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—Después de unos segundos de silencio bastante incomodo para ambos chicos, el pelinegro se dignó a hablar—  luzu me dijo que no te dijera pero el evidentemente esta aquí —soltó una risilla nerviosa— por mi no hay ningún problema de que entres y...—auron inmediatamente negó—

Si el no quiere verme no voy a obligarle —sonrió— solo dile que vine a verle por que me preocupe y pues dile que lo espero en la consulta de mañana

Vale chaval...—vegetta nuevamente subía las escaleras, se le notaba un tanto preocupado pero auron se limito a sonreír— las consultas ¿cómo han ido las consultas?  —cuestiono con la misma actitud de siempre, de un segundo a otro ya se notaba igual de risueño y tranquilo—

Están yendo muy bien, por eso me extraño que hoy faltara, se le notaba tan...tranquilo —admitió alejandose más— supongo que me iré, gracias de todas formas nene

El está bien! —dijo en un tono más alto pues auron ya se encontraba a una distancia razonable— solo que hoy iba a decirte lo que realmente siente por ti y se puso tan nervioso que prefirió no ir a tu consultorio—susurró haciendo una pequeña mueca, pues en verdad quería gritar eso—

Se miraron unos segundos para luego simplemente darse la espalda, auron nisiquiera se esforzó por leer los labios de vegetta para descifrar lo que estaba diciendo en susurro, simplemente comenzó a caminar, y por otro lado vegetta se había quedado con mucho que decir, pero por la mirada afligida de auron prefirió guardar sus comentarios.

Con algo de decepción, el de cabellos cobrizos partió en dirección a la casa de rubius, con quien solía platicar cuando se sentía de esa forma, más bien, cuando necesitaba hablar con alguien.

A pesar de ser un "buen psicologo" desde el punto de vista de sus compañeros, quienes decían que tenia aquel don para poder escuchar y aconsejar con agilidad, el era un chico inseguro de si mismo y sus problemas prefería guardarlos para el y para nadie más. Pero como cualquier ser humano, había momentos en los que realmente necesitaba desahogarse con alguien y no solo tragarse sus penas ¿y que mejor que el osito retrasado? siempre estaba dispuesto a hablar con el y era con el que más confianza tenía.

Aparte de luzu...

Soltó una risa ronca ante la escena que presenciaba, rubius tenía su máscara de oso junto con su capucha blanca y yacía dormido en la hamaca que había colgado en la parte de enfrente de su hogar. Auron rodó los ojos y camino, observó en la entrada la bandera que le había colocado ya hacía un tiempo y fue hasta la dirección de la hamaca para mecer esta. 

Oye cerdo ¿qué hora crees que es? anda levanta y agradece que estas vivo  —auron tomo impulso para subirse a aquella hamaca, quedando los pies de ruben al lado de su cabeza y los suyos al lado de la contraria—

Joder macho —gritó como el dramático que era y auron río a carcajadas— casi me matas de un infarto, coño, joder —cubrió su rostro ante el susto que cargaba y trato de relajarse— ¿que quieres? — despúes de unos seguneos lo miró haciendo una mueca por lo adormilado que se encontraba—

Pues, solamente quería hablar contigo sobre algo, pero veo que estas de mala hostia —rubius se acomodó para mirarle mejor, dándole a entender que siguiese hablando — estoy confundido...

¿Luzu? —cuestiona formando una sonrisa en su rostro— no se que tanto sufres, evidentemente ese chico se muere por ti, ósea ¿sabes lo que te digo?

Pero ¿por que va a mi consultorio? hoy nisiquiera quiso verme —desvío la mirada hacia la ventana del hogar de rubius, notando algunos diseños del interior— no se que hacer, el me gusta mucho —abrió los ojos con sorpresa y se sostuvo con fuerza pero había sido en vano, gracias a que rubius se levantó de golpe, había caido al suelo por la repentina sacudida, soltó un quejido al sentir el impacto de su cuerpo contra la madera y un leve jadeo se escapo de sus labios — joder macho, calmate un poco

⁂(☕)..❡ El psicólogo del Amor (Luzuplay)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora