Todo en su mente estaba realmente oscuro, no era capaz de recordar en que momento termino cayendo inconsciente, solo supo que se encontraba en buenas manos porque fue capaz de sentir una presencia en verdad muy amable y arroparlo...llevándole lejos de ese lugar lleno de humo, muerte y sangre.
Un lugar que antes había sido la esperanza de un hogar, un lugar repleto de recuerdos...de sus familiares, de los últimos que quedaban, los últimos de la Secta Wen, solo iba a quedar el, el ultimo rayo de sol de su secta.
Pero poco a poco esos recuerdos serian absorbidos sin mas, la fiebre se encargaría de llevar a esos recuerdos en lo mas profundo de su mente para hacerle olvidar lentamente como una dulce y a su vez una amarga medicina.
Se trataba de algo que simplemente no iba a poder entender correctamente al menos cuando fuese capaz de despertar y pudiera encontrar a quien le había salvado de su muerte casi segura, solo fue capaz de empezar a moverse lentamente cuando pudo sentir unas caricias suaves y delicadas por encima de su cabeza que de forma algo extraña, estaba un poco fría, eso realmente le hacia sentir muy bien, poco a poco sus ojos comenzaron a mostrar la fuerza necesaria para que pudiera despertar.
Aquellas manos que le acariciaban en verdad eran grandes pero gentiles...de alguna forma le reconfortaban y traían su mente un poco de nostalgia.
Una extraña nostalgia.
― ...
Entonces fue que pudo escucharlo, fue leve y casi lenta pero había escuchado un suspiro, la respiración de alguien mayor que se encontraba a su lado, sus ojos tardaron en hacerlo pero logro abrir los mismos, aun estaba mareado y todo a su alrededor aun era oscuro pero la voz de aquel quien estaba a su lado, lo tranquilizo de inmediato. ― A-Yuan...
― ¿D-Donde...donde estoy? Este lugar...
El pequeño se mostró atemorizado, confundido y preocupado al no poder entender donde se encontraba pero luego aquellas manos mayores le sujetaron suavemente de los hombros, aquel hombre que estaba a su lado, apoyo su cuerpo contra su pecho para poder abrazarlo.
― Estas a salvo.
Dijo el hombre que ahora le seguía cargando y dándole palmadas en la espalda, poco a poco Wen Yuan fue capaz de tranquilizarse y se aferro a la túnica de aquel hombre solo para poder tranquilizarse, un acto que no le llevo demasiado tiempo de conseguir hasta que nuevamente se quedo dormido debido al agotamiento de sus pesadillas y a la oscuridad de su propia mente.
― ¿Ya se ha dormido?
Lan Wangji volteo a ver la entrada del Jinshi solo para ver a Lan Xichen parado en la entrada con una cesta en sus manos, una cesta de madera repleta de frutas y verduras. ― Hermano...luego yo le explicare todo al tio, lamento haber llegado sin avisar y mas con este niño pero el necesitaba de mi.
Lan Xichen esbozo una sonrisa y entro finalmente al cuarto de su hermano y apoyo sus manos contra los hombros del menor, al hacerlo el menor sufrió de un sobre-salto y su expresión se endureció. ― Te fuiste sin que te pudiera detener, hermano. Aun estabas herido y tus heridas ni siquiera han sanado correctamente pero entiendo tus razones del porque te fuiste aun si eso significaba darnos la espalda, no he venido a juzgarte, te lo prometo.
― He venido a tratar tus heridas.
Lan Xichen dejo la cesta al lado de la cama y saco de la manga de su vestimenta un pequeño frasco con un liquido verde y un manojo de vendas, elementos con los cuales iba a tratar la herida de latigazos en la espalda de su hermano. ― Gracias...
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Cuidar A Tu Ultimo Recuerdo.
FanfictionWei Wuxian ya no se encontraba con ellos...Ciudad Sin Noche, había sido el lugar donde toda su vida se fue vista extinta por todos aquellos que deseaban con suma intensidad el descenso del Patriarca Yiling. Algo que termino sucediendo sin que Lan W...