two

552 58 8
                                    


— Mierda. — Dijo Wendy bajo su aliento, estaba llegando tarde de nuevo. Hace poco había empezado la universidad, y realmente la estaba estresando, no podía adaptarse al ritmo de estudio.

Además, no tenía muchos amigos ahí, y tampoco hablaba con sus compañeros de clases así que nunca podía discutir sobre ninguna duda que tuviera. La única persona con la que se hablaba era Seola, su compañera de cuarto.

Ella siempre se iba temprano, así que seguramente no pudo haberla despertado, pero Wendy no la culpaba, esto era responsabilidad suya.

Se levantó y se vistió rápidamente. También se preparo un té pero no fue capaz de terminarlo, y se marchó.

Ahora tenía una clase que le daría puntos extra, que decidió tomarla porque pensó que sería fácil, quiero decir, ¿Quién no sabe sobre éticas? Pero resultó bastante difícil, y estaba contemplando dejar la clase.

Entró y caminó rápidamente hacia un lugar para sentarse. Se colocó al lado de una chica que nunca había notado en esa clase, quien le dió una sonrisa ladeada al verla sentarse. Comenzó a sacar sus notas de su mochila y vió al profesor explicando, suspiró, estaba muy estresada y cada vez entendía menos los temas de las clases. Su compañera de banco lo notó, y asintió, como sabiendo como se sentía Wendy.

— ¿Tomaste esta clase pensando que sería fácil verdad? — le preguntó aquella chica castaña.

— Yo... Si, realmente la subestimé. — se sinceró Wendy.

— Kang Seulgi. — extendió su mano, para saludar a la contraria.

— Son Seungwan, pero dime Wendy. — estrechó su mano. Tenía que admitir que era bastante bonita, era como agradable verla. Se sonrojó un poco al pensar en eso, y se golpeó mentalmente por volver a distraerse.

— Si quieres, puedo ayudarte con esta clase. Me costó un poco entenderla pero ahora creo que ya estoy bien.

— ¿En serio harías eso? Muchas gracias, en serio lo aprecio. — La castaña solo sonrió y le pasó una nota con su número de teléfono.

[...]

Wendy se levantó de su escritorio y fue hacia el refrigerador a buscar algo para tomar. Abrió una lata de una bebida energética, y notó una pequeña bolsa de plástico con un polvo blanco dentro.

— Seola... — murmuró, sosteniendo la bolsita y analizando su contenido, cuando escuchó un golpe en su puerta. Dió un pequeño salto y guardó la bolsa en el lugar que estaba.

— ¿Quién es? — preguntó acercándose a su puerta.

— Seulgi. — Wendy se sorprendió, y arregló rápidamente su ropa y su pelo, y abrió la puerta.

— Hola. — le sonrió amablemente y le invitó a pasar. — No esperaba que vinieras.

— Oh, lo siento si te molesta. — Wendy negó con la cabeza y murmuró un "No me molesta" — Vine para decirte si querías venir a la fiesta de Chenle y Jisung.

— Oh... Yo — Seungwan dudó un poco.

— Vamos, será divertido, estarás conmigo. — Seulgi la miró en los ojos, y Wendy no lo notó antes, pero la castaña tenía un tono rojizo en sus ojos, no eran simplemente marrones. Se sintió atraída por ella, por lo que se sonrojó un poco, y asintió.

— Está bien. Dejame cambiarme primero. — Seulgi asintió y se sentó en el sofá, y Wendy se retiró hacia su habitación.

Estaba decidiendo que vestir, ella no era muy femenina, pero tampoco muy masculina. Pensó que un pantalón de cintura alta, una camiseta y una campera rompevientos estaría bien. Se miró en el espejo, y recordó el polvo blanco que había en el refrigerador, y pensó si en la fiesta habría drogas.

Le dolió la cabeza, recordando las pastillas y drogas que tomaba en el hospital psiquiátrico, los intentos de suicidio, la sangre, y el olor a podrido.

