El lunes por la mañana, Sienna se encontraba caminando directo hasta el trabajo. Estremeciéndose por el frio, diviso a Sam al final de la calle en la puerta de la veterinaria. Trago saliva y rápidamente se acerco a él.
-¿No crees que es demasiado temprano para hablar? – Dijo ella, adelantándose. Conocía lo suficiente a Sam para saber que no era el tipo de chico que da vueltas, iba directo al grano.
-Y es lunes- Agrego él con una sonrisa. – Estuve preocupado por ti, después de lo que paso el viernes.
--Podrías haberme llamado Sam, no tenias que venir hasta aquí.
-Quise hacerlo, pero Celeste y yo…
-Oh Por dios Sam, olvídalo. Me subí al auto de un maldito desconocido y termine ahí, el no me hizo nada y yo no hice nada. Fin del caso, estoy bien. Y ¿Sabes qué? No seas un hipócrita viniendo aquí, diciendo que estuviste preocupado cuando en realidad estuviste con Celeste. No creo que en tu cabeza hubiera mucho espacio para preocuparte por mí.-
-Sienn… Lo siento. Tienes razón debí haberte llamado.
Sienna le da un pequeño asentimiento y trata de esquivarlo para llegar a la veterinaria. Sam sostiene sus brazos, inmovilizándola.
-¿Qué diablos quieres ahora?- Le gruño ella.
-Cálmate, solo quiero hablar de Celeste.
-¿DE VERDAD NO ENTIENDES POR QUE GRUÑO? ¡ME ODIA!
-Ella no te odi...-Sam hace una mueca, interrumpiéndose- Bueno en realidad si te odia, pero una vez que te conozca te amara tanto como yo. Solo tienes que darle la oportunidad. Así que… por eso se me ocurrió, que mañana por la noche podríamos ir a un restaurant chino que Celeste conoce…
-Define nosotros- espeto ella.
-Celeste, tu y yo- Sienna comenzó a alejarse y Sam la volvió a sostener, esta vez con más fuerza.- ¿escucha, si? Sé que dije que no era serio y no lo es pero realmente deberías conocerla, por mi.
-Aparte de ser un maldito hipócrita, eres un mentiroso. Simplemente dilo Sam, te gusta Celeste y quieres que la conozca porque sabes que será algo serio.
-Quizás.- Admitió- solo acepta, ¿sí?
-¿Me dejaras sola si voy?- Sam, con una sonrisa llena de esperanza, asiente. Sienna acepta a regañadientes y entra a la veterinaria dando zancadas.
-¿Te has levantado del pie izquierdo de la cama?-Dijo Hayley con una sonrisa al verla entrar. Sienna le gruñe en respuesta.
-Sam es un idiota.- Espeta ella.- Un verdadero idiota.
-Sam siempre es un idiota.- Dice, y luego se aferra aun más fuerte a la taza de café que tiene en la mano- ¿Qué hizo ahora?
Sienna le cuenta todo. Desde la horrible cita con Ethan hasta la extraña conversación que acababa de tener con Sam, Hayley la mira, estudiando cada una de sus palabras, y toma un largo trago de café antes de responder.
-No es la primera vez que Sam cree estar enamorado de una chica solo porque folla bien. Tampoco es la primera vez que una de esas chicas te odia. Solo ve a la cena, finge que te agrada, y luego espera hasta que el mismo se canse.
-¿Y si no cansa? No sé que me asusta más, que Celeste deje a Sam, por mí culpa como lo hicieron las otras o que Sam la elija sobre mí. No quiero perderlo, no a él…
-No lo perderás, el te adora, de verdad. No te preocupes.- Dijo Hayley, Sienna hizo una mueca en respuesta pero con eso dio por finalizada la conversación.
