𝟏.𝟑🍯𝑶𝒋𝒊𝒕𝒐𝒔 𝒉𝒆𝒄𝒉𝒐𝒔 𝒅𝒆 𝒎𝒊𝒆𝒍🙈

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Siempre fui una persona bastante amable con los demás, esa era una de las más grandes enseñanzas que mi padre me había dejado antes de fallecer

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Siempre fui una persona bastante amable con los demás, esa era una de las más grandes enseñanzas que mi padre me había dejado antes de fallecer.

"— Sé siempre un ser de amabilidad, las cosas materiales se quedan en este mundo hija, la amabilidad es la forma más linda de seguir aquí, es la forma en la que las personas nos recordaran luego de partir, las personas no mueren en los recuerdos más alegres —"

Gracias a esos concejos tengo amistades importantes y un amigo en cualquier lugar en el que voy "la amabilidad te hace inmortal en la vida de los demás", así que es obvio que con Arlen tendría la misma amabilidad.

Pasamos las clases juntas y diciendo comentarios graciosos entre clases, nos juntamos en la hora del almuerzo y la ayudé a hacer más amigos presentándole los míos, mismos que la acogieron como parte del grupo sin dudar, ella no necesitaba ayuda en eso, algo que note de inmediato en ella es que no importa si solo llevas un segundo de conocerla, de alguna forma tiene esa personalidad que te hace pensar que llevas una amistad de años con ella, como una vieja y querida amiga.

Sin duda era una chica llena de calidez.

— Y dime Arlen ¿Ya le echaste el ojo a algún chico?— Pregunta Sofía con total entusiasmo

— je, je, je siendo sincera, nadie me ha llamado la atención realmente, aunque hay un chico que hace rato, me saludo en clase de Matemáticas y me pareció bastante carismático — Comenta Arlen con un poco de timidez. Por alguna razón mi atención hacia ella se vuelve más notable, haciendo que literalmente deje mi comida a un lado para prestar más atención a la conversación. — Además, note que es muy bueno, tal vez después le pida ayuda con la materia.

— Uy, ¿En serio?, Fue aquel chico de cabello oscuro y anteojos, ¿No?, es un buen chico, si no mal recuerdo se llama Liam, es un tipo muy amable, no dudo que te caerá bien, y quien sabe tal vez tengan algo más.— Dice Sofía, emocionada, imaginando toda una historia de amor en su cabeza, típico de una lectora habitual de romance.

Arlen suelta una pequeña risita.

— No creo llegar a ser algo más, la verdad es que no creo verlo de esa forma, solo me parece agradable.— dice Arlen con un tono bastante tímido y hasta cierto punto algo avergonzada.

— Pero bueno, igual, si necesitas ayuda con alguna materia, puedo ayudarte con mucho gusto.— Interviene Teresa ofreciéndole una sonrisa amable a Arlen, quien le agradece y le regresa una sonrisa cálida.

Si deja que Teresa te ayude, gracias a ella no reprobé Química el año pasado y mira que soy un caso imposible para esa materia — Dice Yael compadeciéndose de su situación con química el año pasado que por suerte paso, — Pero si quieres ayuda en materias más como de escritura o así como Historia o Redacción no dudes en acudir a mí.

— Se los agradezco mucho, qué suerte tuve de conocerlos— Dice Arlen con una gran sonrisa de amabilidad

La charla siguió por varios minutos, aunque, había algo que me hacía sentir, ¿desmotivada?, es como si algo con lo que había dicho me hubiera hecho sentir un poco mal.

Las clases siguieron y Arlen y yo notamos que teníamos gustos en común, los mismos gustos musicales, las mismas películas favoritas y el mismo top de comidas que podríamos comer para toda la vida, sentía como si conociera a Arlen de toda la vida a pasar de haberla conocido hace apenas unas horas.

