Cuidados y Entrenamiento (Traducción)

Día 5: Smokescreens

Danny todavía se sentía un poco culpable por escaparse de la clase cinco minutos antes del timbre. Sabía que solo lo estaba haciendo para no tener que rechazar a Sam y Tucker cuando le pidieron que saliera con ellos durante el fin de semana. No se atrevió a decirles que el acuerdo de Vlad implicaba una pijamada de tres noches, así que esta fue la única opción. Lo reservó a casa, transformándose detrás de un árbol para poder volar el resto del camino. Vlad le había dado un respiro después del castigo de la noche anterior y demonios si no lo estaba aprovechando.

Se sumergió rápidamente en un callejón para cambiarse y Danny caminó la última cuadra hasta su casa. Sus pasos se ralentizaron cuando notó que la limusina estacionada al frente. Parecía que Vlad no iba a perder ni un momento. Sin embargo, a medida que se acercaba, vio al conductor apoyado en el costado tomando largos cigarrillos. Danny se preguntó por qué había entrado Vlad. Seguramente sabía que Danny no volvería antes.

Abrió la puerta y entró, con cautela metiendo la cabeza en el pasillo. Efectivamente, Vlad estaba sentado en el sofá frente a Jack mientras Maddie caminaba. Danny sintió que se le caía el fondo del estómago cuando la preocupación se apoderó. Jack se quedó mirando sus manos, como si alguien atropellara su nuevo invento mientras Maddie miraba a Vlad con desagrado apenas contenido. Sin embargo, no encontró el motivo; Vlad no podía haber dejado pasar nada personal... ¿Pero entonces qué estaba pasando?

Maddie apoyó las manos en las caderas. "¿Estás seguro de que esto es realmente necesario?" Exigió. "¡Sé que Jack puede emocionarse un poco a veces, pero no creo que sea un peligro para toda la ciudad!"

Vlad suspiró y señaló la pila de archivos en la mesa de café. Había traído documentos para respaldar sus puntos y, aunque se había olvidado convenientemente de traer cualquier evidencia que pudiera haber favorecido sus posiciones, todavía estaba sorprendido de que los científicos profesos descartaran las matemáticas tan rápidamente. "Madeline, las matemáticas no mienten", dijo Vlad con el suspiro de alguien que había estado repitiéndolo todo el día. "Jack solo ha causado más daño físico y financiero a esta ciudad que cualquiera de los dos fantasmas combinados, Phantom exceptúa, por supuesto. Daño físico, Jack. No estoy hablando solo de paredes rotas y ladrillos caídos, ¡La gente se ha lastimado! ¡Sin excusas!"

Vlad se recostó y molesto respiró hondo. Sonaba como el resoplido de un león. "Si crees que Jack no es un peligro para esta ciudad y su gente, entonces está bien", dijo. "Pero cuando, no 'y si', cuando alguien muera por su negligencia, ¿Honestamente podrán vivir  sabiendo que podría haberse evitado si solo hubieran escuchado la razón?

"A diferencia de otros en el Ayuntamiento, no estoy exigiendo que ambos renuncien a su licencia comercial y dejen de cazar fantasmas. Todo lo que digo es por el bien de una población preocupada y francamente aterrorizada que los dos se someterían a algunas ¿Pruebas físicas y mentales rudimentarias? Pasarán el fin de semana en Axion, dispararán algunos objetivos en papel, harán algún entrenamiento de realidad virtual, en general todo lo que harán será probar su competencia. No tengo dudas de que tu, Maddie, pasarás volando, pero ¿No debería tener Jack  algunos números concretos para mostrar dónde puede mejorar?" Su expresión se volvió oscura, casi triste cuando tomó su punto y lo retorció como un cuchillo. "Ya hemos visto lo que sucede cuando confía en las malas habilidades matemáticas y, ¿cómo lo llamaste? Ah, sí, 'exuberancia'. ¿Cuántas personas necesitan sufrir como yo, Jack?

Jack bajó la vista a sus pies durante la mayor parte de la diatriba de Vlad. Su viejo amigo de la universidad no era exactamente el azúcar que ocultaba la verdad aquí y dolía. Pero eso no lo hizo menos cierto.