Tras varias conversaciones algo subidas de tono, la tensión se acumula cada vez más. El encuentro se hace cada vez más deseado, llegando a imaginar cada escena detalle a detalle. Este chico provoca en ti una fuerte atracción que jamás habías experim...
Tras un día de rutina agotador, llegaste a casa en busca de un merecido descanso. Una ducha de agua templada, un pijama holgado tipo chándal y una rica y caliente sopa de fideos. Tomaste asiento en tu sofá aterciopelado y cenaste visualizando la primera película que pillaste en Netflix.
Tu cena fue interrumpida por un mensaje.
IM: nena, hoy tengo cena de empresa. Lo lamento, mañana te compensaré, lo prometo.
Tú: oh, no pasa nada, cielo. Ve a esa cena y diviértete, ¿vale?
IM: ¿te gusta mi outfit?
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No querías quedar como una loca, pero si pudieras atravesar esa pequeña pantalla lo devorarías sin dejar lo más mínimo.
Tú: sabes que para mí la persona que es guapa lo es se ponga lo que se ponga, ¿verdad?
IM: me gusta cuando me lo dices
Tú: eres precioso, cariño
IM: ahora si me voy contento, pasa buena noche princesa ¡y sueña conmigo!
Tú: ¡siempre lo hago!
Bloqueaste el teléfono. Pensaste que por una noche estaba bien descansar ya que pronto llegaría el tan ansiado día. Recogiste la mesa y la cocina y subiste las escaleras hacia tu dormitorio.
*ding-dong*
¿Quién será a estas horas? - pensaste.
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Kihyun: ¡sorpresa!
Tú: pero... ¿qué haces aquí a estas horas con este frío, pedazo de tonto?
Kihyun: ah... perdona, algo me decía que hoy necesitabas compañía y aquí estoy, paraacompañarte...
Tú: vaya, pues has deducido bastante bien... a ver si resulta que ahora eres mago
Kihyun: mi magia es otra, ya lo sabes...
Tú: vamos, pasa
Kihyun era ese amigo con derechos que siempre estaba dispuesto para ti. Llevabais bastante tiempo teniendo relaciones que se podría decir que era un follamigo estable. Ambos erais conocedores de todas vuestras fantasías, por lo que todo lo que podíais probar, lo hacíais si ambos estabais de acuerdo. Sexo en la orilla del mar por la noche, en una piscina, en los baños del gimnasio, en la montaña, en el coche, en los probadores de una tienda o centro comercial... La verdad era que este chico conocía cada uno de tus puntos y hacía que tu colchón se sintiera como nubes en el cielo.
