Capitulo 7: Confundida

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Los siguientes dos días se pasan lenta y dolorosamente para Sienna. Saber que Ethan estaba jugando con ella, la afecto mucho más de lo que esperaba. Tanto para que Hayley decida invitarla a pasar un día de chicas, algo así como cena (McDonald’s) y películas (Orgullo y prejuicio y Los juegos del Hambre), era una pequeña tradición que tenían, y Sienna se sentía agradecida de tener una distracción.

Sienna apretaba la bolsa de McDonald’s contra su pecho, mientras iban hacia su departamento.

-Si las hamburguesas están frías, te matare- suelta Hayley- Sabes que no bromeo.

Sienna rueda los ojos ante su amenaza.

-La caminata tiene sus ventajas.

-la caminata es para pobres – bromea ella- y para la gente que le gusta la comida fría.

Sienna le da una rápida sonrisa. Escuchan unos gemidos, intercambian una mirada significativa y luego ambas se detienen. Suena como si alguien estuviera llorando. Por un momento Sienna se aterra al pensar que podría ser un animal atropellado pero Hayley se acerca a un rincón oscuro donde se encuentra el aparente causante de los sonidos. A lo lejos se ve demasiado grande para ser un animal. Suspira aliviadamente.

-Hayley, déjalo debe ser un vagabundo.

-No parece un vagabundo, Sienn. Quizás deberíamos llamar al 911.

-Bien, lo podemos llamar de camino a casa.

Hayley se da vuelta y le da una mirada de indignación. Pero Sienna no quiere arriesgarse, habla lo suficiente con Sam para saber que estas calles no son seguras.

-¿Puedes venir a ver, por lo menos? No creo que sea un vagabundo.

Sienna, suelta un resoplido, y se acerca. El olor a Whisky es realmente fuerte a medida que se acerca a él. Tiene sangre mucha sangre. En su remera y en sus brazos. Sienna pone su mirada en la cara del chico, esta golpeada y magullada. El vuelve a gemir. Instantáneamente lo reconoce. Ethan. Rápidamente, mira al cielo. ¿Es acaso una burla de Dios? ¿De verdad? De todos los hombres heridos en Nueva York…

-Es Ethan.

-¿El que fue a la veterinaria?- Sienna asiente.- ¿Qué hacemos con él?

-No creo que debamos llamar a nadie, creo que ya tuvo suficiente problemas legales para una vida.

-¿Qué planeas hacer? ¿Dejarlo aquí….?

-¡No!- Dice casi demasiado rápido- Llevémoslo a la veterinaria.

-Sienn, está bien que él pueda ser un “animal”, pero no crea que lo sea de ese tipo.

Rueda los ojos– Podríamos coser y vendar algunas de sus heridas allí, sin tener que llamar a nadie…–La mirada de Hayley se llena de entendimiento y asiente.

Las cuatro calles a la veterinaria, son casi eternas. Ambas chicas, apoyan un brazo sobre cada hombro, arrastrando a Ethan por todo el camino. El sigue retorciéndose y gimiendo hasta que llegan a la puerta. Sienna abre la puerta y Hayley lo arrastra hacia adentro.

Ambas lo colocan sobre la camilla, sus pies sobresaliendo de ella.

-¿Qué hacemos ahora?

-Tú nada, Tomate un taxi, llévate las hamburguesas y ve a dormir. Yo me quedo con él.

-¿Sola? No te olvides que el…- Hayley acomoda sus manos alrededor de su boca como si estuviera a punto de gritar pero en cambio susurra: – salió de la cárcel.

-¿Por qué susurras? Esta claramente fuera de combate- dice señalando a un Ethan desmayado, Hayley se encoje de hombros- Escucha, yo he hablado con el unas veces, de verdad tengo que hacer esto sola.

Heaven In HidingDonde viven las historias. Descúbrelo ahora