Dragon Ball x Elfen Lied. Un amor entre una diclonius y un saiyajin.

Capítulo 44. La determinación de los protectores de la Tierra.

(No tengo mucho que decir mas allá que espero que disfruten de un nuevo capitulo luego de ocho malditos meses de no haber actualizado. Sin mas disfruten de esta historia)

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En distintos lugares del mundo, los guerreros conformados por humanos, diclonius, híbridos, androide y namekuseí se habían dividido en grupos para combatir a los seres del más allá que estaban causando caos.

Un ejército compuesto por tanques de guerra y tropas de infantería marchaban por una ciudad provocando estragos a su paso, el líder que comandaba ese ejército, un sujeto con uniforme militar y un muy peculiar bigote, sobresalía de la escotilla del tanque que iba más adelante mientras mantenía su mano alzada en una especie de saludo.

— Jajajajá, el mundo me pertenecerá esta vez. — Decía aquel tipo cuyo aspecto se asemejaba al de cierto dictador con bigote muy conocido de la historia. Seguramente su equivalente de esa realidad.

De repente, desde el cielo dos pequeños niños descendieron en la calle para interceptar a todo ese convoy. Estos no eran otros que Niu y Trunks quienes observaban con disgusto a esos tipos.

— ¡Oye enano! ¡No crees que te estás pasando de la raya! — Trunks inquirió algo molesto, pero los tanques y las tropas siguieron avanzando sin consideración alguna por esos niños.

— ¡Oh no, nos van a aplastar! — Trunks sobreactuó de manera juguetona para posteriormente mandar a volar uno de esos tanques de un puñetazo, llevándose de paso a más de estos en su camino junto con algunos soldados que iban a pie.

Aquella agresión fue respondida con una orden de abrir fuego por parte del líder de esas tropas, las cuales encañonaron a esos niños para comenzar a dispararles.

— Estos tipos en verdad que no se merecen ningún tipo de consideración. — Niu habló con disgusto para subsecuente bloquear muchas de esas balas con sus vectores, y con estos mismos desvió muchos de los proyectiles de los tanques de regreso hacia ellos.

Decenas de tanques fueron destruidos en instantes y muchos soldados salieron volando por las explosiones, pero más de estos siguieron llegando obstinados a enfrentar a todo aquel que intentara pararlos.

Trunks en respuesta se preparó poniéndose en pose de combate, y Niu desenfundó el báculo sagrado que su padre le había dado, al parecer, la pequeña había ido por él hasta su casa para tenerlo como un amuleto de la suerte en esta situación.

Así ambos niños se lanzaron en arremetida directa contra todo ese convoy, Trunks esquivó las balas que esos tipos disparaban para responder con potentes puñetazos y patadas con los que rompió varios de los huesos de sus atacantes. Niu manejando su báculo también bloqueaba balas aunque no le hiciera falta, luego lo agitó haciéndolo crecer en el proceso, propinando así contundentes portazos a sus atacantes con los que acabó por romperles la mandíbula entre otros huesos. Luego ambos infantes lanzaron un bombardeo de ráfagas de Ki con las que reducirían a chatarra todos los vehículos blindados, forzando a sus ocupantes a abandonarlos antes que explotaran.

Así se tratara de uno o varios ejércitos semejantes, para estos niños no suponía ninguna dificultad acabar con ellos por completo, especialmente ahora que en lo particular, ninguno de los dos estaba de grandes ánimos.