Historia repetida | kth | ✘

03.

El demonio se quedó dormido en los brazos de la castaña que también se quedo dormida, cuando ella despertó era de noche. En su pequeña cabeza se preguntaba si su padre la estaba buscando o si estaba preocupado por ella. Por más que lo piense nunca sabrá la respuesta.

Le agarró la cabeza a Taehyung y con cuidado de que no despertara lo acomodó en otro lugar, ella salió del lugar no sin antes tocar una piedra son su dedo índice, está al hacer contacto con la piedra azul, brilló, si le dejaba un segundo más le quemaría la yema del dedo. Ese es el poder tiene la piedra azul, ningún humano común y corriente puede tocarla que te quema.

Cuando volvió al pueblo ningún habitante estaba rodeando las calles, un completo silencio era lo que se escuchaba en esas solitarias calles.
Cuando Minyoun entró por la puerta de su casa, estaba todo oscuro, la pequeña de tan sólo diez años iba a pisar el primer escalón cuando una luz detrás de ella la sorprendió haciendo que esta se de vuelta y se encuentre cara a cara con su padre.

—¿Por qué volviste? — preguntó frío.

—Volví porque pensé que me extrañabas... — dijo un poco triste.

—Ya no eres bienvenida, a partir de ahora no me digas padre. — contestó. —llévate tu ropa o tus pertenencias, ya no vivirás en está casa.

La pequeña estaba siendo echada de su propia casa. Minyoun no podía captar la información que recién le dio su padre o eso creía que lo era.

—Tengo tan solo diez años, no sé nada sobre el mundo. — dijo la castaña a su padre para que abra los ojos y se retracte de lo que había dicho. —no me puedes hacer esto papá. — dijo lo último con un llanto.

—Lo siento, me siento culpable pero sé que vas a hacer un gran trabajo, eres buena en todo, y creo que más fuerte que yo por la edad que tienes, sé que lo lograrás pequeña Min. — dijo amable para desaparecer en la oscuridad de las escaleras.

Minyoun se quedó pensando, ¿en serio? Fue lo que se preguntó la pequeña.
Fue a su habitación y puso todo lo suyo en una caja, al bajar por las escaleras miró por todo alrededor y suspiró escapándose un par de lágrimas.

—Tú puedes, Minyoun. — se dijo a sí misma.

Cuando ya estaba de vuelta en la cueva, visualizó a Taehyung tirado en el piso temblando, aunque sea un demonio de más de mil años tiene la apariencia que siempre tuvo, de un joven de veinticuatro años. Lo arropó con una cobija, ella hizo lo mismo y quedó en un profundo sueño.

Taehyung despertó de golpe y miró a sus lados, ella estaba a salvó. El azabache de tan sólo pensar en su sueño le daba ira y una tristeza que no se podrían explicar, le pasaba algo a Minyoun y se arrepentiría.