𝐍𝐮𝐞𝐬𝐭𝐫𝐨 𝐃𝐞𝐬𝐭𝐢𝐧𝐨

𝟏.𝟓 𝒀 𝒆𝒍 𝒎𝒖𝒏𝒅𝒐 𝒈𝒊𝒓𝒂. 🌎 💕

Siempre fui una chica muy tranquila, mi padre decía que heredé eso de mi madre, la tranquilidad y el goce de las pequeñas cosas o situaciones, esos momentos etéreos que siempre vuelven en un recuerdo. Eso es algo que mi madre me había enseñado siendo tan solo una raíz en la tierra, disfrutar de los pocos momentos en los que realmente vivimos.

Mi madre murió cuando yo tenía 10 años de edad, ella jamás me dejó verla herida o débil, incluso en sus últimos días conmigo y su enfermedad. Creo que eso es algo que el humano no suele disfrutar, la vulnerabilidad.

Hasta la persona más fuerte de este mundo teme verse débil.

Creo que eso muchas veces lo impulsa el amor, el verse estable, el querer ser ese pilar de rocas fuerte para que no aplastes con tu desastre a los demás, si no lo sabré yo.

Siento un leve ardor al ver los primeros rayos de sol por mi ventana al despertar, indicando el comienzo de un nuevo día.

Salgo de mi cama con pesadez, pues tal pareciera que la cama se vuelve más cómoda justo cuando es momento de levantarse, lo digo completamente en serio, mi cama se vuelve el amor de mi vida justo cuando estoy a punto de salir de ella.

—Arlen, ¿estás despierta? —Toca mi papá ligeramente la puerta—. Te espero abajo, el desayuno está listo, así que no demores tanto.

—Sí, papá —digo mientras entro a la ducha.

Luego de unos minutos salgo de mi cuarto algo apresurada, ya que los 5 min de supuestamente una ducha rápida se convirtieron en 10 min y luego en 15 min, mismos en los que yo daba un concierto con mi mejor voz, 100% real, sin autotune, olvidando completamente el tiempo.

Bajo las escaleras esperando que mis pies estén lo suficientemente despiertos antes de que caiga increíblemente rápido, aunque eso en este caso sería realmente una buena opción. Ahora, ¿por qué estaría tan apresurada un domingo por la mañana si justo no hay clases ese día? Bueno, una regla personal que tengo es no dejar a mi papá solo en la cocina; seré más clara, mi papá, cocina y fuego son palabras que para empezar indicarían peligro.

La última vez que mi padre intentó hacer una receta de internet, terminó la casa húmeda debido a que el humo de lo que sea que fuera aquella piedra negra en el sartén llegó a la alarma de incendios, así que desde ahí mi padre solo tiene derecho a usar el horno de microondas y estar en la cocina con supervisión.

Por fin llego a la mesa, la cual tiene una torre inmensa de hot cakes que hasta podría alimentar a una calle entera.

—Vaya, oye, si sabes que los humanos solo tenemos un estómago, ¿verdad, papá? —digo bromeando.

Mi padre voltea preguntando cómo es que cocino tantos hot cakes.

Wow al parecer nos parecemos en lo distraídos que somos, ya que tocará desayunar, comer y cenar hot cakes.

Mi padre siempre ha sido alguien muy serio y práctico en público, pero en privado realmente puede ser todo lo contrario, suele ser algo despistado, distraído, elocuente, además de ser alguien un poco más relajado de lo que suele ser en su trabajo, lo cual era algo que a mi madre le gustaba de él, ya que él solo solía ser así auténtico con ella y claro ahora, más que nada conmigo.

ya saben mientras más seguros y felices se sienten, más raro actúan.

— ¿Hoy tienes que ir a trabajar? — Pregunto mientras trato de comer mi cuarto Hot Cake

— Sí, tengo una junta con algunos profesores para hablar sobre el inicio del semestre, aunque prometo estar aquí lo más temprano posible, de acuerdo.— Dice mi padre mientras come su sexto Hot Cake o bueno tratando de bajarle a la torre inmensa de ellos.— Por cierto, ¿Cómo va la escuela? ¿Hay algo en lo que te pueda ayudar? Mi pequeña avellana.

— No me digas así, ya no tengo 7 años.— Digo algo avergonzada

— ¿Por qué no? Para mí siempre seguirás siendo mi dulce niña, aunque claro, cada vez más grande y lista.— Dice mi padre regalándome una dulce sonrisa

(PTM directo en mis daddy issues)

Debía admitir que me gustaba ese apodo, ese apodo que reflejaba el gran afecto que mi papá tenía hacia mí y también porque así le decía a mi madre.

— Me va muy bien en la escuela, de hecho creo que tengo más amigos que en la escuela anterior, además, así puedo pasar más tiempo contigo.

— Me alegra escuchar eso, ciertamente me preocupaba que cambiar a mitad del segundo año te afectaría, pero sin duda te has adaptado rápidamente, además no dudo que tengas buenas amistades, siempre has sabido como relacionarte y tienes esa aura cálida desde nacimiento.— Menciona dando un suspiro al final sonriéndome sutilmente dando un toque íntimo al momento.— El rayito de sol en nuestras vidas, eso decía tu mamá.

Mi padre fue el que más lo paso mal de los dos tras la muerte de mamá, mi madre era su todo, era la única persona que él realmente había amado y la única persona que lo había amado, mis padres se conocieron en la universidad, fueron mejores amigos los primeros años de universidad, tiempo después mi padre aunque muy tímidamente le pidió que salieran como novios en su último año de universidad, luego llego la graduación y tras haber cumplido tres años de noviazgo mi padre le pido matrimonio a mi madre.

Existe una foto de eso, mis padres con su toga puesta, mi padre arrodillado con un rostro completamente colorado y mi madre con una evidente sorpresa en su cara, si es una gran foto.

A pesar de todo lo bueno y malo que vivieron, amores y perdidas, el mundo sigue girando.

— Bueno, creo que es hora de irme, iré a un lugar muy cerca de aquí que apenas descubrí, es un lago precioso, y de preferencia quiero ir sin que el estómago me duela por comer tanto.

Salgo disparada a las escaleras sin antes dar un pequeño beso en la mejilla de mi papá.

—¡Prométeme que tendrás cuidado con esa motocicleta, tu tia Cass pudo habértela dado, pero yo te la puedo quitar si te sucede algo de acuerdo!

— Prometo estar en dos piezas.

Salgo de aquella casa entusiasmada, la vida es simple, gasolina en mi moto, música en mis oídos y girar al compás del mundo.