Conociendonos

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Kitty despertaba adolorida con los primeros rayos de sol de la mañana. Estaba algo confundida pues no sabía dónde estaba. Quiso levantarse pero un dolor terrible en su cuerpo se lo impedía. Fue hay cuando recordó lo que había pasado. Ese gato que estuvo en frente suya, no había forma de que su cuerpo le reaccionara y terminó desmayandose delante de aquel gato de sus sueños. Miro para un lado ya que no sabía dónde estaba y fue hay cuando lo volvió a ver. Estaba ese gato, sentado en una silla delante suya mientras dormía, parecía que había pasado hay toda la noche. Miro su cuerpo pues estaba sintiendo mucho dolor y fue hay que vio que su cuerpo tenía muchas vendas, incluido su cabeza. Un último intento hizo para levantarse pues no quería que Gato la viera pues aún se sentía muy culpable por lo que tenía que hacerle, aunque sus intentos fueron en vano, ya que cuando hizo el último intento de levantarse, un pequeño grito escapo de la boca de Kitty ya que el dolor fue más alto, despertando así a Gato quien solo abrió los ojos lentamente. Kitty tuvo que hacerse la dormida pues escucho a alguien entrar a la habitación

No me digas que has pasado hay toda la noche -Dijo Joe algo preocupado mientras veía a Gato

Gato se removió, gruñendo levemente mientras despertaba poco a poco. Con esa postura tenía los músculos adolorido

No podía dormir -Se excusó Gato cuando al fin despertó

¿Otra vez esas pesadillas? -Pregunto Koga a Gato mientras que este lo miraba sorprendido

¿Como sabes eso? -Pregunto Gato a Koga muy sorprendido de que supiera ese dato de el, ya que no habia llegado a hablar con el sobre ese tema para no preocuparlo ya que no le aparecieron durante mucho tiempo y no le dio mucha importancia

Dulcinea me lo digo -Dijo Koga

Quien si no -Dijo Gato rodando los ojos algo aburrido y cansado causándole gracia a Koga

No es por meterme donde no me llaman, pero me ha estado contando sobre tu problema y me tiene algo preocupado como ella. Si necesitas ayuda puedes contar con migo -Dijo Koga algo preocupado por su amigo. No queria meterse en asuntos personales, pero quería devolverle el favor de dejarle vivir en San Lorenzo ya que el era huérfano y no tenía ningún hogar

Gato solo suspiro frustrado y cansado. No quería decírselo a Koga ya que el tenia sus problemas y no quería darle uno más. Se sentía una carga pues todos estaban siempre con el por lo de sus malditas pesadillas. No quería más involucrados y va Dulcinea y se lo zampa a su nuevo amigo Koga. ¿Es que nunca podía estar callada?

Gracias pero no hace falta -Dijo Gato para no preocupar a su amigo

Si necesitas a alguien aquí estoy -Dijo Koga persistiendo ya que quería serle algo útil a su amigo Se que no debería preguntar esto pero, ¿Cuando empezaron a aparecer te esas pesadillas? -Dijo Koga a Gato algo avergonzado pues sabía que se estaba metiendo en más de la cuenta cosa que Gato noto. Era muy curioso y pensaba que tal vez hablando del tema podría hacerle sentir mejor o alomejor saber de donde vienen esas pesadillas

Hace mucho tiempo que las tengo. Aún recuerdo caundo era pequeño cuando me despertaba así de mal y la encargada del orfanato, Imelda quién la consideraba como mi madre, me calmaba cantandome canciones mientras me acunaba  como a un bebé, y yo como era tan pequeño me dormía en seguida
Ha veces cuando las pesadillas era más fuertes me costaba más dormir pero lo lograba. Aún no se como pudo aguantarme todos estos años -Dijo Gato explicándole todo con detalle para que Koga no se sintiera tan avergonzado. Era normal que sintiera curiosidad ya que no mucha gente tiene pesadillas como esas y lo entendía. Explicó sus pesadillas con algo de nostalgia pues aún añoraba a su madre y todos los recuerdos que tuvo con ella

Eres la luz detrás de mis pesadillas Donde viven las historias. Descúbrelo ahora