capitulo 1 Siempre hay una primera vez.

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*Imagínate, llegas un día a casa, y te encuentras muchas velitas en el pasillo a modo de alfombra, tu pensamiento, seguro que esto lleva a alguna parte, escuchas ruidos en la cocina, pero las velas llevan al salón, asique no quieres fastidiar la sorpresa y vas directa al salón, de repente llega el, con cara de vergüenza, con una bandeja tapada por una campana plateada, y te llega un olor a un tostado algo más quemado que tostado, se acerca a ti y tan solo te dice, ante todo te quiero. Se sienta frente a ti, te aparta la servilleta que hay sobre el plato y descubres un papel a modo de menú, ''querida mía, se el trabajo que has hecho en casa siempre mientras que yo trabajaba, por eso ahora que yo no trabajo, y en celebración de tu primer día de trabajo, te he preparado esta cena, espero que todo salga bien. Para empezar, cuscús acompañando a un grandioso pavo al horno relleno de masa de almendras con patatas panaderas, y de postre una estupenda ensalada de frutas con chocolate fundido´´

  -Hola mi vida, perdona por todo este estropicio, solo quise intentar sorprenderte, pero ya ves, es      mi primera vez y no lo hice como quería que hubiese salido, asique te llevaré a cenar a fast food…

*El pavo en la bandeja plateada estaba más que tostado, carbonizado, la ''ensalada de frutas´´ parecía más bien un puré, la botella de vino atascada por haber roto el corcho dentro y para colmo, vasos y platos de plástico.

-Bueno me presento, me llamo Beth Loor y si, este es mi primer trabajo, y el, Ángel, es mi pareja, y otra vez me va a llevar a comer a fast food, como todos los viernes, pero bueno, hoy no me enfadaré porque sé que lo intentó con todas sus ganas pero aún tengo una pequeña duda, ¿Dónde estarán las copas y la porcelana? Bueno, no preguntare ahora para no fastidiar el momento.

*Bajaron a la calle ella con su abrigo largo hasta las rodillas y pelitos en el cuello y el con su bufanda y boina puestas, ya que el frio que hacía era infernal, llegaron al coche y al montarse bajaron las ventanillas ya que hacía más frio dentro de él que fuera, el coche era viejo y oxidado, y el soñaba por tener uno mejor pero todo el dinero que antes ganaba lo dedicaba en completo a costear los estudios y la salud de Beth. Llegaron a fast food y se acercaron a la caja a pedir.

- Hola Mikel, puedes ponernos lo de siempre por favor.

-Ya estoy cansada de siempre lo mismo, de estar todos los días comiendo sopitas de verduras y el único día que podemos comer algo más en condiciones tiene que ser los viernes aquí porque es lo ms económico que podemos permitirnos, quiero que con mi trabajo podamos permitirnos más lujos, quiero comprarte unas zapatillas nuevas que esas están muy despegadas ya, quiero que podamos arreglar el coche o comprarnos otro, que tenga aire acondicionado al menos, quiero dejar de pasar frio en casa y quiero comer todos los días carne.

*Dijo Beth mientras se le cambiaba la cara y los ojos le brillaban por las lágrimas que empezaban a nacer en ellos.

-Ya lo sé Beth pero nos ha tocado esta vida, y muchas veces he soñado que si tú te enamorases de otro hombre con mejor vida, aunque me entristeciera por una parte, por otra parte me haría feliz que vivieses con ese señor para que no te faltase de nada.

*Dijo Ángel, entrecortado.

-Hablando de eso, cariño, solo por preguntar, ¿conoces a Rocío?

*No existe ninguna Rocío.

-No sé, no me suena esa chica, quizás me la hayas presentado alguna vez pero ahora mismo no caigo de quien será.

-Esta chica compró un coche y una casa viviendo de la calle.

-Me parece estupendo por esa chica pero si tú quieres dedicarte a esa vida yo prefiero no estar en ella.

*Dijo enfadado, para quien no lo sepa, vivir de la calle es dedicarse a la prostitución y estamos en un tiempo que si eres bonita puedes llegar a tener muchos clientes.

-No cariño, yo solo era por informar, yo estoy muy a gusto en esta panadería, además, aprendo a hacer dulces que podré hacer cuando los tenga perfeccionados. Ante todo, te quiero Ángel, y yo nunca te haría esto. Además eso sería una estupidez por mi parte, supongo que sería una gran humillación hacia mí.

*Miles de pensamientos pasaron por la cabeza de Beth.

-Poder tener algún lujo, comprarme ropa, arreglar el coche, poder ganar el dinero para comida de una semana en 10 minutos, con solo alguna caricia, con tan solo dando un poco de falso cariño a algún pobre desviado, con solo 10 minutos de sexo, que no es amor, es solo sexo, sin sentimientos, sin nombres, sin besos, pero también esta Ángel, ¿Como podría hacerle esto a él? Sabiendo todo lo que ha hecho por mí y todo lo que haría por mí, si le dijese que me siento necesitada de algún lujo, sería capaz de quitarse de algún gusto suyo para poder dármelo a mí, tan capaz seria que dejaría hasta su querido café matutino, cosa que para él es como un ritual.

*Beth estuvo pensando en ello durante un par de horas hasta quedar totalmente dormida, mientras tanto, Ángel estaba en su sillón frente a la chimenea apagada, fumando de un cigarrillo que pidió aquella tarde en la plaza.

Ante todo, te quieroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora