una posibilidad de que ese hombre no tuviera la menor idea de la historia que necesitaban escuchar.

Aún así, si eso fuera cierto buscarían a otros para saber cuánto podrían llegar a encontrar. Ya agitados por correr comenzaron a caminar, por qué no es como si la casa fuera a desaparecer como por arte de magia.

— Oye Cuphead, ¿Creés que podrían ser reales Devil y Dice? Ya sabes, por su historia y eso — dijo dudoso uno de ellos.

— Que tonterías estás diciendo Mugman, claro que existen. Yo sé que todos ellos son reales — confirmo el otro, eran niños con una gran imaginación podían creer hasta lo imposible y, ¿Por qué no creer algo que tiene muchas preguntas?

— Sabes estaba pensando en lo que dijo el abuelo, sigan derecho por el bosque y al final de este habrá una casa la cual contara la siguiente historia — Narro el de pajilla azul — Si hacemos lo que dijo la encontraremos fácilmente Cup —

— Si, ya lo sé, yo también estaba ahí cuando lo dijo —

El viento corría a su favor, secando el sudor de sus frentes mientras que los niños observaban las hojas caer; los minutos pasaron y ambos con alegría en sus ojos miraban de lejos la casa que buscaban. Corrieron lo más rápido posible a aquel lugar y con la energía del momento tocaron la puerta principal esperando a que atendieran al llamado.

— ¿Creés que esté en casa? —

— Tal vez, aunque si no está lo tendremos que esperar — respondió con duda mientras observaba desde el marco de la ventana, aunque el ser un pequeño espía no duró mucho ya que un hombre con cuernos salió a recibir a los niños.

— Hola, ¿En qué puedo ayudar a estos pequeños exploradores? —

— Oh, hola señor, mi nombre es Cuphead y él es mi hermano Mugman nuestro abuelo nos dijo que podría responder unas preguntas — hablo con felicidad, él hombre que acabaría con las dudas estaba frente a ellos.

El frío del invierno comenzaba a empeorar y la nieve ya caía con intensidad amenazando a todo aquel que saliera de casa.

— Ya veo, ustedes son los nietos de Elder Kettle es un gusto verlos en persona niños y pasen por favor, que hace frío afuera, saben su abuelo es un buen amigo mío desde hace años — invito a pasar a las tacitas y los llevo a la sala de estar donde los tres tomaron asiento cerca de la chimenea — ¿Gustan té? —

— No pero gracias, Mr. Oliver le tenemos unas preguntas — menciono Mugman.

— Yo con gusto les diré lo que quieran saber chicos — al decir eso bebió de su taza de té.

— ¿Qué es usted? — pregunto la tácita de pajilla roja.

— ¿Qué es lo que soy? Soy solo el fragmento del amor de dos almas vivas, soy un demonio que aunque no tiendo a ser malo soy el hijo de alguien importante en el subsuelo de almas pecadoras —

— Entonces usted es el hijo del... ¿Diablo? — mencionó un poco inseguro.

— Si, soy el único e inigualable Oliver Calloway heredero del infierno — respondió con orgullo.