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Jeno era todo lo mejor que Jaemin alguna vez pudo imaginar. Era carismático, alegre, divertido, amable. ¡Simplemente era lo mejor! Tenía una dulce sonrisa, y cada vez que la mostraba sus ojos se formaban pequeñas media lunas. También era muy atento con él. Podían pasar horas sentados hablando sobre temas irrelevantes o sólo sentados en silencio disfrutando de la calidez que el otro les transmitía.

Todas las mañanas se reunían en la entrada de la Universidad a cuidar las flores y por las tardes, Jeno trataba de actuar confiado e invitaba a Jaemin a tomar algo con él. Jaemin aceptaba gustoso, debido a que por muchos años la única compañía que había sido de su agrado era la de Donghyuck.

Y hablando de Donghyuck. Hace unos dias Jeno le presentó a su amigo Mark, quién quedó completamente encantado con la actitud extrañamente llamativa del joven de tez morena. Al igual que Donghyuck, quien también se vio bastante interesado en el.

Todo iba bastante bien para ellos.

El único problema era que:

Jeno aún desconocía sobre la extraña enfermedad de Jaemin. Cuando este le preguntó por que utilizaba lentillas el sólo le respondió excusandose que tenía una mala vista. Más no agregó otros detalles sobre eso. Muy en el fondo tenía miedo de ser rechazado.

Y Jeno era algo despistado como para no notar las veces en las que Jaemin torpemente le preguntaba el color de algo. El sólo podía enfocarse en la dulce personalidad de Jaemin y no en lo confundido que parecía cuando alguien le señalaba el color de en objeto.



[🌹]




- ¿No crees que los tulipanes son unas flores tan bellas? Lástima que casi no crecen acá en Corea. - Exclamó Jaemin.

El y Jeno se encontraban sentados en el pasto, en medio del campo de football de la Universidad.

El joven de cabello rosa, se encontraba enseñándole a Jeno como hacer coronas de flores. Aunque Jeno no parecía comprender nada y lo único que hacía era astillarse con las ramitas.

- Los colores que tienen son bastante lindos. - Agregó Jeno, frunciendo el ceño por que la corona que estaba tratando de hacer para Jaemin parecía todo menos eso, una corona.

Jaemin rió un poco. - Si, supongo que si. - Ignoró aquella pesadez en su pecho y prefirió seguir elaborando la corona entre sus manos.

-¡Listo! - Dijo triunfante Jaemin. Había creado una hermosa corona de flores blancas para Jeno. Blancas por que ese era el color que mejor podía ver.

Se levantó con sus rodillas, sin importarle que probablemente su pantalón se ensuciaría. Lentamente colocó la corona de flores sobre la cabeza de Jeno y luego acomodó un poco su oscuro cabello.

Los ojos de Jeno lo miraban atento, sintiendo sus mejillas arder y su corazón acelerarse.

Jaemin se percató de la forma en que aquellos ojos lo miraban. Bajó su mirada hasta toparse con la de Jeno y sonrió. - ¿Sucede algo? - Preguntó con sus pómulos teñidos de un natural color rosa que sólo lo hacía ver aún más hermoso del que ya era.

Y es que el corazón de Jeno se estaba volviendo loco. Empezaba a desquiciarlo debido a que conatantemente lo único en lo que pensaba era el chico frente a él sonriendole. Desde la primera vez que lo observó de lejos su corazón palpitó con rápidez. Y ahora lo tenía justo enfrente, brindandole la más hermosa sonrisa.

Vaya que se había enamorado de el.

Sus palmas empezaban a sudar y sus nervios se mostraban a flor de piel. Delicadamente llevó una de sus temblorosas manos hasta la mejilla de Jaemin. Quién lo miraba con curiosidad.

Se fue acercando hasta que finalmente pudo saborear aquellos húmedos y rosados labios mezclarse con los suyos.

Jaemin abrió sus ojos con asombro.

Jeno lo estaba besando.

Y se sentía de maravilla.
















Flower Boy ➛ NoMinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora