High School Musical | NaruHina

🎤:;𝘾𝙖𝙥𝙞́𝙩𝙪𝙡𝙤 2

Seguían aturdidos por la emoción de su actuación improvisada y salieron a caminar en el aire fresco y chispeante.

—Tienes una voz impresionante— dijo Naruto —Eres cantante, ¿Verdad?—

Hinata se encogió de hombros.

—Canto en el coro de la iglesia. Una vez traté de hacer un solo y casi me desmayo— reconoció sonriendo.

—¿Por qué?— preguntó Naruto sorprendido.

Ella movió la cabeza al recordarlo.

—Miré a todo la gente que estaba observándome y lo siguiente que recuerdo es que estaba mirando al techo. Fue el fin de mi carrera como solista—

—Después de oírte ahora, es difícil de creer— dijo él sinceramente.

—Es la primera vez que hago una cosa así— contestó ella.

Naruto comprendía cómo se sentía.

—Tu voz también suena como si hubieras cantado mucho— añadió Hinata.

—Si, muchísimo— dijo Naruto bromeando —Tengo impresionadísima a la regadera de la ducha—

En ese momento oyeron las voces de todos al unísono.

—¡Diez! ¡Nueve! ¡Ocho...!—

Había empezado la cuenta atrás para el comienzo del Año Nuevo.

Naruto y Hinata se miraron y rápidamente apartaron la mirada.

—¡Siete! ¡Seis! ¡Cinco! ¡Cuatro...!—

“Es una noche mágica”, pensó Hinata, deseando que durara mucho más.

“¡No puedo creer que no quisiera venir a esta fiesta!”, Pensó Naruto “¡Ha sido Sido impresionante!”

—¡Tres! ¡Dos! ¡Uno!—

Todos empezaron a gritar y a soplar sus espantasuegras. Los fuegos artificiales estallaron en el cielo, llenándolo de chispas rojas, doradas y azules. Todo el mundo lo celebraba, pero Naruto y Hinata de repente se sentían incómodos.

“La gente se besa en Fin de Año”, pensó Naruto. “¿Debería...?”

“Es una tradición besarse cuando el reloj da la media noche”, pensó Hinata. “¿Querrá...?”

Ninguno de los dos se movió. Unos segundos después, ella sonrió.

—Creo que será mejor que vaya a buscar a mi madre para desearle feliz Año Nuevo— dijo.

Naruto asintió. El hechizo se había roto y se sentía un poco aliviado.

—Yo también— respondió —bueno, no a tu madre, a la mía... Y a mi padre. Te llamo mañana—

Sacó su teléfono celular, le tomó una foto a Hinata rápidamente y luego le pasó el teléfono.

—Apunta tu número—

Hinata sacó el suyo y se lo dió a él.

—Y tú el tuyo...—

Intercambiaron los celulares y anotaron sus números rápidamente. Después, Hinata dió la media vuelta para marcharse, pero Naruto la detuvo.

—Cantar contigo ha sido lo más divertido que he hecho en estas vacaciones— dijo sinceramente —¿Dónde...?—

Una nueva serie de fuegos artificiales empezó a estallar sobre sus cabezas y el ruido de las explosiones ahogó sus palabras.

Hinata estaba ya en las escaleras. Sonrió, le dijo un adiós con la mano y desapareció. Naruto se quedó mirándola sin moverse.

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