Luego de pasar varias horas sentadas y con músculos desarrollados en los dedos y muñecas de tanto escribir las clases llegaron a su fin, el tormento de tener que escuchar a ese maestro con voz de pódcast de esos que me pongo para dormir había terminado para la clase entera, de un momento a otro perdí de vista a Arlen, supuse que ya se habría ido así que me dirigí a la salida sin más.

Llegando a la salida, me sorprendí al ver esos ojos color miel sentada esperando en una de las bancas que se ubicaban fuera de la preparatoria, tenía unos audífonos puestos y movía los pies en el aire al ritmo de la canción mientras esos ojos hechos de miel veían el cielo con un tono de azul hermoso.

Me queda ahí plasmada observándola, estoy segura de que cualquiera de me viera pensaría que parezco una total acosadora, pero, simplemente era algo que no podía evitar, podía sentir como un calor inexplicable subía por mis mejillas y una sensación de cosquilleo invadía mi estómago.

«¿Por qué me siento así?»

De pronto Arlen voltea hacia mi dirección, había olvidado que era el momento de la salida y estaba rodeada de adolescentes que se dirigían a sus casas, de pronto su vista me encuentra, y yo me siento tan afortunada de obtener su atención, ella me hace una seña de saludo misma con la que le respondo y me acerco hacia ella.

— Pensé que ya te habías ido — Volteo a ambos lados como buscando algo. — ¿Estás esperando a alguien?

— Ah, sí, a mi papá, es que esta mañana no pude venir en mi motocicleta debido a que la lleve a arreglar, así que esta mañana mi papá me trajo con él en su auto.

Una imagen de Arlen conduciendo una motocicleta invade mi mente, lo cual hace que por unos momentos me quede en total silencio luego del comentario de Arlen.

— Vaya, ¿En serio sabes conducir una motocicleta?, eso es asombroso. — Digo con total asombro y emoción. — Yo apenas si sé manejar mi bicicleta, eso no muy bien siendo sincera.

Arlen suelta una risa.

— Cuando quieras puedo enseñarte a manejar — hace una pequeña pausa— y andar en bicicleta también.— dice eso último con un tono burlón para luego proceder a reírse.

— ja, ja, ja qué graciosa eres.

— Claro que sí.

Empezamos reírnos las dos y eso se siente bien, se siente como un momento único, un momento pausado en la realidad.

— ¡Arlen!, ¡Es hora de irnos!— Ambas volteamos hacia aquellos gritos, encontrándonos con el director esperando a Arlen desde su coche.

Arlen empieza a ponerse su mochila sobre sus hombros y levantándose del banco, quedando a una altura un poco más baja a la mía.

— Bueno, me tengo que ir, la verdad fuiste muy amable conmigo hoy — Hace una pausa mirando hacia abajo como con timidez par luego volver a verme.— Creo que vamos a ser muy buenas amigas.

De pronto todo pareciera tener sentido, siento un escalofrío recorriendo por mi espalda, una extraña ligereza en mi cuerpo y una intensa felicidad en mis adentros.

— Yo también lo creo Arlen. — Le ofrezco una sonrisa para que acto seguido ella me regale una.

— Bueno, adiós, nos vemos mañana, envíame un mensaje vale.

Sin más se aleja despidiéndose moviendo la mano mientras corre hacia el coche de su padre, acto seguido sube al vehículo para al final alejarse con una considerable velocidad.

Yo solo me quedo ahí sintiendo mis rodillas temblorosas como cuando subes a una montaña rusa y después la adrenalina aún la sientes en tu sistema, mi cuerpo se sentía así, como si un torbellino hubiera pasado y yo hubiera sido su objetivo.

Me sentía tan.... Espera, ¿Cómo diablos le voy a enviar mensajes si no tengo su número?

Maldición.


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𝐍𝐮𝐞𝐬𝐭𝐫𝐨 𝐃𝐞𝐬𝐭𝐢𝐧𝐨Donde viven las historias. Descúbrelo ahora