Prioridades

Capítulo 1

5 años después...

Cierta chica de ojos marrones se encontraba vigilando a un rubio, que al parecer estaba meditando con los dioses, era algo aburrido, para ella solo estaba sentado viendo la cascada no comprendía el verdadero valor de meditar. Desde niña siempre fue tan inquieta.

―Así que ya están acá

Le escuchó murmurar, se preguntó ¿Quién viene? Cuando estaba a punto de preguntarle escucho decir su nombre, miró por última vez al rubio y bajo de la rama donde se encontraba para ir a donde la llamaron.

Cuando llego, vio a Yoon tratando de mover unos cuerpos, lo ayudo de inmediato recordando sus valores. Cargo al chico con sumo cuidado debido a que estaba bastante herido, y dejó que su amigo de ojos celestes cargará a la chica ya que era la menos pesada.

Debido a varias cosas del pasado, Hayami noto que tenía una fuerza asombrosa que se supone ninguna chica debía poseer y si fuera por ella cargaría los dos cuerpos, pero no podía arriesgar la vida del chico, se le veía bastante mal.

― ¿Situación? ―pregunto acostando con cuidado al chico despojándolo de la parte superior de su ropa.

De esta manera tenía una mejor vista de herida, tratando de diagnosticar la causa como si de una doctora se tratara, no era profesional, simplemente había leído varios libros de medicina básica. Haciendo sus propios remedios caseros y aprendiendo del joven peli naranja.

― Los encontré cerca del acantilado, atiende a la chica por favor.

La joven obedeció sin chistar, la chica pelirroja que se encontraba acostada no parecía tener muchas heridas, si cayeron del acantilado y ella salió casi ilesa, miro al chico que era atendido por Yoon, sus heridas se debieron empeorar por la caída, miró de nuevo a la pelirroja, "La protegió de la caída" pensó.

― ¿Necesitas ayuda? Ya estoy terminando con la chica

―Necesito que rápido me traigas las hierbas medicinales y las herramientas, hay que retirar el veneno de su cuerpo...

―Bien...

Después de un tratamiento bastante largo y dejar "estable" al chico, Hayami fue a donde Yoon le marcó que encontró al par de jóvenes, analizando la escena, vio una gran rama rota mirando hacia arriba vio que en unos de los árboles la mitad de una rama faltaba.

―Así que los árboles ayudaron en su caída, eso explica porque sobrevivieron

Camino de regreso a la pequeña cabaña, pero vio una lanza clavada en el suelo, la agarró y le dio un par de vueltas en su mano pensando en que era algo ligera y fácil de manejar, luego recordó que posiblemente la sentía ligera por la extraña fuerza que poseía.

―Me gusta, la voy a esconder a Yoon no le gustan las armas.

Al pasar prácticamente casi dos días la joven princesa despertó gracias a que Yoon le estaba dando jugo al exprimir un pedazo de naranja. Dándoselo de sopetón cuando vio que ella había despertado. Se encontraba realmente desorientada después de todo lo que había vivido.

Yoon le explico un poco de la situación que había analizado hasta ese momento, y se detuvo únicamente hasta que llegó la joven de cabello azul.

―Yoon, aquí están las plantas medicinales.

― ¿Quién eres? ―Pregunto Yona.

― Tan solo una joven ―Contestó sigilosamente la chica

No era que la odiara, no había tratado con ella para sancionarse de ello, pero por el tono de voz que emplea, la ropa tan extravagante que usa, se dio cuenta que era parte del castillo, posiblemente un noble y tal vez no los odiaba como lo hace Yoon. Sin embargo, mantiene su distancia, ya que los nobles no son personas en las que puedas confiar, pueden llegar a ser crueles y Hayami no quería arriesgar a la pequeña "familia" que tenía.

Yona al notar que la chica que se encontraba enfrente no quería presentarse decidió callar, nadie la había tratado con tanta desconfianza, la chica de tez morena parecía un pequeño depredador que es demasiado precavido con las cosas a su alrededor.

Esa chica parecía de su edad pero por alguna razón, Yona percibió en sus ojos que no eran de una niña, sino de una adulta.

Poco después llegó el monje Ik-soo haciendo su escándalo, confirmando la sospecha de la joven diciendo que Yona era una princesa; decidió no quedarse, no quería meterse en los asuntos de ella, con una sola mirada le dijo mentalmente a Yoon que se volvería a perder un par de días en el bosque, para después desaparecer de su vista sin darse cuenta que la temperatura del moreno acostado estaba subiendo.

Para joven era bastante común perderse en el bosque aunque de pérdida no tenía nada, simplemente estaba demasiada acostumbrada a la naturaleza y le gustaba dormir arriba de los árboles. Claramente cada vez que regresaba Yoon le regañaba por regresar sucia y que si la mayor parte del tiempo se la pasaría en el bosque porque había insistido tanto por quedarse a vivir con ellos.

Ella simplemente se disculpaba haciendo exactamente lo que el peli naranjo pálido quería, por lo menos aliviar un poco su enojo. Sonrió así misma sin evitar pensar que Yoon se comportaba como una madre con ella, miró una última vez la cabaña donde se encontraban todos antes de desaparecer entre los arbustos.

"Espero se marchen pronto"