Sacudió su cabeza, ese pequeño hábito que tenía, cuando tenía pensamientos así. Trató de despejar su mente pensando en que era una persona diferente ahora, y que la pasaría bien con Seulgi.

Caminó hacia la sala de estar de nuevo, y la mayor le lanzó una sonrisa ladeada. Wendy se sonrojó y agachó la cabeza.

— Vamos. — Seulgi se levantó del sofá y Seungwan la siguió, la castaña puso su brazo en el hombro de la contraria y sonrió. — Vamos a divertirnos.

[...]

— ¡Jeno! — gritó Seulgi, abrazando a su amigo. — Vine con una amiga, se llama Wendy — Señaló a la mencionada y esta saludó al chico. — ¿Donde están los demás? Quiero saludarlos.

— Están en la sala con la televisión, si Chenle no está ahí, debe estar limpiando algo o administrando las bebidas. Y Mark debe estar afuera. — dijo el chico de pelo negro.

Seulgi volvió a abrazar a Wendy colocando su brazo encima de su hombro, y ella colocó su mano en su cintura, y la castaña le dió una mirada cómplice. Caminaron hasta una sala en la que había varias personas jugando videojuegos, y Seulgi saludó a sus amigos.

— Vamos a buscar algo para tomar. — Dijo levantando la voz por encima de la música, y notó a Wendy dudando un poco. — No te preocupes, si algo pasa, yo te cuido. — Seungwan siento un gran alivio al escuchar eso, no era de ir mucho a fiestas, y menos de tomar alcohol, así que tenia miedo que alguien se aproveche de ella si no encontraba en todos sus sentidos.

Seulgi encontró dos latas de cerveza en un pequeño freezer y le alcanzó una a Wendy. Siguieron caminando y bailando por la fiesta, cada vez llegaba más gente y siguieron tomando alcohol, aunque la castaña tomaba notablemente menos.

— Gracias por invitarme, necesitaba una fiesta así. — Levantó la voz Wendy, y Seulgi simplemente le sonrió.

— Oh, lo siento. — La castaña se disculpó al chocar con alguien.

— No hay problema. — Sonrió aquella chica, claramente estaba intoxicada. — ¿Quieren? — Extendió su mano en las que tenía unas pequeñas pastillas.

— No, gracias.

— Yo sí. — Wendy tomó una con su mano y la colocó en su boca. Seulgi la miró algo sorprendida. — Gracias.

Ambas se fueron antes de que la fiesta terminara, Wendy estaba bajo el efecto del alcohol y tal vez, de una droga también. Entraron al apartamento de Seungwan, quien era sostenida por Seulgi porque se caía constantemente.

— Ve a dormir. — Seulgi giró para abrir la puerta.

— No, Seulgi, no te vayas. — Wendy la abrazó por la espalda. — Me gustas.

— Estás drogada. — dijo la mayor seria.

— No me importa, me gustas. Tú también lo estás un poco además.

Seulgi se giró, y comenzó a besar a Seungwan. Se separó del beso y la miró a los ojos.

— No, no podemos hacer esto. — Seulgi sacudió su cabeza.

Wendy sintió algo en sus ojos que la volvía loca. Hacía que sus instintos se activaran, y lo único que quería era acercarse a ella.

— Si, sí que podemos. — Seungwan la tomó fuerte por el cuello, lo que hizo que soltara un quejido, y comenzó a besarla. Seulgi inclinó su cabeza hacia atrás, dejando que Wendy besara su cuello. Pero pronto lanzó un gemido, porque la había mordido, bastante fuerte.

— No, n-no podemos. — Dijo firmemente, alejando el cuerpo de Seungwan, abrió la puerta y se marchó.

Se quedó quieta, mirando la puerta cerrada, sin entender lo que acababa de pasar. Suspiró, y apoyó su cabeza en la pared. Había perdido el control, ¿Por qué la mordida? Ella nunca fue así. Cerró con llave, y caminó tambaleante hasta su cama. Estaba agotada, le dolía todo el cuerpo, se durmió a los pocos segundos de cerrar los ojos.

sinful | wenseulrene (terminada) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora