Capítulo 4.

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Habían pasado dos días desde que la señorita Claire y Charles se fueron. Sigo sin comprender el por qué.
Liosha hace bien su trabajo. Nos pone a hacer algunos ejercicios, pero, últimamente a habido casos de rebeldía por parte de Jane y Jordan.

Alex y yo jugábamos algo de ajedrez, cuando vemos que Liosha es lanzado hacia una mesa. Fuimos y lo ayudamos a levantarse.
— ¿Qué les pasa? — Preguntó Alex molesta.
— ¡Cállate ramera! Tú no puedes decirme nada — Exclamó.
Jordan comenzó a lanzar varias cosas al suelo. Sillas, volteó mesas y quebró varios vasos de vidrio.
— Oigan, se supone que no tenemos que hacer este tipo de ruido — Dijo Michael molesto.
— ¡Vamos, Michael!, ¿por qué sigues las reglas de estos zánganos? Además, ¿por qué no puedo gritar? — Preguntó.
— Son reglas que nos proporcionaron. No sé por qué no lo podemos hacer, pero si dijeron que no podíamos hacerlo, es por algo.
— Pues mira como me importan sus malditas reglas. Me las paso por el culo si quiero.

Jordan y Jane comenzaron a gritar descontroladamente. Brincaban, pateaban  y lanzaban todo tipo de cosa que encontraran.
Michael comenzó a decirles que pararan, pero era inútil.
Habían pasado varias horas. Ya todo se había calmado. Yo limpiaba algunas heridas de Liosha. Quién estaba molesto.
— Ya verán. Me las pagarán — Murmuró.
— Es mejor que no te metas en problemas con ellos. Cuando lleguen los supervisores ya les darán su merecido. Ya verás.

Eso calmó un poco al chico, pero no lo suficiente. Al terminar, él me agradeció y se retiró.
Fui directo con Alex, y con mi celular, grabé algunas preguntas. Era una clase de juego que nos distraía.
— Señorita Alexandra, ¿que le parece este lugar? — Pregunté como si fuera reportera.
— Aterrador. Yo solo quiero irme — Contestó.
— ¿Y la comida...
Antes de que pudiera continuar, Jane me quitó el celular.
— Vaya, vaya. Te puedes meter en problemas con esto.
— Devuélvelo — Dije.
Ella empezó a verlo. — Vaya, si que es un buen celular.
Jane lo lanzó a mi cama.
— Deberían haberse unido a nosotros.
— ¿Estás loca? Nosotras si respetamos las reglas.
— Pero, es divertido — Rió.
— ¿Divertido? Solo son idiotas que quieren llamar la atención — Crucé mis brazos.
Ella me observó. — Para que sigo hablando con unas amargadas. Iré a tomar una ducha.

Jane salió del cuarto. Alex y yo observamos cómo se marchaba.
— En serio no la soporto — Murmuró Alex.
— ¿Y crees que yo si?

                                                   
                                    ✖️

Unos ruidos me despertaron. Revisé el reloj, era de madrugada. Tomé mi celular y encendí la linterna.
Caminé lentamente por los pasillos, hasta averiguar de donde provenían aquellos sonidos.
Caminé y caminé. El sonido se hacía más fuerte. Pase por un pasillo, hasta que me di cuenta, que el ruido provenía de la puerta que descubrí con Alexandra.
Mi estómago comenzó a doler, y la piel se erizaba. Caminé más lento, los sonidos no cesaban. Era como, si algo estuviera detrás ella.

Me paralicé al darme cuenta que aumentaban más y más. Tragué saliva. Probablemente sea Jordan queriendo asustar.
Pero, a pesar de saber eso, el miedo en mí aumentaba.
Tenía que ponerle fin a esto, así que, tuve que hablar.
— ¿Hola? — Pregunté. Pero en cuanto la primera palabra salió de mi boca, los sonidos cesaron instantáneamente.
Decidí volver a hablar.
— ¿Jordan? Si eres tú, déjame avisarte, que la señorita Claire está conmigo...— Mentí. — ...dice que ya no ganarás el dinero. Y que te va a sacar.

