Capítulo 35

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-¡Enseguida! -se dirigió hacia ambos pequeños para ayudarlos a subir.

-¡Jet, Wave, Strom! Encarguen se de sellar el paso.

-Como digas -se encaminó junto a su equipo a la escotilla que daba al túnel para encargarse de sellarlo.

-En cuanto a ustedes -volvió a posar su vista en ambos pequeños- ¿Cómo fue que encontraron la entrada de ese pasadizo?

-¡No puede sellarlo! -ignoró la pregunta por completo-. ¡Nuestra amiga debe estar en el túnel!

-Lo siento niños, pero ese túnel se sellará ahora mismo.

Después de terminar su oración, un gran estruendo seguido de un pequeño temblor se hicieron presentes en el lugar, indicando a los pequeños lo obvio.

-Todo resuelto Josh - exclamó saliendo del lugar cubierto de tierra al igual que sus camaradas.

-Perfecto.

En el rostro de los pequeños se podía observar claramente el dolor y la impotencia de no haber podido hacer nada para impedir que sellaran el túnel por el que su amiga llegaría hasta ellos. 

-Ahora, respondan la pregunta que les hice hace un momento, de lo contrario -sacó nuevamente el arma con la que les apuntaba en un principio- saben lo que les pasará.

No dijeron nada ante la amenaza por parte del gato, únicamente lo miraban con remordimiento.

-Como quieran.

Antes de tirar del gatillo uno de los presentes se puso en medio del arma y los que serían sus víctimas.

-¡Espera Josh! -se posicionó frente al arma- ¡Son sólo unos niños, no puedes hacer eso!

-Apartate María. Si no lo haces, tú sangre será la que embarre mi piso.

-¡No lo haré! ¡Esa es mi última palabra!

-Si esa es tu última palabra, no tengo más opción que cumplirla.

Los tres involucrados cerraron fuerte mente los ojos esperando su muerte inminente, más escucharon una voz que seguramente provenía de la entrada del establecimiento, así que decidieron abrir nuevamente los ojos.

-Josh si yo fuera tú, bajaría el arma -se adentro al lugar-. Si no lo haces mi bala atravesará tu cabeza antes de que intentes dispararme.

-No te metas en esto Inner. No tienes nada que hacer aquí -bajó su arma y lo vió de una manera fulminante.

-Lo sé. Pero no hubiera venido hasta aquí solo para verte la cara. He venido porque necesito que Big me ayude con algo. Sabes ¿Dónde está?

-No -respondió cortante-. ¡Ahora largo!

-De acuerdo.

-Gracias Inner -dijo la eriza amarilla antes de que él se dirigiera a la salida.

-No es nada María. -dió media vuelta.

El recién llegado se disponía a salir cuando la pequeña coneja se posicionó frente a él con los ojos vidriosos.

-S-señor, nosotros bus-buscamos a alguien llamado Big.

-¿Quiénes son ustedes?

-Estos niños, salieron por uno de los pasadizos que tenemos en el lugar -intervino la eriza.

-¿A sí? -miró a ambos por una corta fracción de segundos-. ¿De qué pasadizo salieron?

-Del que se encuentra detrás de la barra -se posicionó junto a ambos.

Al decir aquello, la eriza noto que la expresión tranquila del joven cambio por completo.

-¿Detrás... de la barra dices? -preguntó esperanzado de haber oído mal.

-Amm si, eso fue lo que dije -lo miró intrigada-. Acaso ¿Sabes a dónde se dirigía?

El joven ignoró por completo la pregunta de su contraria y se puso a la altura de ambos niños con un semblante preocupado. Al observarlos vió que aún tenían los ojos vidriosos, así que se atrevió a preguntar:

-Fue de una cabaña en el bosque de la que vienen ¿Verdad?.

Como respuesta solo asintieron.

<<No puede ser de ella>>

-El nombre de la persona que los ayudó era...era ¿Leila?

Un "sí" salió instantáneamente de los labios de la pequeña en forma de susurro.

-Maldita sea -susurro para que ellos no lo escucharan-. Y ¿Dónde está ella?, ¿Por qué no está con ustedes?

-Espera Inner, acaso ¿Tú sabes quién los envía?

-Claro que lo sé -la miró seriamente-. Por ese mismo motivo, se que ella no dejaría solo a un niño que se encuentra a su cuidado. ¿Dónde está? - retomó  la pregunta.

-Ella dijo...que nos alcanzaría después. - recordó con pesar las palabras de su mayor volviendo a resbalar las lágrimas por sus mejillas.

-También dijo que al llegar al final del pasadizo preguntaramos por un tal Big, y que digamos que vamos de parte suya. Él nos ayudaría y nos mantendría a salvo hasta que ella vuelva.

-Comprendo -se puso nuevamente en pie-. Vengan conmigo. Yo también lo estoy buscando, que les parece ¿Si lo buscamos juntos? -les regalo una sonrisa cálida y tranquilizante.

Los niños al ver esa calida sonrisa aceptaron de inmediato, después de todo, era mucho mejor ir con él a quedarse en aquel lugar en el que sus vidas corrían peligro.

Al ver la positiva de los niños, el joven se giró hacia la eriza quién parecía tranquila al saber que los pequeños irían con él.

-María, ¿Vendrás conmigo?.

-¿Quieres que... que yo vaya? -preguntó incrédula.

-Claro -dijo suavemente-. Además, creo que Josh no está nada contento con lo que hiciste hace rato. Y bueno... necesito algo de ayuda.

Al escuchar la última oración de su contrario, observo que él bajaba nuevamente la vista hacia los pequeños, entendiendo a qué clase de ayuda se refería.

-Claro que te ayudo Inner -caminó a su lado.

-Bien. Pues entonces vamos ya. -tomó la mano de Cream, mientras la eriza tomó la de Tails.

Cuando se estaban acercando a la salida la misma persona que les había apuntado antes, impidió que los cuatro pudieran salir.

-No puedes llevártelos -sacó su arma.

La pequeña por instinto se colocó detrás de Inner.

-Claro que puedo. -lo miró amenazante-. ¿Quién me lo impide? ¿Tú?

-No. No sólo yo -lo miró con superioridad-. Más bien...

Un "nosotros" se escuchó en todo el establecimiento.
Miró a sus alrededores, y observó que todos los presentes en el lugar sacaban sus armas.

-Escucha Josh, no quiero problemas, solo déjame llevarlos lejos y asunto arreglado. Así tú y yo ganamos ¿Qué dices? -extendió la mano en señal de querer sellar un trato.

-Bien, yo digo... Que ni estando ebrio haría un trato contigo.

-Ok. Entonces mátanos, y te las veras con el gremio de los magos. Dicho esto adelante, eres libre de jalar el gatillo, y entre más rápido mejor si no te molesta. La sangre es más fácil de limpiar cuando está fresca, así que apresurate por favor.

La eriza miro horrorizada al joven por sus palabras. ¿Acaso no iba a defenderlos? ¿Iba a dejar que los mataran ahí?

-Inner -susurro-. ¡¿Qué estás haciendo?!

El joven no dio respuesta a su pregunta. Únicamente se mantuvo viendo al frente.

-Qué esperas para jalar del gatillo, ¿Una invitación?


Continuará.......

Assassin SonamyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora