Dragon Ball x Elfen Lied. Un amor entre una diclonius y un saiyajin.

Capítulo Especial 3. Historias de un futuro diferente. Parte 2.

Bueno, esta será la parte final de este capítulo especial, decidí darle un giro final a la historia para no hacer solo una recreación de las sagas de dragon ball. Este fic igual podrán verlo en mi canal el 31 de diciembre, les dejaré el link:

https://www.youtube.com/channel/UCqQ5dd3pRfcqmDrv5fiv7xA/videos?view_as=subscriber

Parte 2.

Durante esos 10 años hubo grandes cambios para todos nosotros. Mi hermano finalmente formalizó su relación con Mariko, y hace dos años ambos se casaron. Y un año después tuvieron a una linda niña a la que nombraron Jiromi, esto en honor a la madre de Mariko. Mi sobrina es toda una preciosidad, ahora ambos viven con su hija en una casa en la capital del oeste, donde mi hermano trabaja en una compañía de telecomunicaciones, pero muy seguido Gojan viene a visitarnos junto con Mariko y su hija. Pero entre otros eventos, también estuvo el casamiento de mi tío Kenji con Mayu. Durante la universidad, ellos se mudaron de casa y comenzaron a vivir juntos en un complejo de apartamentos, y cuando ambos se graduaron, compraron una casa en donde comenzarían a vivir juntos. Tiempo después ellos se casaron, aun no tienen hijos, pero no descartan la opción de tenerlos, pienso que los dos serian excelentes padres. Mis tías también hicieron sus vidas durante estos años, poco a poco todas se fueron mudando de casa para comenzar una vida independiente, algunas incluso tienen pareja. Pero pese a eso, sigue siendo una costumbre que todos nos reunamos en grandes eventos, o que simplemente nos juntemos para conversar acerca de nuestras vidas.

Yo iba a la secundaria y vivía sola con mi madre, ella supo anteponerse a la muerte de mi padre y seguir mostrando esa fortaleza tanto de carácter como de espíritu que siempre la caracterizó, después de todo, ella seguía siendo la reina diclonius. Debo decir que los años no parecían haber pasado para mamá, ya que ella seguía viéndose tan radiante y hermosa como hace 10 años, incluso diría que el tiempo le favoreció. Mamá tenía un cuerpo envidiable por cualquier mujer, y uno que atraía a muchos hombres, lo cual en ciertas ocasiones resultaba molesto, ya que cuando íbamos de compras a la capital no faltaba el idiota que trataba de insinuársele. Pero ella siempre supo cómo poner en su lugar a todos esos cretinos, y muy dolorosamente debo decir. Todos los que trataron de pasarse de listos con mi mamá terminaron en el hospital con lesiones graves, si, aunque suene exagerado, ella no soportaba que otros hombres le coquetearan descaradamente, ya que a palabras de ella, el único hombre que podía complacerla era mi papá. Y bueno, gracias a que papá le había enseñado la teletransportación a mi hermano, todos nosotros podíamos ir a visitarlo en el mas allá. Con el tiempo yo también logré aprender esa técnica, por lo que a veces llegaba a verlo yo sola para jugar y entrenar en ese lugar con él. El otro mundo era un lugar fascinante, como mi papá fue un gran guerrero en vida, a él lo mandaron a un gran planeta dominado por el gran Kaio-sama, quien era el superior de los kaios de los 4 puntos cardinales. A ese lugar llegaba toda clase de guerreros formidables de todo el universo, y como mi papá siempre fue bueno para hacer amigos, fue fácil que empatizara con muchos de esos guerreros, quienes le mostraron sus distintos estilos de peleas y técnicas muy interesantes. Gracias a la intervención del Kaio del norte, a mi papá se le dio una residencia muy cómoda en donde podía vivir, el único problema era la gravedad del lugar, la cual era 10 veces mayor que la de la tierra. Debido a eso solo mi mamá, Gojan y yo podíamos ir a visitarlo, pero a veces mi tío y algunas de mis tías se animaban a desafiar la gravedad de ese sitio, después de todo, ellos también lo extrañaban. Aunque luego de que pasáramos tiempo de calidad con papá, había un momento en que él y mi mamá se desaparecían por un largo tiempo, mi hermano me decía que ellos solo iban a tratar asuntos de adultos, yo no entendía que significaba eso, pero un día me dispuse a averiguarlo. Y hoy en día aún me arrepiento un poco por haberlo hecho.