No hubo ningún sonido. Era como si todo hubiera sido parte de mi imaginación. Dejé el celular en el suelo, y decidí revisar por debajo de la puerta. Quería ver si los pies de Jordan se veían.
Estuve a unos cuantos centímetros.
— Jordan...
Pero antes de acabar, unos fuertes golpes azotaron la puerta. Me asusté y eso provocó que cayera de espaldas. Los golpes no cesaban, eran fuertes. Parecía que los provocará algún animal.
Me levanté y salí corriendo. Solo quería llegar a la habitación. Corrí lo más rápido que pude, y al llegar, cerré la puerta con seguro y le coloqué un pequeño mueble.
Alexandra despertó de un brincó y yo llegué a la cama.
— ¡Alex, Alex! — Exclamé asustada.
— ¿Qué te ocurre? — ella me miró somnolienta.
— ¡Yo, yo...—. Estaba demasiado asustada. No podía hablar.
Mi compañera me sacudió con brusquedad.
— Tranquilízate. ¿Qué pasó?, ¿por qué estas así de alterada? — preguntó serena.
— ¿Recuerdas la puerta que encontramos?
— ¿La que estaba cerrada con llave?
— Si. Detrás de esa puerta había algo, Alex. Me acerqué y los ruidos eran fuertes. Y algo golpeó la puerta.

Alexandra se sentó.
— Espera, ¿me acabas de decir que alguien golpeó la puerta? — Preguntó confundida.
— Si, los golpes eran fuertes.
— Mañana iremos, y le diremos a los supervisores.
Ella me abrazó y calmó. Estaba demasiado asustada, que no pude conciliar el  sueño.

                                 ✖️

                                    
Antes de desayunar, tomé una ducha. Alexandra me ayudó.
Llegamos a la mesa, y le conté todo a Michael.
— ¿En serio? — Preguntó asombrado.
— Si, yo pensé que podría ser Jordan, pero la puerta tenía llave.
— Tranquila, come un poco de tu pan— Dijo Alex.
Pero no todo era paz y tranquilidad. Jane llegó a la mesa.
— Vaya, vaya, pero si es la loca de Annika.
— ¿Loca? — Pregunté molesta.
— Escuché todo lo que le dijiste a la ramera. Y créeme que es muy fantástica tu historia.

Michael se molestó y le dijo que se marchará. Jordan también llegó a la mesa.
— Tranquilo, venimos en paz. Solo queremos saber dónde está la puerta para ver si te creemos o no.

Lo pensé por varios minutos.
— Está bien, los llevaré.
— ¿Estás segura? — Preguntó Michael.
Yo asentí.
Todos me siguieron. Al llegar, observaron la puerta.
— Pues, no se ve que este golpeada — comentó Jordan.
— No estoy mintiendo. Alguien la golpeó. Estoy segura — Aclaré.
Jane se acercó a Jordan, y le murmuró algo al oído. Él se marchó y a los pocos segundos, regresó con una palanca.
— ¿Qué haces? — Pregunté alterada.
— ¿Qué más? Voy a abrir la puerta.
Abracé a Alex, estaba muy asustada. Jordan, sin hacerle mucho daño a la puerta, la abrió.
Las escaleras estaban oxidadas, llenas de suciedad y muchas plantas. Tenía hongo por todas partes y muchas manchas en las paredes. Un olor se hizo presente, olía a humedad y a podrido.
— Bien, ¿quién va primero? — Preguntó Jane.
— Esto no es divertido — Dijo Michael.
— Esta bien, está bien. Iré yo.
Jane me quitó el celular y se lo entregó a Jordan.
— Está algo oscuro. Grabaré un poco para mostrarles que no hay nada — Dijo burlón.
Él comenzó a bajar las escaleras. Yo estaba nerviosa y asustada.
— ¿Ya llegaste hasta el fondo, Jordan? —Exclamó Jane.
— Si, hay algo de agua aquí abajo, y hay un olor muy horrendo.
Un gritó de Jordan se escuchó. Comencé a llorar.
— Deja tus tonterías — Exclamó Jane.
— Lo siento — Contestó. — Voy a investigar un poco...
Un segundo grito se escuchó, y esta vez, salí corriendo.
— Ya, deja tus tonterías— Exclamó de nuevo Jane, pero no hubo respuesta.
— ¿Jordan, Jordan? Más vale que dejes de hacer tus pésimas bromas.

Liosha llegó al lugar.
— Les dijeron que no estuvieran abriendo puertas sin permiso.
Michael se retiró. Jane cerró la puerta.
— Mi compañero sigue dentro. Le diré que salga...
— No le dirás nada. Vete y yo espero a que regresé.
Jane se fue, y Liosha cerró con llave la puerta.
— Tengo que informarle a la señorita Claire de esto...

Proyecto 001  ◾️Historia corta (completa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora