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..
.–Estás listo.
–Estoy listo.
–¡Estás listo!
–¡Estoy listo!
–¡Ve para allá!
–No estoy listo.
Alastor se echó en el sillón, frotándose las sienes.
–Ángel, por favor–Murmuró, mirándolo con la vista un poco borrosa.
Sus lentes estaban en la mesa, ya que su amigo se concentraba demasiado en ellos como para seguir practicando.
–No estoy listo, voy a perder mi trabajo– Lloriqueaba el menor, aireándose la cara.
–Vamos, estoy seguro de que no será así, te he estado ayudando por más de tres semanas, tal vez esta última semana puedas conseguir a alguien profesional– Sugirió, volviendo a colocarse los anteojos.
–¡No! Lo lograré.
–Ya lo has logrado, solo debes ir hasta tu trabajo y probarlo.
El italiano se quedó callado, pensando.
Habían mejorado, tanto en la fobia como en su relación. La primera vez que Ángel había podido besarlo por más de cinco segundos, él mismo había preparado un pequeño pastel para la siguiente visita.
Era divertido, ya no venía solo para ayudar, también para pasar el rato y almorzar.
De todos sus amigos, no esperaba tener un favorito, pero esos últimos días le demostraron lo contrario.
–Es difícil– Susurró el europeo, finalmente.
El locutor suspiró y se acercó al chico.
–Lo sé, pero eres fuerte y lo vencerás, ya verás.
–¿Qué tal si no me siento tan cómodo besando a otros chicos? O incluso a otras chicas.
–Solo hay una forma de averiguarlo, debes ir allí a arreglar las cosas.
–Es fácil para ti decirlo, eres mucho más valiente que yo.
El castaño utilizó toda su fuerza para no hacer un chiste sarcástico, y se concentró en lo mal que debía sentirse Ángel como para decir eso.
–Toma a Niffty, por ejemplo –sonrió–. Ella le tenía fobia a los gérmenes, pero gracias a su valentía, y a su hiperactividad, ahora trabaja limpiando el estudio donde trabajo.
–No es lo mismo, Al.
–Podría serlo si lo intentas.
–No quiero intentarlo.
El más alto desvió la mirada, maldiciendo lo terco que era el rubio.
Una idea llegó a su cabeza, y sin pensarlo dos veces, se levantó y miró al menor.
–¿Quién logró vencer a todas las demás alumnas en el campeonato de porristas aunque era su primera vez compitiendo?– El italiano lo miró confundido, alzando una ceja.
–¿Yo?– Respondió, dudoso.
–¿Quién logró graduarse de la universidad a un paso de graduarse con honores?– Sonrió al ver como su compañero también lo hacía.
–Yo– Dijo entre risas.
–¿Quién logró teñirse el cabello de rosado solo porque su padre le había dicho que no?
–Yop– Resonó la "p", orgulloso.
En ese momento, Alastor agarró su mano y lo levantó, quedando cara a cara.
–¿Quién logró entrar a una de las industrias más difíciles, llegando a estar entre los mejores a temprana edad?
–¡Angel Dust!
–¿Quién logró sobrepasar su miedo e irá a donde su jefe para seguir trabajando?
No hubo respuesta, en cambio, recibió unas risas y un abrazo.
Se sorprendió, pero aún más sorprendido por no sentir incomodidad, envolvió sus brazos alrededor de Ángel.
El chico era un rey del drama, no era un secreto. Pero, una característica que Alastor había odiado por años, ahora le resultaba única, y no podía imaginarse queriéndolo sin ella.
–Gracias, ciervito– Escuchó en su oído, y sonrío genuinamente.
–Hey, no vayas a llorar –alejó su cara del menor, sin separar sus cuerpos, y usó una mano para limpiar las lágrimas que comenzaban a bajar–, arruinarás todo el maquillaje que duraste años en terminar.
El rubio rió, y luego de arreglarse el pelo, se dirigió hacia la puerta.
–Debo ir, pero espérame a cenar– Bromeó, lanzándole un beso y cerrando la puerta tras él.
Y finalmente, silencio.
El castaño no estaba acostumbrado a él, teniendo la persistente voz del pecoso en su cabeza las últimas semanas, incluso cuando estaba solo y en su casa.
Había aprendido a darse cuenta de que el lado arrogante, perverso y charlatán de su amigo era solo parte de una hermosa personalidad.
Se sentó en el gran sillón, acariciando a Fat Nuggets cuando se acostó junto a él.
Tal como había dicho Ángel, esperaría hasta la cena, ansioso por las noticias que el nombrado traería.
Probablemente volvería a ser famoso. Estaría con otros hombres, tal vez mujeres. Conociéndolo, no tardaría en acostumbrarse de nuevo a la fama.
Ya no habría visitas seguidas, lo que le parecía una pena. Realmente las disfrutaba, pasar tiempo con su amigo y demás.
Ahora Ángel solo estaría besándose con extraños.
Su pecho comenzó a sentir punzadas de dolor, pero las ignoró y frunció el ceño ante sus pensamientos.
Ángel no lo necesitaría más, teniendo a todos esos compañeros de trabajo a su disposición. Incluso había rumores de que a veces trabajaba con su jefe.
Impulsivamente, su mano aceleró, causando pequeños gruñidos por parte del cerdo.
La idea de alguien tan puro como ese muchacho siendo tratado como un objeto por tantas personas le disgustaba. Sentir eso era normal en él, pero nunca antes había sentido tanta rabia por los compañeros de su amigo.
Ángel merecía más, no a hombres que lo besaban y manoteaban porque sí. Merecía a alguien que lo besara y lo tratara bien por el simple hecho de amarlo.
Un fuerte chillido lo sacó de su mente, y al voltear a ver a la mascota, esta estaba corriendo a esconderse tras el armario.
Su boca cayó, y sus cejas se arquearon.
¿Qué había hecho? Un profundo miedo invadió su alma al darse cuenta.
Porque además de haber dejado que Ángel fuera con todas esas personas desagradables.
También se había enamorado.
Sin molestarse en acomodar su ropa, salió corriendo de la habitación, con solo un destino en mente.
...
DOU.
La parte de Alastor en el sillón hizo que me doliera el pecho cuando me imaginé en esa situación 😔.
Quería que Alastor se diera cuenta de que era un gay disaster™ en fin de año.
Re que en mi país son recién casi las 8:30 de la noChe.
Btw, quedan solo 20 días, babe ;) ♡.
¿Alguna vez te dije que "Somewhere only we know" me recuerda a nosotras? 😳.
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Just the Tip of your Lips
Fanfiction« -es bastante claro, Angel. ¡sufres de filemafobia! -¿'file' qué? » ⇢𝚏𝚒𝚕𝚎𝚖𝚊𝚏𝚘𝚋𝚒𝚊: 𝚞𝚗 𝚖𝚒𝚎𝚍𝚘 𝚒𝚗𝚌𝚘𝚗𝚝𝚛𝚘𝚕𝚊𝚋𝚕𝚎 𝚑𝚊𝚌𝚒𝚊 𝚕𝚘𝚜 𝚋𝚎𝚜𝚘𝚜, 𝚎𝚗 𝚝𝚘𝚍𝚊𝚜 𝚜𝚞𝚜 𝚟𝚊𝚛𝚒𝚊𝚗𝚝𝚎𝚜, 𝚍𝚎 𝚕𝚊 𝚖á𝚜 𝚒𝚗𝚘𝚌𝚎𝚗𝚝𝚎 𝚊 𝚕�...