CAPITULO 78

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—Cuando eras joven, ¿quién remendaba tu ropa? —Se sentó bajo la lámpara. Las cejas parecían dos
corrientes de humo.

El tren de pensamiento de Yan Xun parecía estar desviándose hacia otra cosa. ¿Cómo podría olvidar
esas noches frías y nevadas, donde la casa era sombría y Chu Qiao estaba sentada junto a la chimenea con una
tenue luz de vela, tratando de bordar la ropa de las damas reales? Debido a que eran demasiado perezosas para
hacerlo ellas mismas, Chu Qiao tuvo que ayudarlas, y solo se le proporcionó muy poca comida y carbón.

Todavía recordaba su postura. Estaba encorvada y su cuerpo era muy pequeño. A veces, cuando no podía
mantener los ojos abiertos, se agachaba y ponía la cabeza en las rodillas para tomar una siesta corta.

Estaba muy tranquila y nunca se quejó de estar cansada.

A lo largo de los años, se había esforzado mucho por abstenerse de pensar en su pasado, ya que temía
que su odio lo cegara y afectara sus decisiones. Por eso, se olvidó de la chica delante de él, que lo había
ayudado a sobrevivir. Ella cocinaba para él, lo cuidaba e incluso le daba medicina cuando estaba enfermo.

Ella le enseñó a afeitar un estante vacío en armas de artes marciales y las usó para ayudarlo a aprender métodos de lucha para protegerse. Ella lo ayudó a escribir su estrategia para la guerra y se quedó con él en esta enorme prisión. Aunque fue acosada y golpeada por otros, nunca se quejó.

Esta chica… era tan delgada y débil.

Ella no tenía poder ni autoridad, pero tenía el corazón más fuerte del mundo. Cuando todo su mundo se estrelló, ella usó su débil hombro para apoyarlo. Ella asumió su carga, y
gastó toda su energía y fuerza para intercambiar esa pequeña esperanza para que sobrevivieran.

—Bien. —Chu Qiao lo observó y volvió a su frente para decir—: Pruébalo.

Solo quedan dos horas más hasta la fiesta. No puede haber ningún error.

Un suspiro de repente salió de la boca de Yan Xun. Abrió los brazos y la abrazó. Apoyó la barbilla en
su cabeza y dijo:

—AhChu.

Chu Qiao se sorprendió y todo su cuerpo se puso rígido. Ella gentilmente empujó el brazo de Yan
Xun y preguntó:

—¿Qué pasó? ¿Pasó algo?

—No te muevas. —Yan Xun respondió suavemente—. Solo déjame abrazarte un rato.

El cuerpo de Chu Qiao empezó a relajarse mientras extendía su mano alrededor de su cintura. Apoyó
su cabeza contra sus hombros y permanecieron así en silencio.

—AhChu, no me culpes. —Yan Xun dijo suavemente con una voz muy profunda—-. Todos estos
años he hecho un montón de cosas que no aprobaste. Eres muy fría en la superficie. Cuando sea que mates a
alguien, no tienes piedad. Pero sé que eres una persona con buenas intenciones. Los mercaderes de té en Ling Nan, los dueños de botes de Huai Shui, los arroceros de Sheng Jin y los oficiales de Yan Bei que no obedecían mis órdenes… Tengo las manos manchadas de sangre. Solo noquiero que sea igual que en el pasado, donde solo observaba a la gente a mi alrededor siendo apaleados y asesinados, incapaz de hacer nada.

Sin embargo, ahora que estoy tratando de esforzarme hacer mucho más, aun soy manipulado por otros y fallo en hacer lo que quiero. Y más importante, no puedo protegerte.

La mirada de Chu Qiao aleteó ligeramente y las comisuras de su boca se curvaron hacia arriba
lentamente. Su corazón empezó a calentarse mientras sentía emociones indescriptibles. Incluso aunque no
entendía lo que él dijo, aun sacudió su cabeza y respondió:

—Lo entiendo. No tienes que preocuparte por mí. Los soldados de la Caballería Intrépida no me
dañarán.

Yan Xun se congeló. No podía ver la expresión de la joven dama, solo oía sus palabras. La dejó ir lentamente. O bien ella no lo entendió o podría no haber tomado en consideración este asunto. Yan Xun asintió silenciosamente:

—Vale entonces. Ten cuidado.

Continuará

☠️♥️THE LEGEND OF CHU QIAO (TOMO 2,FINALIZED)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora