Mitología Opalica

3• Los hijos de Ópalo

Las amenazas con crearle un hermano a Bernna era una realidad, mientras Bernna dormía debajo de una planta de laureles Ópalo se acercó a el y le corto una parte de su cabello.
El sedoso cabello de Bernna llegaba hasta un poco más arriba de media espalda pero con el corte que le realizó su madre Ópalo le quedó hasta los hombros.

- ¿Quién fue el insolente desdichado que cortó cobardemente mi cabello- Gritó Bernna furioso.

- ¿Quien más puedo haber sido?- Dijo Ópalo en tono de burla.

- ¿A caso creías que mis amenazas con hacer un hermano se reservarían a ser solo plegarías? ¿Creíste tontamente que no cumpliría con tu castigo por haber sido tan ruin hijo? Estabas muy equivocado, y ahora pagaras las consecuencias de tus malignos actos de atentar contra mí- Protestó Ópalo.

Ópalo junta sus manos a la altura de su pecho con el mechon de cabellos de Bernna entre ellas, Ópalo suspira y lentamente separa sus manos, el cabello se desintegró por completo y se convirtió en un rayo de luz que poco a poco comenzó a tomar la forma de un hombre, un chico verdaderamente dotado poco menos que Bernna.
De aquel destelló nace Chapman, una nueva criatura, un nuevo ser en este prematuro universo. Ópalo sonrie y mira a Bernna el cual está completamente asombrado y a la vez debastado por el nacimiento de su hermano.
Ellos tenían notables diferencias, Bernna era muy altanero y no ayudaba a nadie, por su parte Chapman era más educado y ayuda a a los seres místicos que vivían en aquel entonces pero bajo la condición de que aquel que Chapman ayudase tenía que benerarlo hasta su muerte.
Esto causó más de un conflicto intrafamiliar entre Bernna y su hermano menor Chapman.
Un día un gigante que pasaba cerca de donde ellos estaban, llamado Trapecio le pidió ayuda a Bernna para llevar unas sandías en su carretilla por una colina, Bernna se negó rotundamente.

- Que te ayude alguien más poderoso que yo, así es, nadie te ayudara - Se burló del gigante.

Chapman que estaba cerca escuchó todo el lío que estaba pasando.

-Amigo trapecio si construlles un templo en mi honor con gusto te ayudaré- Dice elegantemente Chapman.

-Estate seguro que lo haré- Dice el gigante muy contento.

Chapman con sus poderes eleva la carretilla hasta lo alto de la colina.

- Ahora tu parte- Contesta Chapman.

El gigante le construye un templo tal y como habían acordado.
Bernna estaba furioso porque Chapman ayudó al gigante haciendo entender que Chapman era más poderoso que el.
Bernna toma una rama de un árbol cercano.

-Gigante te propongó algo- Dice Bernna muy entusiasta -Tomá este trozo de madera  y dirigete hasta el borde de universo donde verás a una bestia temible se llama Génemeses, di lo siguiente  Alabado sea todo aquello creado por Ópalo, dejame estar aquí- Propusó Bernna.

-¿Y cual será la finalidad de esa acción?- Preguntó extrañado el gigante.

-Entonces llegaré yo, y todo el universo estará en tus manos para siempre- Respondió Bernna.

El gigante Trapecio no lo dudó dos veces cuando comenzó a correr a toda velocidad hacía el horizonte con la rama entre sus manos, cuando llegó se encuentra con Génemeses y le recita las frases dichas por Bernna, la bestia no lo atacó, Bernna llega entonces.

-Eres fiel a lo que te dije- Dice Bernna muy contento.

-Entonces me toca cumplir- Exclamó Bernna.

En ese momento ni trapecio ni Génemeses podía creer lo que había ocurrido, Trapecio era una criatura completamente enorme mucho más grande que el universo mismo en la rama que portaba estaba posado el universo y las cuatro bestias que jalaban de lados opuestos.

-Tu trapecio tendras el universo en tus manos para siempre y a la vez estas obligado a mantener un equilibrio perfecto de lo contrario todo el universo caera y todo lo que existe va a colapsar- Dice Bernna muy orgulloso.

Bernna y Chapman se la vivían peleando aveces discutian con palabras pero aveces llegaban a los golpes.
Ópalo no podía creer que sus hijos solo peleaban sin parar.

-Ustedes solo causan problemas y me veo obligada a crearles otro hermano- Dijó Ópalo.

Lo que Bernna menos queria era tener más familia porque eso solo significaba que su poder se vería más limitado al tener que compartir el trono.
Chapman no quería un hermano, el quería una esposa para que alguien entendiera por completo los deseos de Chapman.

Ópalo empulla su mano izquierda y tras unos segundos la abre y como es de esperarse sale un destello de luz y a los pocos instantes toma forma de un hombre uno aparentemente muy poco dotado, con un cuerpo muy robusto y de una altura baja en comparación a sus dos hermanos.
A este tercer hijo lo llamó PUC, y el era más diferente a sus hermanos, Puc era completamente pasifico y en lugar de pelear siempre utilizaba el dialogo y las palabras, Puc solo se reservaba a decir frases filosoficas y aparentemente muy sabias.
Esto no benefició a nadie, Chapman y Bernna seguian peleando como de costumbre, Ópalo tenía que separarlos y  el joven Puc solo analizaba estas situaciones y construia frases que hacían referencía a la paz.

-Supongo que la unica opción que me quedá es tener un último hijo, pero esta vez sin poderes- Dijo Ópalo.

Ópalo toma un trozo de pan y me da un beso el pan comienza a brillar y a tomar forma humana, sale el nuevo hijo de Ópalo, Ruzzi, el no tenía ningun poder era un humano mortal sin especialidades.

La familia ya era muy extensa pero Bernna, Chapman y Puc no sabían que acababa de nacer su nuevo hermano.

Ópalo les presenta a Ruzzi a todos sus hermanos, quienes inmediatamente quedaron sin aliento porque ya no querian más hermanos.

-No puedes con mis necesidades, yo me largo de aquí- Exclamó Bernna.

-Yo necesito una inmensa ciudad donde todos me veneren a mi- Propusó Chapman.

-Yo me veo obligado a crear un lugar donde la sabiduría abunde siempre y cuando sean dignos a la no ignorancia- Agregó Puc.

Pero Ópalo les propuso una mision a cada uno y el primero en cumplirla se quedaria con el gran trono, a Bernna le pidió que hiciera un planeta perfecto, Chapman que creara un lugar donde el mandara pero a la vez se castigase, y a Puc le propuso que creará un estilo de comunicación donde todos se entendieran y a la vez nadie se entendiera.
Esas misiones sonaban muy complicadas.