Ese poeta

6 0 0
                                    

Ese poeta 

tenía palabras por venas,

historias calientes por sangre pasión,

y alguna chispa que le daba al autor

la gracia para, la verdad, embellecerla

sin adornarla.

Ese poeta te cantaba al viento

las historias más tristes

con los versos más alegres.

Te hechizaba en un sueño

que tejía con los hilos

que se movían en el espacio

y el tiempo de los relatos.

Le escuchabas sin dejar de pensar,

pues te planteabas como eran posibles

tales acontecimientos,

tales posibilidades.

Esta es la visión que tenemos

de aquellos que por oxígeno

llevan al oratoria, de adentro

hacia fuera, con firmeza.

Algunos nos hacen creer

que nos hacen pensar

y no siempre puedes ver

la falacia en aquel momento.


Pero es dudar siempre,

siendo cauteloso, celoso

de tus pensamientos

de tu objetivo criterio.

Hay que tener cuatro orejas

y solo media boca.

La media que guardas

alberga las respuestas impulsivas

y te invita a pensar.

La otra media es para pronunciarte

sobre tus conclusiones, meditadas.

Y no siempre serán las adecuadas,

pero serán tuyas, y no del poeta

que, a menudo, solo hace política,

propaganda de su visión de la existencia.

Cuando me encuentreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora