Capítulo VI

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En el primer mes yendo hacia ese patio, conocí que el dueño se llamaba Alexander Urquiza, un can de origen argentino que había emigrado desde su país, ganando dinero como un vendedor de café. Cuando tuvo un buen capital, fue más ambicioso y pasó de ser un simple socio del club hasta convertirse en el dueño del mismo.

—Espero te agrade venir aquí. —dijo el can.

—¡Me encanta, señor! —exclamé complacido.

—Jeje. —sonrió él mientras veíamos como Daniel tocaba su saxofón.

Al salir de la escuela, aquel lugar se convertía en uno de mis favoritos e inspiradores al escuchar jazz.

Notas de amor [Furry Yaoi/2020]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora