Sienna se encuentra dando vueltas en su cama, tratando de no pensar en el beso. Tratando de no pensar en Ethan. Pero falla en ambos. Lleva uno de sus dedos a su boca, y cierra los ojos como si aun pudiera sentirlo. Ha llegado a la conclusión, de que tiene sentimientos por él. Lo único que quiere es verlo otra vez. Finalmente, se duerme.
-Es solo una cita, mamá- Su madre alza una de sus perfectas cejas rubias ante ella.
-¿Solo una cita? Has hablado de él durante semanas.
Sienna se sonroja notablemente. El timbre suena, y da un pequeño saltito como una adolecente enamorada. Su madre va abrir la puerta y la escucha decir: “Ethan, pasa…”
¿Ethan? No, no. Alex. Alex es su cita. Pero el chico que entra al lado de su madre no es Alex. Se ve mayor y peligroso. Sienna no lo comprende y luego…
Despierta aferrándose fuertemente a las sabanas y con un grito atorado en la garganta. Fue un sueño. Solo un sueño. Un recuerdo. No ni si quiera eso, la cita con Alex nunca se hizo realidad. Nunca sucedió. Haber soñado con su madre, hace que algo en su pecho duela. Mira la hora, demasiado tarde para seguir durmiendo.
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-Yo creo que si te va a llamar- Dice Hayley- Me refiero es Sam, de quien hablamos.
-Siento como si no lo conociera.
-Te llamara- Asegura su amiga.
-Hayley, los últimos nueve 26 de marzo, Sam los paso conmigo. Si él ni siquiera me llama esta vez. Bueno, creo que es bastante obvio que eso romperá lo poco que queda de amistad.
-El lo hará, Sienn. Solo tienes que esperar…
Sienna la mira poco convencida y vuelve a su trabajo.
Pasa el resto de la noche, yendo de un lugar a otro por la casa. Incluso después de comer, sigue sintiéndose ansiosa. Comienza a ahogarse de estar tanto tiempo adentro, y decide tomar aire. Sale al balcón que no ha usado desde el primer día que vio el departamento, posiblemente. Nueva York es una buena vista, bueno si te gusta la ciudad. Su mirada baja a un vagabundo apoyado contra la pared. El mira al otro lado, y lo ve de perfil. No es un maldito vagabundo. Es Ethan. Sienna no lo duda, y baja casi corriendo.
-¿Ethan?-le pregunta. El se levanta, rápidamente como si hubiera estado esperando su llamado.- ¿Qué estás haciendo aquí?
-Esperándote. – ¿Por qué no tocaste el timbre?
Ethan no dice nada, en cambio se acerca a ella. Se ve devastado, el estómago de Sienna se aprieta por la anticipación. El coloca una mano sobre la mejilla de ella durante unos segundos, y luego la deja caer. Sienna lucha contra el jadeo involuntario que brota de su garganta.
-No sé ni siquiera como empezar o que decir.
-¿Por qué viniste?–Por ti-contesta él.
Sienna cierra los ojos, dejándose deleitar por sus palabras. Pero luego sacude la cabeza, no debe ser tan estúpida.
-Tú no…-Toma un suspiro tratado de aclarar sus palabras – No eres un buen chico, Ethan.
Ni si quiera sabe porque dijo eso, pero a él no parece molestarle.
-No lo entiendes ¿Verdad?-Pregunta el, luciendo vencido- ¿Aun no las has entendido?
-¿Qué es lo que se supone que tengo que entender?
-He estado con muchas chicas- Comienza y ella hace una mueca ¿Es una broma?- Se que pueda sonar estúpido, pero si no te lo digo creo que golpeare a alguien. Me refiero he follado a cientos de chicas calientes, puedo jurarte eso. Pero incluso si juntara todo lo que hice con ellas, no llegaría a ser ni una pequeña parte comparado a lo que sentí cuando te bese, Sienna.
