Más Aya De La Luna. (Wyatt Y Addison)

Prólogo

-Soulmate saben lo que significa? - pregunto el viejo Ermus a los cachorros.

-Alma gemela - contesta la pequeña Nira con una inusual alegría.

-Exacto, para un lobo su soulmate lo es todo, es más que un amigo o un compañero, para nosotros ellos son nuestras otra mitad, por eso cuando crecemos sentimos una sensación de que algo nos falta, como la ausencia de algo que no podemos describir - en eso Maik alza la mano -Dime Maik?-

-Y cuando encontramos a nuestro soulmate? -

-No se decírtelo con seguridad, pero los Alfas los pueden encontrar al cumplir los diecisiete, a diferencia de los demás lobos los cuales pueden encontrarlos antes. Pero cuando los encontramos esa persona se vuelve todo para un lobo lo es todo -

-Y como saber que lo encontramos? - pregunta esta ves Glimer mientras ladea la cabeza.

-Bueno la descripción de cada lobo que lo a encontrado es diferente, para cada uno la sensación es única pero es el aroma el que siempre está presente - los cachorros se miran confusos -Verán nuestra futura pareja tendrá un olor demasiado peculiar que sólo es atrayente para nosotros. Por ejemplo cuando yo conocí a mi pareja su olor era a vainilla y algo de piedra húmeda. Lo sé suena raro pero para cada uno será diferente el olor -

-Espiando a los cachorros? - pregunta Willa a mis espaldas mientras se acerca.

-Solo escucho, las historias del viejo, siempre me han parecido inquietantes -

-Aún recuerdo cuando escuchamos aquellas historias por primera vez. Aunque es una lástima - le volteo a ver algo confuso ante su respuesta
-Porque nunca les dicen a los cachorros lo que implica no encontrar a tu mate antes de la mayoría de edad y más para un Alfa - suelta con cierta melancolía

-Sabes que puedes desistir, tu padre entenderá, el nunca te obligaría hacer algo que no te gusta - una mueca que intenta imitar a una sonrisa aparece en su rostro.

-Lo sé, pero e dado mi palabra y un lobo debe cumplirla, que clase de Alfa sería si no cumplo mi palabra - suelta el aire con pesadez - Una manada necesita de un Alfa y una roca para prosperar y aún que no me agrade, él a sido de gran ayuda en nuestra época más difícil - quiero decirle algo pero el aullido de Alarik hace que todos nos pongamos alerta.

-Han vuelto - susurro y Willa me mira con una alegría y felicidad que pocas veces e visto.

-Oíste eso hermana, nuestros padres han vuelto - dice Wynter con una sonrisa de oreja a oreja.

Ambas salen corriendo de la cueva, parecen dos cachorras las cuales han cazado su primer venado. Los demás miembros salen de la cueva con rapidez, yo los sigo pero camino normal. Veo desde la entrada como se acercan los miembro de la manada, los cachorros como los jóvenes corren a abrazar a sus familiares, sonrió y me alegro por ellos, en eso lo veo, su cabello negro como la noche está más largo desde la última vez, sus ojos negros como el carbón siguen siendo los mismos ojos llenos de sabiduría pero a la vez seriedad y tras él venía ella, vaya que este tiempo no había pasado por ella, seguía igual de hermosa, su cabello castaño largo y rizado sus ojos color avellana que trasmitía paz y seguridad. No dudo en sonreír al verla.

Todos hacen una reverencia al verlos, a excepción de Willa y Wynter las cuales no dudan en saltar sobre el.

-Papá - gritan las dos.

-Quietas niñas que si padre aun esta muy débil - escucho su voz la cual tenían un leve tono severo pero a la vez juguetón.

-Mamá -

-No saben cuanto los extrañamos o debemos contarles como fue que logramos encontrar la piedra lunar y como los Zombies y los humanos nos ayudaron a... - Wynter es interrumpida por una aclaración de garganta de Willa -Hable de más, verdad? -