Hoy por fin cumplían cuatro años de relación. Otro año más donde el amor entre ellos seguia siendo igual de ameno e intenso. Pareciera como el primer día en que empezaron a salir, tan bello y especial.
Habían decidido hacer algo simple como todos los años. Era un día especial, pero para ellos todos los días eran así.
Solo iban a estar recostados un rato en la cama dándose mimos, mirar películas juntos, comer sus comidas favoritas afuera, y darse un regalo.Hicieron casi todo lo mencionado con anterioridad. Pareciera como cualquier otro día, pero ellos solamente sabían que era un dia único y solo para ellos.
Ahora se encontraban merendando en un pequeño café en el centro de la ciudad. A Jaemin le encantaba sus cafés bien dulces, mientras que Renjun era del té con apenas azúcar. Parecían tan opuestos que la gente no lograba entender como hacían para amarse locamente. Tal vez por eso mismo se gustaban tanto.
Hablan tan tranquilamente y con unas sonrisas en la cara que pareciera que nadie podría quitárselas. Sus manos estaban apoyadas en la pequeña mesa circular, entrelazando sus dedos como si fueran solo hilos. Podrían estar callados o haciendo nada y el ambiente seria el mismo, tan armonioso y soñador.
Llego la tarde‐noche con el crepúsculo en pleno auge. Los rayos del sol anaranjados inundaban la ciudad y la hacían ver más mágica que nunca. La pareja estaba caminando tranquilamente por la ciudad, pasando por un parque. El chino se alejo un poco a tirar algo en un cesto de basura. Cuando este estaba volviendo, de manera inconsciente Jaemin saco su teléfono y le saco una foto a su novio con el sol cayendo atrás suyo. A sus ojos extrañamente Renjun era más brillante que la masa de luz gigante que deslumbraba todos los días.
En ese momento se acordó de la bolsa que tenia en su mano. Su corazón empezó a latir bastante rápido. Sabía que era el momento de darle el regalo.
Agarro la mano del más pequeño y lo llevo a una zona apartada de ese gran parque. Era primavera y los árboles estaban relucientes, en especial el que estaba encima de ellos.El estar bajo este, le dió la bolsa decorada con flores. Tenía una gran sonrisa esperando a que le gustara. Renjun al abrirla comprobó que se trataba de un peluche de un conejo, era tierno y muy lindo, le recordaba a su novio.
—¿Alguna vez te preguntaste cómo se llama el peluche de pingüino? —dijo Jaemin de la nada mientras él levantaba su cabeza para mirarlo.
—No, nunca me lo dijiste. Hasta pensé que no tenia nombre —mostró una sonrisa al ver al pelirrosa reír bajito respecto a su respuesta.
—Lo llamé Injunnie. Cuando lo vi en el interior de esa maquina me recordó a ti. La idea de que me lo consiguió Jeno fue lo último en lo que pensé, porque lo que más feliz me puso fue que logré tener en mis brazos un pequeño Renjun. Bueno, a uno más chiquito todavía. Así que quise darte algo que te recordara a mí. Para que entiendas un poco como me siento.
Siempre decías que me parecía a un conejito, asi que aquí tienes.
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penguin | renmin
FanfictionJaemin consigue un pequeño peluche de pingüino y a Renjun no le agrada del todo. No permitido copias o adaptaciones.