¿Que tal, todo bien?

26 2 0
                                    

Fabiola p.v.p.

Manuel estaba sentado en mi cama, ahí tan tranquilo. (Que vergüenza, yo ahí con el tenderete dentro de la habitación con mis braguillas feas colgando, tierra tragame)

No sabía que hacer, si sentarme a su lado, si hablar con él de algo random, si quedarme sentada en mi silla, lanzarme a ver que pasaba. Mi mente estaba hecha un lío.

Otra cosa que me aterraba era besar a alguien con aparato porque tenía miedo de besar mal y que luego me pusiesen a parir a mis espaldas tipo: "besa mal". Fijaos hasta que punto llegaban mis inseguridades... Culpable, Gonzalo, SEGURO.

Y claro, Manuel me llamó la atención "tanto tanto por whatsapp y ahora que me tienes delante nada", yo no sabía que decir, ni hacer y se me ocurrió soltar la primera tontería que se me pasó por la cabeza "es que no sé si con el aparato vas a poder besar bien" Osea no podía lanzarme y ya, nooo tenía que joderlo todo. Su cara, un poema. Me estaba poniendo nerviosa ¡QUE HAGO, JODER! Venga sin pensar, cómele la boca ya, hostia.

Y eso pasó. Acto seguido, se me ocurrió la brillante idea de hacerle un chupetón ¿Que podía pasar? En mi cabeza era un plan magnífico. Él también me hizo uno pero menos intenso. La piel de Manuel era demasiado sensible o yo un vampiro, no sé, llamadlo como queráis.

Salimos de mi habitación y fuimos a incordiar a la parejita feliz. La situación era muy extraña, no lo voy a negar.

Olvidamos un pequeño detalle, nuestros maravillosos cuellos tenían un sello bastante notable y entramos en la habitación de Noa como si nada. Sus caras, otro poema. Nada más que añadir al respecto, muchas risas, bromas, etc... hasta que se tuvieron que ir.

Noa estaba feliz porque había podido pasar el día con el amor de su vida, yo sin más.

Estaba muy proud de mi amiga, por fin un poco de alegría ella. Me enternecía verla así, ojalá yo también.

Llegamos a casa (porque les habíamos acompañado a la estación) y mi habitación olía a él. "Que maravilla"- pensé. Me paré a pensar y me dije a mi misma "pero que mierdas estas pensando, NO OSEA NO, tu ahora no te encoñes con Manuel porque no" "Con todo lo que has llorado por culpa de Gonzalo no estás preparada para llevarte otra decepción"  y me fui a dormir. Un día verdaderamente agotador.

Me desperté y la habitación seguía oliendo a él. Una sonrisa traviesa apareció y cuando me miré al espejo, esa sonrisa se agrandó. 

Antes de hacer o decir cualquier tontería me dije a mi misma "ventila la habitación, amor, verás como así se te pasa la tontería".

Y yo seguía hablando con el de tranquis pero ahora con un todo diferente, era raro pero quería más. Ambos queríamos más o eso creía yo...

Recuérdame (2° Temporada de Olvídame)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora