Un mundo extraño

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Lo primero que siento al despertarme es dolor. Como si me estuvieran martillando un picahielos en la nuca. Parpadeo y abro lentamente los ojos siendo recibido por la fuerte luz del sol directo en la cara. Lo cual tampoco ayudaba mucho.
después de levantarme del frío y húmedo suelo con la misma velocidad de una una tortuga paralítica me di cuenta de algo importante. No tenía idea de donde carajos estaba. La memoria me estaba fallando, apenas juntando alguna imagen minimamente coherente del cómo llegué hasta aquí.

¿por que mierda estas cosas me pasan? Ni los argento tenían esta suerte del orto.
Revise mis bolsillos para ver si no me faltaba nada. Celular, billetera con la sube y unos cuantos pesos, un recibo del pebete que me compre la semana pasada y nada más.

Para empezar, estaba en medio del claro de un bosque si es que la hierba salvaje y los árboles de mi alrededor me daban una idea. Mi ropa que no eran más que una remera y un short que compre en la feria seguían igual de hecha bosta como yo.

Después de soltar el suspiro más grande de la vida empecé a estirarme un poco para estar más en forma. Probablemente me tomaría un par de horas en ver algo de civilizacion si es que la vida me sonríe un poco.
No soy una persona muy tranquila, jamás. Ni siquiera ahora que es muy posible que este en la punta de la provincia o peor. Pero entrar en pánico no servirá de mucho para sacarme de acá.

—¡¡¡pero la concha de la vieja mugrienta que me pario ¿donde garcha estoy? ¿Qué tan choto tengo que ser para que me pase esto a mi? ¿Qué putas hago, me meto los arbolitos en el culo y llamo a pachamama?—

Bueno, dije que no entraria en pánico pero no que me sacaría la bronca de algún lado. Después de que se me pasara. Con un poco de ingenio clave un palo en el suelo y me puse a pensar. Viendo la posición del sol debería de ser mediodía entrando a la tarde. Ya que estamos en plena primavera el sol tuvo que salir por el este. Así que guiándome por la sombra del palo ya tengo los puntos cardinales.
Terminada la tarea me pongo rumbo hacia el este abandonando el lugar.
Cuanto más me adentraba más complicado se hacia caminar por el bosque. De camino me encontré varios roedores y otros pequeños animales que huían ni bien verme.
Probé si había algo de señal para usar el gps pero mi celular estaba descargado, la puta que me parió.

No tenía idea de cuanto tiempo seguí caminando. Tan sólo árboles y arbustos habían por donde mirara y pase de estar ansioso a preocupado al sentir que nada estaba cambiando. Me tome tiempo de Indagar un poco me había encontrado otras cosas como unos hongos extraños que eran tan enormes como mi cabeza y de diversos colores que parecían darte altos viajes.
Ignore aquellos frutos del viaje y seguí caminando hasta que senti como la humedad se elevaba de golpe.
Las hojas de los árboles tornaban un color mucho más opaco y escuchaba
varios ruidos provenientes de una zona desconocida del lugar y comenze a acercarme a un trote veloz.

Al llegar me había encontrado con algo jodidamente bizarro y antinatural. Seguramente era un efecto de aquellos hongos por que veía a unos seres pequeños pero mas grandes que mi mano de aspecto femenino con alas detrás de su espalda.
Estas no notaron mi presencia, siguiendo con lo suyo lo que parecía ser. estaban jugando y bailando sobre un pequeño río de agua con alejarse sector no tan potable lo cual lo único que me dejo sentir era una sensación de incredulidad. Jamás pensé ver algo como esto tan solo en los animes.
Aquellas personitas comenzaron a gritar y alejarse por alguna extraña razón el cual entendí rápidamente.
UNA PUTA RANA DE 4 METROS O MAS HABÍA SALIDO DEL AGUA.
El pánico me había invadido y lo único que se me ocurrió fue salir corriendo a otra dirección.
Corrí como por 4 minutos o menos a toda marcha sin siquiera pararme o mirar atrás.
Ahora me encontraba recostado en un árbol fruto de mi deficiencia fisica con la mano en el pecho, respiración agitada y sintiendo los latidos de mi corazón a mil por hora.

Un tipo cualquiera en gensokyoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora