Capítulo 36

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-¿Y bien? -se acercó más al arma-. ¿Lo harás o no? No tengo todo tu maldito tiempo.

Ante la osadía de aquel joven estaba apunto de jalar del gatillo cuando escuchó a uno de los suyos preguntar:

-¿A que te refieres con que tendremos que vernos las con el gremio de magos?

Una sonrisa apareció en el rostro del joven.

-Veo que no lo saben -se giró a la multitud armada-. Estos niños son los protegidos de una bruja.

Todos incluida la eriza de cabellos dorados palidecieron y quedaron en silencio al escuchar aquella revelación.

-¡Miente! -gritó uno de ellos-. ¡Todos sabemos que los magos y las brujas no se mezclan! ¡Esta mintiendo!

-Si al menos tuvieras aún neuronas funcionando, sabrías que el gremio de magos tiene algunos integrantes que son brujas y hechiceros desde hace ya un siglo.

Aquel no pudo responder pues era cierto, hace ya un siglo las brujas y hechiceros que no habían seguido el camino de sus semejantes habían hecho una alianza con el gremio de los magos.

-Y también estoy muy seguro que todos saben lo que le pasa aquel que se mete con un protegido del gremio de los magos ¿O no?

Otro silencio invadió el establecimiento. Se habían escuchado rumores sobre lo que les pasaba a quienes se metieran con los protegidos del gremio de los magos y peor aún si sus protegidos eran niños.

-¡Charlatán! Ese gremio ni siquiera está enterado de la situación. ¡Así que, fácilmente podríamos matarlos aquí y ahora!

-¿Crees que no están enterados? -posó su mirada en el ciervo que le había dicho charlatán-. Entonces creo que deberías ver en la ventana.

Y así lo hizo, más su rostro reflejo terror al ver a la ventana. Las personas de su alrededor miraron para saciar su curiosidad y la misma expresión de horror se pintó en algunos de sus rostros mientras que en la de otros se pintó una clara confusión. En el marco de la ventana del lugar se encontraba una lechuza mirando fijamente a la multitud.

-Ya saben lo que eso significa.

Todos volvieron a poner atención a sus palabras.

-El gremio de los magos está al tanto de todo.

-¿Cómo puede ser eso posible? -cuestionó un oso que no entendía la gravedad del asunto.

-Bueno, mi querido amigo -se acercó a él intimidante dejando a la niña con María-. Para la mayoría de personas que están aquí presentes es más que obvio. Pero, no me percate de que habían rostros nuevos.
Esa lechuza que ves ahí -señaló a la mencionada-. Es un espectador controlada por un mago de un alto rango los únicos que pueden hacer algo así, lo que significa que si ustedes me matan a mí no hay problema alguno -caminó nuevamente hacia los niños-. Pero si llegan a tocar a estos niños pueden considerarse muertos.

-Los magos no harían algo como eso. Ellos no utilizan sus dones para dañar a la gente.

-Lo sé. Los magos no son capaces de tal acto, es por esa razón que la lechuza no es más que un punto de referencia para las verdaderas personas encargadas de hacer un trabajo como ese.

Algunos empezaron a retroceder y buscar medios seguros de escape. Mientras los otros observaban aún confundidos. Él al percatarse de esa acción añadió rápidamente:

-Eso no servirá de nada. A estas alturas, ya deben haber rodeado el lugar por completo.

-¡Qué se vayan!

Assassin SonamyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora