I'm a say all the words inside in my head

525 36 1
                                    

Habían pasado dos días después de la boda. Últimamente Tord estaba apegado a mi, claro, nunca pudimos darnos tanto afecto debido a que el trabajo era agotador y los problemas siempre se hacían venir antes de lo esperado, pero por fin pudimos estar solos disfrutando de nuestro amor propio.

- Tommie, mi amor, mi vida y mi todo... - Escuché venir de atrás de mi aquella voz tan seductora. Sonreí volteando a verlo, tenía una sonrisa, después me abrazo y obviamente le correspondí, sonriendo felizmente.

- Torddie, mi comunista y líder~ - Escuché una risa leve, a la vez que sentía el tacto de él en mi espalda, manteniéndose ahí, pensé que iba a hacer algo, pero normalmente me abraza sin ninguna mala intención, apesad de estar casados nunca me toca de forma lasciva.

- A pesar de que han sido unos días después de la boda... Siento como si ya hubiera pasado semanas desde ese día. - Su voz estaba algo nostálgica, hacía tiempo que no había participado en una guerra, creo que está algo aburrido desde entonces, o por lo menos eso es lo que supongo.

- ¿Acaso quieres regresar a la armada? - No me separaba del abrazo pero mi agarre se volvía algo débil.

- Realmente hace tiempo que no peleo con nadie, ya sabes, desde lo que te pasó... -

Abrí mis cuencas como platos, sabía a lo que se refería a la perfección, el punto es que jamás le dije que pasó en esa habitación, apesar de que ve a preguntado más de 3 veces; es raro ya que cuando algo no le interesa mucho sólo pregunta una vez, pero esto so le interesaba... Y más de lo que pienso.

- Tranquilo líder, no pasó nada grave -

- Claro, todo fue tan normal cuando apareciste de entre la oscuridad que había y Edd me daba a entender que te hizo algo peor que dolor físico. Me acerqué a ti y no me ponías atención, en cambio sólo parecías alquien que físicamente está aquí, pero tu alma no. - Lo había dicho con una tranquilidad todo eso, que me asusté unos segundos.

Normalmente él no es tranquilo, cuando lo es  significa el mismísimo fin del mundo.

- L-Líder... - Empecé a sentir las saladas gotas de agua pasar por debajo de mis visores, abrió sus ojos impresionado, ya que se había separado levemente de mi y entonces me volvió a abrazar más fuertemente, siempre me había dejado en claro que no me quiere ver triste o llorando, pot que  siente que es su culpa que me quiebre y empiece a llorar.

Nos abrazamos fuertemente, claro nunca pensé encontrarme en esta situación tan pronto.

Solamente no quería llorar por ser alguien débil cuando se trata de lo que más atesoro.

Me tomó en brazos, cargándose, a  lo que me aferré como koala a él, me llevó al sillón que había y nos sentamos, yo encima de él claro está.

Nos separamos un poco, lo miré a sus ojos, sentí cómo me quitaba los visores, me tensé mucho, los dejó arriba de mi frente aplastando un poco mi cabello.

- Extrañaba esas cuencas tuyas... - Sonrió levemente, se acercó a mis labios, basándome tranquilo, nuestros labios se movían con ritmo lento, escuchándose el choque entre ellos.

Pasé mis Manos por su cabello jugándolo un poco, el por su parte me acariciaba la espalda, sentía cómo subían y bajaban sus manos por mi espalda; nos separamos del contacto entre nuestras bocas. Me miró unos segundos y me daba besos por toda mi cara, hasta que bajó a mi cuello, apoyando su mentón.

- No te quiero hacer daño Thomas - Ahora estaba en una gran duda, no sabía que responder.

- No lo harías líder, confió en usted - Sonreí levemente, apesar de que no pudiera verla.

Sólo me mantuvo en esa posición, empecé a quitarle esas cadenas que tenía alrededor de su pecho, no sentí que se sorprendiera por eso, pero yo seguí quitándolas.

Una vez las desaté lo empujé levemente hacía atrás para poder retirarlas por completo.

Tenía la mirada fija en mis mania con las cadenas.

- tengo algo para ti Tom -

- ¿Qué cosa es, líder? -

Me tomó en brazos cargándome otra vez, me soltó justamente en la entrada a nuestro cuarto, abrió la puerta y fue al closet, sacando un traje, consistía en un chaleco negro pero con toques azules, pantalón negro y una nueva camisa.

Sonreí, supongo que un cambio de traje no hará nada malo, a lo que sólo me acerqué y lo tomé.

- Sabes que este traje me lo dió Patrick cuando creyó que estaba listo para ser el  líder Rojo que necesitaba la armada, cuando fuera su debido tiempo, le pedí que hiciera un nuevo traje para ti. -  Suspiró al terminar, me miró y después salió de la habitación.

________________________________________________

° Minutos más tarde °

________________________________________________

Salí de la habitación, viendo que Tord estaba apoyado en la pared  con la mirada baja, tenía los ojos cerrados.

- Y-Ya acabé -

- No tardaste mucho, me alegro - Abrió sus ojos viendo enfrente de él, después volteó a mirarme y tenía una expresión de sorpresa - Te queda... Genial ese traje - Un legs carmín se hizo presente en las mejillas de ambos, no sabía que le gustara tanto.

Me acerqué a él, posando mis manos en su nuca, él las puso en mi cadera, juntandome más a él, sonreí, él hizo lo mismo, pero en él se notaba cierta intención coqueta al verme.

Pasó sus manos por mi espalda, esta vez bajando, hasta mis caderas, teniendo la intención de bajas más, pero paró en esa parte.

Me besó apasionadamente,  correspondí, nos quedamos unos segundos así, nuestros labios se empezaban a mover más rápidamente, abrí mi boca un poco, sentí cómo metió su lengua, después de unos minutos nos tuvimos que separar jadeantes.

Me acurruqué en su pecho, nos volvimos a mirar después de unos segundos.

- Te amo Thomas...~ - murmuró sonriéndome coqueto.

- También te amo líder...~ - Sonreí, él siempre me sacaba mis sonrisas más alegres y sinceras.

Últimamente hemos hecho algunas cosas que antes no, supongo que ya es tiempo.

Voy a decir todas las palabras dentro de mi cabeza.

Believer Donde viven las historias. Descúbrelo ahora