Capítulo 39.

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Amado Guardaespaldas.

La sede del Gremio estaba tan ocupada como siempre.

Varias líneas estaban formadas delante de cada recepcionista. Cada una de ellas escuchaba atentamente los problemas del Aventurero frente a su ventana y trabajaba para resolverlos.

Cada una de las jóvenes mujeres, proveniente de una amplia variedad de razas, era extremadamente profesional.

Humanas, Dogman, Catman, e incluso algunas Elfas poblaban sus filas. Si las jóvenes tenían algo en común, era que cada una de ellas era increíblemente hermosa.

Eina, una semielfo, era una de las recepcionistas del Gremio.
Su cabello castaño era lo suficientemente largo como para sentarse sobre sus hombros. Sus ojos verde esmeralda miraban al mundo desde detrás de un par de gafas. Sus orejas puntiagudas, más cortas que las de un Elfo, pero más largas que las de un humano, eran el resultado directo de la delgada sangre Elfica que corría por sus venas.

Este era su quinto año trabajando en el Gremio.

Hoy fue otro día agitado en el que trató con una solicitud de un Aventurero tras otro.

¡Eina! Hey, Eina. ¡Vamos a buscar algo de comida!--

Seguro. Suena bien--

Eina se dejó relajar por un momento justo cuando una compañera de trabajo humana que estaba en la siguiente ventana la llamó.

Su cabello rosado se movía de un lado a otro mientras la chica hacía señas.

Con un rostro altamente expresivo y lindas características, era bastante encantadora.

Misha Flott, una amiga de Eina desde sus días escolares, no podía esperar para escapar de su lugar de trabajo y rápidamente llevó a la semielfo lejos del mostrador.

Que hambreeeee. ¡Lo juro, mi estómago me va a comer de adentro hacia afuera!-- habló Misha.

¡Misha! No me jales-- habló Eina con un pequeño regaño.

Eina les informó a sus compañeras de trabajo que ambas iban a salir mientras la humana de cabello rosa tiraba de su brazo.

***

¡Estás de suerte! ¡Encontré un lugar el otro día que tiene una comida reaaaalmente buena! Está en el Distrito Oeste-- habló Misha con emoción.

Misha, ¿Estás segura de que tendremos tiempo para comer y regresar antes de que termine nuestro almuerzo?-- habló Eina tan estricta como siempre.

Hmmm, probablemente esté bien-- habló Misha restándole importancia.

¡Oye!-- habló Eina a modo de regaño a su despreocupada amiga.

Comenzaron a charlar como lo habían hecho durante sus días escolares y dejaron la sede del Gremio por la salida trasera. Salieron al lado del edificio opuesto a la Calle Principal.

¡E-Eina!--

Ah… ¿Eres tú, Dormul?-- habló Eina mientras volteaba a ver quién la hablaba.

Un joven Enano la estaba esperando cuando se dio la vuelta.

Misha se sintió muy fuera de lugar mientras el Enano se acercaba a ellas, agitando sus carnosos brazos.

Q-Qué sorpresa, verte por aquí. Justo estaba pasando por aquí-- habló el Enano con una risa nerviosa.

Eina inmediatamente supo que era una mentira e hizo una mueca.

Como con la mayoría de los Enanos, Dormul era un hombre corpulento y fornido. Sin embargo, era más alto que la mayoría de sus parientes con 170 centímetros de altura. Sus brazos parecían robustas ramas que emergían de un torso similar a un sólido tronco de árbol.

Bell. The Gamer [Pausada] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora