Bell. The Gamer [Pausada]

Capítulo 31

Batalla de Palabras.

¿Entonces? Vamos a escucharlo-- habló Hestia con un aura oscura envolviendola.

Soy inocente-- grito Bell.

En una habitación de la <Mansión Chimenea> la cual había sido modificada para parecer un tribunal se podía ver a Bell (el cual vestía ropa a rayas negras) sentado a unos metros de un estrado donde estaba Hestia sentada, al lado izquierdo de Bell igualmente estaba Lili vestida con ropa formal.

Su señoría, las pruebas son claras, Bell Cranel es totalmente culpable-- habló Lili con dureza.

Hestia asintió mientras golpeaba con fiereza un martillo de madera en su escritorio.

Por otro lado, del lado derecho de Bell a unos metros de este se encontraban sentados en unas bancas un jurado compuesto por, Airmid, Casandra, Daphne, y Naaza,

Esto es ridículo, ni siquiera tengo un abogado-- grito Bell.

Silencio-- grito Hestia.

Señor Cranel absténgase de gritar o lo acusaremos de desacato en la Corte-- habló Lili.

El juez y el abogado del lado opositor están totalmente en mi contra, al menos el jurado es imparcial-- pensó Bell con lágrimas de cascada.

La razón por la cual Bell había sido llevado a juicio es porque apenas hace media hora había regresado del distrito del placer. Regresando por la mañana, oliendo a alcohol, sexo y almizcle, dio las suficiente pruebas para que lo llevarán a juicio.

Cómo el acusado no puede presentar pruebas de su inocencia, será condenado al máximo castigo-- habló Hestia con dureza.

Bell el cual estaba llorando lágrimas de cascada, no podía defenderse.

Objeción su señoría--

Bell al igual que todos voltearon a ver hacia un rubio el cual vestía un traje sumamente elegante y un portafolios.

Lamento llegar tarde, yo defenderé a este mestizo-- habló Gilgamesh mientras se acercaba a Bell.

Bell vio al rubio con un destello de esperanza.

Es inaudito esta Corte ya llegó a un veredicto-- grito Hestia.

Que veredicto ni que nada, el noble jurado no a tenido tiempo de hablar-- hablo Gilgamesh con dureza mientras las cuatro chicas que hacían de jurado asentian.

Gilgamesh golpeó la mesa con su puño antes de afilar su mirada, para después señalar a Hestia.

Yo acuso a ese juez de claro favoritismo, hacia el lado opositor, sus sentimientos están nublado claramente su juicio, no aceptaré ningún veredicto de ese juez-- habló Gilgamesh con dureza.

Eso es ridículo-- grito Hestia.

Noble jurado, ustedes que dicen-- preguntó Gilgamesh mientras se volteaba a ver al jurado e ignoraba por completo a Hestia.