Día cincuenta

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Después de un gran viaje en tren hacia casa ayer, y desempacar mis cosas, finalmente estaba en mi vieja habitación de cuando era niño. Mi madre no me ha apartado de su vista y me estoy empezando a sentir sofocado como cuando me sentía con los chicos. Amo a mi madre, realmente lo hago, pero necesito estar solo. Las chicas están felices de tenerme de vuelta, me despertaron esta mañana encima de mí y haciéndome cosquillas para que despertara.

Fue la primera que reí en un tiempo. Creo que esto será bueno para mí.

99 días sin ti Donde viven las historias. Descúbrelo ahora