Cuidados y Entrenamiento (Traducción)

Día 5: Cena Y Postre

Danny siguió donde apuntaba el dedo y se acomodó debajo de la silla de Vlad. Enroscó su cuerpo desnudo alrededor de las gruesas patas de roble de la adornada silla del comedor. La alfombra era mucho más cómoda de lo que parecía; no se marcaba contra su vientre desnudo en lo absoluto. La cena llegó en un gran plato de plata, acompañado de su plato de agua de la tarde. Otro plato al lado contenía leche fría. Vlad tuvo la cortesía de colocarlos en el piso para su mascota.

Danny se preguntó cuántos de estos platos para mascotas tenía Vlad. Danny lo miró y luego miró a la mezcla de comida en su plato. Rebanadas de pollo asado, papas asadas, verduras mixtas, como algo que haría su madre. Él negó con la cabeza, realmente no quería pensar en su madre en este momento, especialmente no lo que ella diría si lo viera así. En cambio, bajó la cabeza y tomó un trozo de carne entre los dientes solo para dejarlo caer segundos después cuando Vlad agarró la parte posterior de su collar y tiró.

"Las mascotas no comen hasta después de que sus amos lo dicen", recordó Vlad.

Danny se alejó de su plato y el agarre de su collar disminuyó. Miró la alfombra y esperó. Podía oler algo sabroso encima de él. Se giró para mirar hacia arriba, tratando de ver qué era.

Vlad quitó la tapa de su comida. Salmón con limón a la parrilla, arroz pilaf, algunas verduras ligeramente al vapor y una copa de Cabernet. Algo agradable y ligero en consideración a las actividades que había planeado para esta noche y los próximos días. Hizo una pausa, sentándose mientras miraba a Danny. Sonrió levemente ante el indignado puchero que su mascota le dio, y se agachó para frotarlo detrás de las orejas. Vlad contempló hacer esperar al chico. Tomó su copa de vino y bebió un sorbo, mirando a su inquieta mascota.

Danny apoyó la cabeza sobre sus patas y observó cómo el vapor salía de su tazón. Podía oler ambas comidas desde su lugar en el suelo. Estaba muerto de hambre incluso después de su merienda; correr y enroscarse en las alfombras de piel requería mucha energía. Metió la cola entre las piernas y se dio la vuelta, pateando el pie de Vlad. Hizo un puchero y se quejó, sus orejas se apachurraron contra su cabeza para completar el efecto.

Vlad rascó a Danny detrás de las orejas. "Eres una mascota hambrienta, ¿verdad?" preguntó. Tomó un trago de vino, parecía considerar algo de gran importancia. "Muy bien", dijo finalmente. Bajó el vaso, cogió el tenedor y el cuchillo, y asintió con la cabeza a Danny. "Puedes."

Danny maulló apreciativamente, el sonido salió de sus labios sin tener que pensarlo. Los sonidos se estaban volviendo más automáticos, incluso naturales. De alguna manera ayudó que fuera el tiempo más largo que habían pasado sin discutir.

Danny colocó sus patas cerca de su comida y casi plantó su cara en ella antes de darse cuenta de que necesitaba ser más estratégico. Lo intentó de nuevo, estirando delicadamente los labios y los dientes para tomar un bocado de papa. Estaba condimentado a la perfección, ligeramente crujiente, ni siquiera extrañaba el ketchup. Vlad siempre tenía la mejor comida y no había forma de que un plato para mascotas cambiara eso.

Vlad observó a Danny comenzar a comer su comida. No pudo evitar la risa oscura mientras su mascota trataba de comer en su tazón. Volvió a su propia comida, desmenuzando el salmón con su tenedor. Dulce, delicado y con la cantidad justa de agrio del limón. Quizás a su mascota le gustaría probarlo. Vlad empujó a Danny con su pie y luego le ofreció el tenedor con salmón a su mascota en el suelo.

Danny olisqueó el bocado ofrecido antes de soltar lo inhumana que era la sugerencia. Tomó el bocado lentamente; Sabía cómo a Vlad le gustaba verlo comer. Se retiró lentamente, lamiendo la punta de su lengua sobre los dientes. Un bajo ronroneo retumbó en su pecho cuando sus papilas gustativas saltaron de alegría. Y ni siquiera le gustaba el pescado. Se dio la vuelta, olvidándose de su propia comida mientras manoseaba a Vlad, rogándole un segundo bocado.