Capítulo 3

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La situación era extraña e incómoda para la protagonista, frente a sus ojos se encontraba un peli- naranja molesto acorralando a el monje torpe en la pared evitando que el escapara con su pie.

― No deberías estar aquí, ve a ver el mundo

Al escuchar esa frase, soltó la canasta que traía consigo alejando cualquier tipo de felicidad, ¿Qué rayos había pasado mientras estaba fuera? No los podía dejar solos unos minutos. Su intensa mirada marrón se dirigió a la pequeña figura que estaba en la puerta de la bodega observando todo con una cara de preocupación, claro, ante la perspectiva de la chica las cosas se habían descontrolado desde que ellos habían llegado.

Pese a la conmoción, nadie en esa escena había notado la presencia de la joven chica, se agacho para recoger las verduras ahora más sucias que antes.

―Estaré bien sin ti ―Dijo aquel torpe monje

Cuando se dejó por fin ver, lo único que vio fue como el chico se iba a alguna parte del bosque dejando solos a los demás. Con una sola mirada por parte de la recién llegada, Yona entendió que debía regresar a la cabaña sin decir nada dándole oportunidad a la joven de hablar con el monje.

― ¿Qué rayos paso aquí?

―Hayami-san, quiero que Yoon y tu dejen la cabaña

― ¿Qué dices? Estarías perdido sin nosotros, no te dejaríamos solo

Aunque apenas y pudiera ver sus ojos, podía sentir como aquel rubio le decía todo con la mirada. Dejando un lado la canasta, se acercó a él para ayudarle a quitar el polvo de su ropa, haciendo levemente a un lado el cabello que cubría su cara, dejando a la vista sus hermosos y profundos ojos morados.

―Sé que si Yoon se va ― puso una mano en su cabeza ― Conocería el mundo que una vez deseo tanto conocer ― Sentía que su mirada picaba ― Y tú no dejarías que el enfrente solo este mundo.

La joven no se contuvo más y empezó a derramar un par de lágrimas, abrazando rápidamente al joven frente suyo, conocía su historia con Yoon y el cómo dejo su sueño de lado porque su nuevo sueño era estar al lado de aquel monje.

― No quiero dejarte solo

―Todo estará bien Hayami-san

Sorbiendo su nariz, le dio una tímida sonrisa al monje dejando que el fuera a buscar a Yoon soltando un suspiro poco después cuando lo vio tropezar...con la nada.

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―Tengan un buen viaje

Yona y Hak empezaron a caminar, mientras que cierto ojo- azul se quejaba metiendo sus cosas a la bolsa de nuevo. Despidiéndose rápidamente del monje, en cambio Hayami se tomó un poco más su tiempo.

―Ten mucho cuidado ―Lo abrazó ― Y cuida mis cultivos

―Puedes estar tranquila

Salió corriendo para alcanzar a los demás, a una nueva aventura donde su prioridad principal era proteger a cierto genio apuesto. Dio otra pequeña sonrisa cuando vio que él tenía unas pequeñas lágrimas demostrando que realmente le afectaba la despedida.

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―Sentí que se me salía el corazón

Todo apuntaba que el grupo y el viaje no iban a ser normal, todos eran personas muy animadas. La bestia del trueno estaba casi arriba de un árbol tratando de escapar muy vagamente por cierta princesa la cual estaba molesta por haber sido metido en un costal.

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