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Jisoo y Rosé llegaron al castillo de la mano, como siempre habían soñado, mientras que Jennie y Lisa caminaban detrás de ellas.

-Lisa, aún no puedo creer que te hayas olvidado de mi orden de café...

-Nini, no es para tanto, además no tengo buena memoria.- rió la rubia

-Imperdonable, imperdonable.- decía Jennie riendo.

-Habrá algo que pueda hacer para que me perdones Jen?- dijo acercándose y besando su mejilla.

-Tendré que pensarlo.- Lisa se paró frente a ella y la castaña se detuvo de inmediato.-Que haces?- preguntó, la rubia puso sus brazos alrededor del cuello de Jennie y se acercó lentamente, los labios de Lisa aprisionaron su labio inferior la castaña tomó su cintura. Luego de unos segundos, la rubia se separó y sonrió.

-Me perdonaste ya?- preguntó Lisa la castaña asintió y la tomó de la mano

-Chicas.- las llamó Jisoo

-Que sucede.- preguntó Jennie

-Gracias por este maravilloso día.- dijo Jisoo de la mano de Rosé

-No hay nada que agradecer, Chu.-dijo Lisa.-Además, nos encanta verlas felices no es así Jen?

-Claro... tal vez si Rosé te besa lo suficiente no hablarás tanto Jisoo.- dijo la castaña

-Jen!- dijo Lisa

-Qué, es la verdad.- se defendio

-Jennie comprendo que luego de la gran conversación que tuvimos hoy, no quieras...- Rosé se acercó y besó a Jisoo, luego de unos segundos se alejó.- Ehm... tal vez tengas razón Jennie... Cada vez me quita más el aliento.- Rosé sonrió.

-Gracias Ros.- dijo Jennie riéndose.

Las cuatro chicas empezaron a caminar hacia el Gran Comedor, era bastante complicado cenar todas juntas debido a que todas pertenecían a una casa diferente, y en cuanto llegaron una vez a la puerta, Rosé se detuvo en seco y Jisoo junto a ella.

-Nos vemos...- dijo Jennie, ella sabía que eso era complicado, cuando ella tomó la mano de Lisa y entró en el Gran Comedor todas las dudas la acompañaron, hasta que la rubia le susurró al oído que la amaba.-Buena suerte.- dijo mirándolas.

-Gracias.- dijo Jisoo

Jennie y Lisa entraron una vez más de la mano al Gran Salón, ya no había tantos murmullos como lo hubo en la mañana, pero ambas chicas sabían que ahora venía una nueva ola de risitas y de expresiones de asombro. Se sentaron esta vez en la mesa de Hufflepuff y esperaron que Rosé y Jisoo pudieran hacerlo.

-Rosie... - dijo Jisoo sujetando su mano.

-Jisoo... aún no puedo hacerlo.- dijo Rosé.

-Está bien... Lo haremos cuando estés lista.- dijo Jisoo dándole un pequeño beso en la mejilla. Rosé la miró y sintió ese impulso de gritar y de decirle a todos que la amaba, sin pensarlo más, comenzó a correr. Corrió junto a Jisoo que parecía confundida, rápidamente llegaron al centro del Comedor.

-Rosie...- dijo la pelinegra, Rosé miró alrededor, y notó como todas las miradas estaban puestas en ella. La rubia se acercó y antes de besarla, le dijo dos simples palabras.

-Te amo.- y tomó el rostro de Jisoo y besó sus labios.

-Qué!- escucharon un grito que provenía de la mesa de Gryffindor y se separaron. Rosé miró enseguida, supo que era Jiwon.- Jisoo que estás haciendo!- dijo el chico acercándose a donde ambas chicas estaban- Como pudiste hacerme esto.

FELIX FELICIS (Jenlisa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora