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Almuerzo

Era un miércoles de verano, las flores en los árboles estaban recién dando algunos capullos, el calor era abrasador y los alumnos estaban en clases sentados en sus pupitres, algunos desesperados por el calor, otros aburridos sin prestar atención a la clase y otros por el contrario muy concentrados.

-Y así despejan "Y" ahora pueden despejar "X"-decía serio el chico pelinegro parado a la par de la pizarra escribiendo la ecuación con un marcador.

Estéticamente su pelo negro combinaba con sus ojos azul claro y sus pestañas abundantes claras, vestía un pantalón café claro apretado de la cintura por un cinturón negro que llevaba, una camisa manga larga vino y zapatos negros de lustrar.

-¡¿MAESTRO Y DE QUE NOS VA A SERVIR ESO PARA LA VIDA?!-pregunto un alumno de pelo negro-azul, ojos esmeralda, fornido con semblante algo confundido, que interrumpió con su voz alta y gruesa casi gritándole al profesor (bueno de hecho gritando).

-¡¡Inosuke!!...deja de gritar o te expulso por una semana y ten más respeto en mi clase jovencito, soy tu superior-alzo la voz primero llamando la atención de los alumnos para después bajar el tono y hablar con seriedad, seguía advirtiéndole al chico mientras lo fulminaba con la mirada y fruncía el ceño.

El joven al ver la reacción del mayor sintió que lo estaba retando. Quiso levantarse y lo habría hecho de no ser por un peli-vino que le sostuvo el brazo con el ceño fruncido y mirada de desaprobación, el chico no tuvo mas remedio que tratar de ignorar todo, no quería enojar al pelo vino así que por bajo de el pupitre solo tomo la mano de este para calmarse, sin que el profesor lo notara, claro.

-Profesor, ¿eso vendrá en el examen?-preguntó un rubio con toques de color anaranjado en el pelo, ojos café claro, delgado y voz tranquila.

-La unidad se basa en esto así que...-se quedo pensativo antes de notar que tocaban la puerta-bueno básicamente si, Zenitsu, así que estúdienlo bastante.

Después de haber contestado la pregunta de el joven rubio fue a abrir la puerta y al ver quien era sus mejillas se sonrojaron de golpe.

-¡¿Listo para el almuerzo?!-pregunta un rubio con toques rojos en su pelo. Vistiendo una camisa manga larga blanca, una corbata roja, pantalón negro, zapatos de lustrar negro, sonriéndole y con voz energética miraba al contrario con alegría.

-¿¡Rengoku?!¿¡E-eh que?!- el pelinegro murmuraba ello mientras sentía las mejillas arder sorprendido.

-¡Si! pensé que podríamos ir a comer en el rece-seguía hablando el mas alto con mucho entusiasmo pero fue callado antes de que terminará por la mano del contrario.

-*suspira*Kyōjurō estoy en clase y el hecho de que tus alumnos estén en computación y tu tengas la hora libre no significa que yo te seguiré-hablaba calmado el contrario pero frunciendo el ceño, lo cual para el mas alto le resulto adorable -También tengo que dejarles tareas y- mientras el pelinegro miraba hacia la puerta y veía lo que hacían sus alumnos, el rubio comenzó a besar la mano que el contrario tenia en su boca, esto hizo que el mas bajo se sonrojara mas y lo mirara fijamente.

-Ve, yo volveré a mi salón y sigue con tu clase, pequeño Demonio-decía con los ojos entrecerrados y una sonrisa ladina, retiro la mano del contrario de su boca y revolvió con suavidad su pelo.

Akaza solo se quedo mirando estático al contrario mientras sentía sus mejillas muy calientes y lo primero que se le ocurrió hacer fue ver la hora en su teléfono, saco el dispositivo y se dirigió al contrario.