¡Holis! Es probable que algunos de ustedes me conozcan de AO3. Hace más de dos años que soy parte del fandom Flozminero y ¡por fin he creado una cuenta acá! Bueno, esta historia la pueden encontrar en AO3, completa, pero yo decidí subirla acá también porque Wattpad tiene, incontestablemente, un mayor alcance. Hice unas muy pequeñas ediciones, principalmente con respecto a la ortografía. Voy a ir subiendo los capítulos de a poco (no tardaré, igual, les prometo). En fin, esta historia es muy, pero muy especial para mí. Me genera un orgullo tremendo. A los que no la conocen todavía: ojalá les guste <3
Jazmín no creía realmente que, en la Buenos Aires de la segunda década del siglo 21, todavía existían boliches cuyos públicos eran heterosexuales u homosexuales al 100%. Cada vez surgían más estudios pseudo científicos afirmando cosas como "en un futuro cercano, la bisexualidad será hegemónica, tanto entre hombres como entre mujeres". La sociedad estaba cambiando, eso sí era un hecho, y los límites entre los lugares frecuentados por esas comunidades específicas eran cada vez más tenues.
Jazmín sabía de todos esos cambios y de la creciente cantidad de lugares sin rótulos en metrópolis como aquella. Sin embargo, el hecho de que ella le había hablado a una chica de manera coqueta en aquel boliche no rotulado y la chica le había correspondido el coqueteo un par de minutos atrás, así, de una, todavía era muy sorprendente.
Sus espaldas se habían chocado sin querer una y otra vez, hasta que, luego de un tercer choque involuntario, las dos se habían reído y dejado de pedirse perdón.
- Me parece que el destino quiere que nos conozcamos - le había dicho la chica; una morocha hermosa y de sonrisa dulce, cuyos rulos rebeldes apenas caían sobre sus hombros.
- Yo no creo en el destino - le había respondido Jazmín, sonriendo también y acercándose un poquito más a ella al hablarle debido a la música alta.
La chica había ensanchado mínimamente los ojos, algo decepcionada.
- Ah, ¿no?
- Para nada, no - Jazmín había meneado la cabeza. - Pero, sí, creo que quiero bailar con vos.
Entonces, habían empezado a bailar juntas. Y todavía seguían bailando. Reggaetón Lento llenaba el salón y la presencia de la chica llenaba a Jazmín. Los movimientos lindamente desinhibidos de sus caderas y de su vientre, su perfume cítrico riquísimo, el hecho de que su pelo parecía tener un ritmo propio. Todo acerca de la situación hacía que Jazmín se sintiera medio torpe. Estaba segura de que sus mejillas estaban rojas como tomates maduros, por cierto.
Las dos se comunicaban mediante sonrisas abiertas y miradas intensas a los ojos, excepto cuando la chica decidía bailar dada vuelta, todavía bastante pegada a Jazmín. Durante esos momentos, la colorada cerraba los ojos un ratito y simplemente disfrutaba de esa proximidad tan desconcertante en lo mejor de los sentidos.
La química - como le decían a ese tipo de conexión instantánea y abrumadora - flotaba en el aire, entre ellas, era perceptible por sus pieles, eléctrica. Brotaba de las dos y las unía cada vez más.
- Bailás muy hermoso - le murmuró Jazmín al oído mientras la chica estaba otra vez dada vuelta.
La canción ya se había terminado y otra empezaba. Los brazos de Jazmín circundaban la cintura de la chica y las manos de ella los acariciaban sutilmente.
- Vos también - volteó para mirarla nuevamente a los ojos y se acercó a su oído. - Tenés un pelazo divino.
Jazmín se rió. El calor no había abandonado sus mejillas todavía - y tampoco el resto de su cuerpo.
ESTÁS LEYENDO
Hasta el Amanecer (Flozmín)
FanfictionFlor y Jazmín no se conocen. Un boliche, un par de canciones y un anhelo inexplicable las une.