FELIX FELICIS (Jenlisa)

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Estar abrazada a él, se sentía demasiado mal… todas las decisiones que había tomado, habían sido las incorrectas, y le tomó todo este tiempo comprenderlo. La mirada de esos ojos chocolate, esas lágrimas que Rosé derramaba, solo por ella… Le rompía el corazón pensar en todo lo que le había hecho a la joven Ravenclaw, pero esta vez haría lo correcto, por alguna vez en su vida, tomaría la decisión correcta.

Sentados en un sillón, Jiwon abrazaba a Jisoo, y la peinegra miraba atentamente al joven, como tratando de descifrar como desenmascararlo.

-Sucede algo Jisoo?- dijo el joven al sentir la mirada de la chica sobre él.

-Es solo que… tienes unas manchas muy raras en tu cara Jiwon…- el chico rápidamente tocó su rostro.- Nunca antes las había visto… Tal vez deberíamos ir con Madame…

-No, no es necesario.- interrumpió nervioso el chico.

-Pero puede ser grave, es mejor que vayamos.

-No, en serio Jisoo, estoy bien.- la chica solo levantó los hombros. Ahora lo entendía todo, Jisoo recordó una clase de pociones en donde les habían explicado las complicaciones de la Poción Multijugos… La joven Gryffindor se preguntaba, como pudo haber sido tan tonta, todo calzaba a la perfección… había confiado en Jiwon… y había herido profundamente a su único amor. Había herido a Rosé y nunca podría perdonárselo.

-Jisoo, yo saldré un momento…- dijo el chico.  la chica lo soltó y le sonrió, como dejándole en claro que hiciera lo que él quisiera. El chico apurado, abandonó la Sala Común.

-Soy una idiota.- se dijo a si misma.- Es obvio que Jiwon hizo todo esto… pero me las pagará, nos la pagará…- dijo con aire vengativo.- pero primero el collar… Accio Collar.- pero nada apareció.- Tal vez lo lleva con él o le puso un encantamiento… no claro que no… lo lleva con él.

Lo único malo, era que nunca se había vengado de alguien, no sabía que hacer, así que lo primero que decidió fue encontrar a Rosé y disculparse, luego de eso, podrían hacer algún plan o algo así. Pensar en Rosé le daba un poco de vergüenza… pero no por que era una chica, no claro que no, ella la amaba y no le importaba lo que decían los demás, sino por que no le había creído, había sido una verdadera idiota, no había otra definición.

Salió de la Sala Común de Gryffindor y se dirigió al Gran Salón, para ver si alguna de sus amigas se encontraba por ahí. En cuanto llegó ahí, notó como Jennie y Lisa comían y conversaban alegremente en la mesa de Slytherin.

-Jen, Lis… han visto a Rosé.- dijo Jisoo rápidamente.

-Ya nos creíste?- preguntó Jennie levantando una ceja. Lisa golpeó levemente el brazo de su novia.- Qué! Ya era hora que se diera cuenta lo tonta que…- Lisa volvió a golpearla.- Lisa, basta!

-No ayudas en nada Jen.- dijo la joven Hufflepuff.

-Jennie tiene razón, fui una idiota… por favor perdónenme.- dijo Jisoo casi al borde de las lágrimas. Jennie miró a Lisa con cara de: "te lo dije".

-Debes estar tranquila Chu, Rosé salió hace poco a su sala común…- dijo Lisa, y ante estas palabras la pequeña morena salió velozmente del Gran Comedor.

-Y bien…- dijo la castaña.

-Lo lamento…- dijo Lisa dándole un pequeño beso en la mejilla a la joven Slytherin.

-Hará falta más que un simple beso, para solucionar…- Jennie no pudo terminar la frase, ya que Lisa se acercaba lentamente a su rostro. La joven castaña sentía como su respiración se hacía más y más lenta, como si fuera a desfallecer, por el solo hecho de tener a su novia así de cerca. Lisa besó suavemente la comisura de sus labios, mientras que una de sus manos acariciaba la pierna de la castaña.