*NARRADOR*
La luz se terminaba y el dúo se preparaba para comer lo que había cazado Mérida.
Ya cenando.
MÉRIDA - y cuéntame, cuál es tu objetivo ? Digo...que harás después de este trabajo ?
HALLVARD - me prometí ser alguien nuevo, no volver a tener las violentas costumbres de mí pueblo.
MÉRIDA - pero eso es negar tu origen y quién eres !
HALLVARD - esas cosas no me sirven aquí, aquí hay libertad y tranquilidad. Lo que se queda conmigo es el deseo de una buena batalla digna ....de tanto en tanto.
MÉRIDA - y... que no tienes familia ? No quieres volver ?
HALLVARD - soy solo una oveja más. No les importo mucho. Me hice con un hacha y me subí al primer barco que salía de la costa.
MÉRIDA - bueno, por lo menos tu tienes emoción. Yo la paso todo el día sin hacer nada. Me asfixiaba en mí hogar. Quería más aventuras.
HALLVARD - y no sabes nadar ? Por qué te metías al agua para ahogarte ?
MÉRIDA - qué!? ....no, solo digo que es molesto estar sentada sin hacer nada.
HALLVARD - Ou, si.... entiendo.
MÉRIDA - será mejor que nos durmamos. Mañana tenemos que seguir.
Cada uno se acostó en una piel por separado para aislarlos del frío suelo. A la noche bajaba mucho la temperatura y era normal dejar un fuego encendido para poder conservar el calor y alejar a los depredadores.
*HALLVARD*
Ya echado en las pieles que me prestó la cazadora, dormí bien.
Soñaba que estaba navegando de nuevo a la isla de mí pueblo. Llegábamos y todos nos recibían con vítores de alegría y orgullo. Traíamos una carga valiosa y tomada de manos que no la apreciaban. Traíamos oro y joyas de todas las inmediaciones y las lejanías.
De templos de dioses ajenos y de castillos pocos defendidos, al menos para nosotros. No importaba el lugar, llegábamos matábamos y no dejábamos nada valioso o vivo.
Cada movimiento y azaña era relatada en increíbles historias.
Llegábamos a puerto y todos nos recibían. Mí familia estaba entre ellos solo para ver el espectáculo, no creían que me buscarán a mí, tal vez pensaban que me acobardé, me ahogue o me mataron mientras corría.
Los busque por la multitud y los sorprendí al abrazarlos sin que se dieran cuenta.
Mí madre abrió los ojos sorprendida y mí padre miró ante el a un guerrero, ya no a un niño, sino a un hombre del que podía estar orgulloso.
Para celebrar, se realizó un gran festín en nuestro nombre, comidas de todo tipo había, de colores y olores indescriptibles. Si solo mencionara al cordero gordo, que se mató y se cocinó a las brazas, a uno no pararía de hacerle agua la boca.
Y la bebida no se acababa, la cerveza y licores se repartían en toneles listos para ser abiertos. Era todo un espectáculo de comida, risas, armas y escudos, mujeres hermosas, historias épicas y reuniones de parientes y amigos.
La vista le traía a uno una gran nostalgia de no querer ser parte de ningún otro lugar que aquello. Me daba una calidez interior, no había mayor alegría.
En un momento me pregunté cómo es que había llegado a aquello. Me vinieron a la memoria esos crueles recuerdos y el panorama de alegría y celebración se convirtió al de uno de terror y desesperación.
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El vikingo y su nuevo comienzo
FantasyEsta es la historia de un joven vikingo que se embarca emocionado por tener aventuras, combates y botines que llevarse a casa como cualquiera de los jóvenes de su aldea, pero...el destino le juega en contra y tendrá que adaptarse al "cambio" Nota:...