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Te he echado de menos.

Auron abrazaba emocionado al nuevo y reciente alcalde de Karmaland mientras que Rubius y Alex animaban a Mangel para que no se echara a llorar por tan cruel derrota. Joder, ni Lolito había votado por él.

—¡Sabía que ibas a ganar! —grito Raúl separándose de su amigo— tendremos que aumentar la seguridad, ¡te acompañaré hasta cuando vayas a cagar!

—por mi no hay problema —respondió Luzu entre pequeñas risas mientras pasaba un brazo al rededor de los hombros del más bajo.

El psicólogo rodó los ojos viendo como el otro excandidato empezaba a llorar en brazos de su castaño exnovio, bajo la vista de Lolito. Le había dicho a Rogel que se mentalizara por si ganaba, o perdía. Obviamente no lo hizo.

—¿Te vienes a mi casa a celebrar? —pregunto el castaño sonrojandose levemente.

Pero hoy no tenía tiempo de preocuparse por sus clientes, hoy tenía que estar feliz por su amigo, así que asintió con su cabeza repetidas veces respondiendo la pregunta de Borja.

—¿Solo nosotros dos?

—si.. están demasiado ocupados con Mangel —siempre era alguien más y eso empezaba a doler.

—más vinito barato de Luzu para mí —intento animarlo para después tomar su mano y empezar a caminar hacia la casa del presidente, no hacía la del castaño.

¿Por qué se habían separado antes? Ni siquiera ellos dos lo sabían y suponían que cosas más importantes habían sido la razón por aquello, aunque sonará un poquito mal y los hiciera ver cómo malos amigos. O eso es lo que querían pensar.

—¡Esta cama es mejor que todas, puerco! —grito Auron tirándose a la cama.

—joder, Auron, apenas llevas una copa —murmuro el presidente viéndolo desde un pequeño sillón de la habitación.

—no estaría tan seguro —solto una carcajada— ven conmigo —una pequeña sonrisa, que mató de ternura a Luzu, se formó en su rostro mientras daba palmaditas al espacio vacío de su lado.

En realidad Borja había empezado a sentir algo hacia su psicólogo después de tantas consultas con problemas inventados y exageraciones para que durarán más de una hora sentados viéndose el uno al otro. Vegetta lo había ayudado a ver lo que realmente estaba pasando.

—¿Puedo quedarme a dormir? —susurro Raúl abrazando al más alto, no de a cucharita.

—cuando quieras, compañero —respondio en el mismo tono apegándose, inconcientemente, más a él.

Así que alejarse de su gran amigo había sido la opción más fácil ya que casi siempre Auron aclaraba que no era gay, no quería arruinar su amistad y al parecer Samuel estaba en algo parecido en ese entonces, y todavía.

—puedo estar vigilando todo el día, incluso puede decirle a Frederick que me ayude, ¡Le puedes presentar a Manolo!

—¿Pollo y puerco? Esa sería una rara pareja, Auron —solto una pequeña risa.

—no para eso, tonto —alzo su mirada para poder verlo mejor— para que sean amigos, como tú y yo.

Pensó que un mes había sido suficiente para que esos sentimientos se fueran, en año nuevo lo siguió pensando y hasta sintió felicidad cuando no sintió maripositas en su estómago al escuchar su voz. Pero después todo se fue a la mierda, otra vez.

—¿Te dije que tengo un nuevo compañero de piso? —se separó del abrazo para poder estirar todas sus extremidades.

Luzu de inmediato arrugó su ceño. —¿Qué? ¿Desde cuándo? ¿Quién es?

—es.. —solto una fuerte carcajada— ¡He olvidado su nombre, pero seré idiota!

—mañana me lo presentas, ¿Si? —esos malditos ojos de cachorro a medio morir, Raúl no podía resistirse a ellos.

—me lo recuerdas.

Los sentimientos seguían y Auron no ayudaba en nada. A veces lo trataba como un simple amigo, y otras lo hacía sentir "especial", como si pudieran tener algo bonito alguna vez pero entonces lo llamaba "amigo" o "compañero" y sus fantasías se borraban, pero no para siempre.

—de todos estos calvos idiotas.. —¿Estaba llorando?— tu eres mi favorito, Luzu.

—eso ya lo sé.

—¿Por qué? ¿Quién te lo dijo? —ahí estaban otra vez los gestos exagerados.

—solo lo sé.

Algunas veces solo quería meterse a la cabeza del psicólogo, o cambiar el papel y ser él quien lo escuchará. Lo había intentado pero Raúl aseguraba que todo iba bien en su vida, eso no podía ser posible, ¡Ni siquiera Vegetta estaba completamente bien! No de salud mental.

—Auron.. —lo movió un poco para que se mantuviera despierto.

—¿Qué es lo que quieres, pesado?

Quería besarlo, pero él estaba borracho y controlaba muy bien sus impulsos.

—te eche de menos.. mucho —respondió después de unos segundos en silencio solo viendo sus ojos.

—Luzu.. —se levantó un poco sobre la cama para poder ver todo su bello rostro— te he echado de menos, todo este tiempo he pensado en tu sonrisa y en tu forma de caminar.

Sus carcajadas inundaron toda la habitación cuando el psicólogo termino de cantar. Borja le dió un leve golpe en su hombro para evitar que su amigo se diera cuenta que su cara ya parecía un tomate.

te he echado de menos, he soñado el momento de verte aquí a mí lado dejándote llevar —pero el guardaespaldas oficial del alcalde siguió cantando hasta que su jefe quedó completamente dormido.

Porque eso era lo que los amigos hacían, claro.

Pero, nuevamente, nadie se había dado cuenta porque Mangel se había quedado llorando toda la noche mientras que los 6 restantes intentaban animarlo de mil y un maneras.

¿Te lo esperabas? || LuzuplayDonde viven las historias. Descúbrelo ahora