Capítulo 37

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-Así es -dijo la pelirrosa-. Queremos su ubicación ¿Sabes dónde está?

-Por desgracia tendré que contestarte lo mismo. El libro ya no está en Caranes desde hace un siglo.

-¿Un siglo?. ¡¿Y no se nos notificó de ello?! -levantó la voz la pelirosa.

-¡Oye! No tienes porque desquitarte conmigo. Lo descubrimos apenas hace unos meses.

-Y sabes ¿Dónde podemos encontrarlo?

-Como ya te lo mencioné antes, se rumorea que su ubicación se encuentra escrita en un pergamino. Sin embargo, no tenemos idea de dónde se encuentra. Además, aún si lo encontramos, esta escrito en una lengua antigua. -dijo mientras posaba una de sus manos en su mejilla mostrando frustración.

-¿Te refieres a este? -dijo sacando el pergamino de entre su capa.

-Si ese -dijo sin interés-. Espera...¡Ese!.

-Por tu reacción supongo que si -habló el cobalto divertido.

-¡¿De dónde lo sacaron?! -al hacer la pregunta se lo arrebató de las manos a la pelirosa.

-Leila.

-¿Quién? -preguntó al pensar no haber oído bien.

-Leila nos lo dio cuando visitamos su casa.

-Y...¿Ella se encuentra bien? -preguntó desviando la mirada.

-Tranquila, ella está bien. -calmó la pelirosa.

Ambos erizos observaron como su contraria soltaba un suspiro tranquilo.

-Es bueno saberlo -dirigió su mirada nuevamente al pergamino para acto seguido abrirlo y ver su contenido-. Dime ¿Cómo es que aún no sabes su ubicación?

-Ye te lo dije -desvió la mirada-. Esta escrito en una lengua antigua.

-Y es por esa razón es que te lo pregunté -la loba la vio con confusión.

El cobalto miro con confusión a su contraria y luego a la eriza a su lado para seguido tomar la palabra.

-No estoy entendiendo nada. ¿A qué te refieres con eso?. No, esa no es la pregunta, la pregunta aquí es si puedes leerlo o no.

-Yo no puedo leerlo, la lengua antigua no es mi fuerte.

Ante la mirada de enojo del cobalto añadió rápidamente:

-Pero ella si que puede hacerlo -señaló a la rosada.

El erizo miró con incredulidad a su compañera, quien en ningún momento levantó la mirada.

-¿Eso es cierto?

-...

-Amy... -levantó el mentón de la mencionada- ¿Sabes leerlo?

Lo miró a los ojos por un par de segundos hasta que por fin respondió a su pregunta.

-Yo... ya no puedo hacerlo.

-Eso significa que antes si podías hacerlo.

-...Si.

-¿Hace cuánto que ya no lo haces? -intervino la loba para que Sonic guardara silencio y se mantuviera como un simple espectador.

-Siete años.

-Siete años... y se puede saber ¿Por qué? -preguntó con un tono claro de disgusto con la pelirosa-. Creí que ese era tu fuerte. Además se suponía que no tenías que olvidarlo.

-Lo siento ¿Si?. Estoy consiente de que saber leer el pergamino nos hubiera ayudado mucho, no tienes porque repetirlo.

La loba la miró por unos minutos para luego desviar su mirada de la rosada y ponerse pensativa por otros minutos.

Assassin SonamyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora