CAPITULO 44

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—¡Zhao Che desea a Padre una prosperidad sin rival y eterna longevidad!

En ese momento, todo el campo tembló. Todos aplaudieron animadamente ante la mágica precisión de los arqueros.

—Che'er, veo que has mejorado tras años de entrenamiento en la frontera.

—El Emperador Xia, sentado, remarcó con tono agradable.

—¡Gracias, Padre! —Zhao Che respondió, arrodillándose pesadamente en el suelo.

Los señores y oficiales, viendo la situación, simultáneamente aplaudieron la valentía de Zhao Che.
Yan Xun se sentó y continuó bebiendo su té, sin decir palabra. Sus ojos lentamente se entrecerraron.

—El Séptimo Hermano es valiente.

Defendió las fronteras del Imperio Xia durante estos años. Tiene
un raro talento. Con el Séptimo Hermano estacionado en la frontera norteña, no hay de qué preocuparse.

—El Tercer Príncipe, Zhao Qi, asintió lentamente. Tenía una expresión natural, desprovista de celos o frustración.

Independientemente de sus intenciones, fue acorde con su estado como realeza.

Después de que Zhao Che le agradeciera, se retiró con sus subordinados. El humor lentamente volvió a la vida. Los diversos señores de la guerra pertenecientes a diferentes clanes comenzaron a mostrar su destreza en artes marciales a través de duelos de caballos, tiro con arco y peleas de espadas. Se sirvieron delicias, en su
mayoría carnes a la brasa de animales salvajes. Eran fragantes y tentadores.

La familia Ba Tu Ha, de la región noroeste, vino de lejos para honrar la ocasión. Entre los presentes,
aparte de unos pocos tíos no relacionados biológicamente con el linaje de la familia, solo estaban Zhalu y Zhama. Justo entonces, Zhalu había guiado a los guerreros de su clan para mostrar ciertos movimientos de lucha infundidos con el estilo de la gente del noroeste, ganándose la adulación de la multitud. Zhama dirigió a un grupo de mujeres jóvenes con figuras deseables en la ejecución de una exquisita equitación. Aunque sus
movimientos no eran excepcionales, era inevitable que una multitud de mujeres bonitas y jóvenes ganaran
enormes elogios.

El Emperador Xia estaba de buen humor, otorgándoles a las damas veinte capas de seda de Huai Song.

Esto provocó otra reacciónatronadora de la multitud.

Zhama agradeció al Emperador Xia con una sonrisa. Se levanto y dijo:

—Su Majestad, siento que es insignificante seguir actuando. En el noroeste, los duelos de artes
marciales son permitidos durante los banquetes. Coo es la primera vez que vengo a Zhen Huang, ¿podría
solicitar a Su Majestad garantizarme el permiso para retar a alguien? —Aunque era aun una joven dama de
unos 16 o 17 años, sonaba ingenua mientras hablaba, induciendo inconscientes sonrisillas entre la multitud.

El Emperador Xia, aun sentado, parecía perplejo. Sin embargo, preguntó con un tinte de placer:

—En ese caso, ¿a quién vas a retar?

—He oído que la doncella del Príncipe de Yan Bei es muy habilidosa. Sin embargo, no he tenido la oportunidad de verlo por mí misma.

¿Qué tal si tenemos un duelo, ya que todos estamos de buen humor hoy?
Cuando terminó su frase, todos los ojos se fijaron en Yan Xun en la parte de atrás de la tienda.

Aquellos que sabían sobre la batalla, naturalmente, sabían sobre toda la secuencia de eventos. Para aquellos que no lo hicieron, pensaron que Zhama estaba intencionalmente intentando iniciar un conflicto. Después de todo, los linajes Ba Tu Ha y Yan Bei habían sido adversarios durante mucho tiempo. Duelos como este entre las dos familias eran frecuentes incluso antes de la desaparición de Yan Shicheng.

Antes de que el Emperador Xia hubiera hablado, Yan Xun se observó y comentó:

—Sigue siendo joven. Ella solo sabe un poco de artes marciales. No se atreve a avergonzarse delante
de Su Majestad. La Princesa Zhama es hábil y adepta a la caballería, por favor no haga las cosas difíciles. —
Vestía una túnica blanca bordada con dibujos florales. Tenía el aire de un Príncipe con su pelo negro azabache
y su tez clara.

Continuará

☠️♥️THE LEGEND OF CHU QIAO (TOMO 2,FINALIZED)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora